emoción en la radio

Rahola y Sardà se reconcilian entre lágrimas

La periodista pidió perdón a su compañero sellando sus disculpas con un abrazo y un beso

Pilar Rahola y Xavier Sardà, durante una intervención televisiva

Pilar Rahola y Xavier Sardà, durante una intervención televisiva / periodico

El Periódico / Barcelona

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La convulsa jornada del 1-O 1-O ha sido este lunes el tema central del programa más oído de la radio en Catalunya, 'El món a RAC1' de Jordi Basté, donde, además, se ha vivido un emotivo momento protagonizado por dos de sus colaboradores, Xavier Sardà y Pilar Rahola.

La tertulia 'El perquè de tot plegat' contaba esta mañana con la participación de ambos periodistas, junto a Màrius CarolAntonio Baños Joan López Alegre. Cuando el presentador ha dado paso a Rahola para que analizara todo lo acontecido durante el referéndum, ella ha querido comenzar su discurso pidiéndole perdón a Sardà, que durante la jornada del domingo había participado como analista en el especial 'Al rojo vivo' de Antonio Gacía Ferreras que emitió La Sexta.

Un papel difícil

"Ayer, en medio de tantas emociones, le mandé un mensaje diciéndole a Xavier que lo había hecho muy mal y no lo corregí. Tengo que decir que no se lo merecía, porque sé el difícil papel que ha tenido estos días y la dignidad que mantuvo", afirmó Rahola, una de las más firmes defensoras del independentismo y muchas veces enfrentada ideológicamente a Sardà, mientras se le entrecortaba la voz y empezaba a emocionarse.

"¡Déjame darte un beso!", le reclamó entonces a Sardà, mientras el resto de presentes en el estudio de RAC1 informaban a los oyentes de que los protagonistas de la escena estaban llorando. "¡Y se están besando!", bromearon, para aligerar la tensión del momento.

"Xavier es un tío cojonudo y de emociones muy intensas y le di un zarpazo cuando no se lo merecía", reiteró Rahola, mientras Sardà le agradecía su gesto confesando que no sabía lo que se iba a encontrar este lunes cuando supo que iba a verla en la radio. "¡Ojalá que no me riña!, pensé, porque ahora nadie está para reñir a nadie", comentó el periodista entre las risas de sus compañeros.

Un poco de emotividad tras una jornada marcada por momentos de tensión y violencia.