SEGUNDA EDICIÓN DEL CONCURSO

Antonio el Tekila gana la final de 'Got Talent'

Contra pronóstico el concurso premia a un esperpéntico bailarín de rockabilly cuya actuación causa más hilaridad que aplausos

La cara de El Tekila al saberse ganadora de la final de 'Got Talent'.

La cara de El Tekila al saberse ganadora de la final de 'Got Talent'. / periodico

JUAN FERNÁNDEZ / MADRID

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La final de 'Got Talent' la ha ganado, contra todo pronóstico, un esperpéntico bailarín de rockabilly cuya actuación ha causado más hilaridad que aplausos. "Alégrate, hombre, que llegaste en un vespino y te vas en un Fiat". Pasada la una y media de la madrugada, Santi Millán, presentador de 'Got Talent' (Tele 5), no sabía qué decirle a Antonio el Tekila, ganador de la segunda edición del concurso de habilidades artísticas, para que borrara el pasmo de su cara. Al inclasificable bailarín rockabilly no le atenazaba la emoción de la victoria, sino el descubrimiento de que había llegado hasta allí para poner la nota estrafalaria en un programa de bichos raros con talento y, sin comerlo ni beberlo, se había proclamado triunfador.

Fue un final inesperado para una gala predecible. Un desenlace apoteósico y crispado, con pataletas, dimisiones y persecuciones de miembros del jurado incluidas, para una ceremonia plana y sin chispa que careció de nivel artístico en muchos momentos y contó con lances de auténtico rubor ajeno. En cierto modo, que Antonio el Tekila ganara el concurso fue un ejercicio de justicia poética: de tanto tentar al esperpento, con él triunfó el talento friki.

EL PLANTE DE RISTO MEJIDE

Risto Mejide se marchó para no verlo. Cuando Santi Millán pronuncio el nombre del bailarín entre los tres finalistas elegidos por el público, el publicista se levantó y anunció muy grave: "Me niego a ver lo que va a pasar, no estaré aquí para aplaudir una payasada". De poco sirvieron los intentos del presentador por convencerle para que volviera tirando de su brazo en los callejones contiguos a Tele 5.

Dentro, en la gala, miembros del jurado y finalistas ponían caras de póker sin saber dónde esconderse. A Eva Hache se le salían los ojos de las órbitas del susto, a Edurne le asomaban unas lagrimillas de la propia vergüenza ajena y Jorge Javier Vázquez, resoplando, le lanzaba al que ya todos intuían como seguro vencedor: "¿Crees que estás mentalmente preparado para ganar Got Talent?".

SAMUEL, VENCEDOR MORAL

Al rockero de las patillas de palmo no le salía la voz del gaznate. Tuvo que saltar en su defensa Samuel Martí, el otro finalista y vencedor moral del concurso. "El hombre ha actuado con corazón", señaló. A diferencia del descoyuntante baile del ganador, la coreografía de Martí sí había logrado arrancar ovaciones unánimes entre el público y el jurado.

Tan de convidado de piedra había llegado El Tekila a la final de ‘Got Talent’ que el propio Millán, tirando de ironía, le presentó como "la gran esperanza patria del rockabilly". Sus cimbreos, propios de un pollo sin cabeza, fueron jaleados entre risas por Eva Hache, que apreció el revolcón que se pegó sobre el escenario. "Esa forma de pasar la mopa me ha encantado", le dijo.

SONROJO

El suyo no fue el único show que hizo al jurado mirar al techo para disimular el sonrojo. De hecho, la primera mitad del concurso, a cuya final llegaron catorce participantes, osciló entre la mediocridad y el bochorno. Como si los aspirantes hubieran agotado todos sus talentos en las pruebas preliminares, sus actuaciones parecían más propias de un festival de fin de curso del instituto. Para olvidar, la imitación que Iban hizo de Mariano Rajoy cantando ‘A quién le importa’ de Alaska.

La segunda parte del programa sí tuvo el nivel que se espera de un 'talent show'. Después de aplaudir a Martí, el jurado volvió a quedarse boquiabierto con el baile robótico de Kanga y Tania, se emocionó con la frágil interpretación de Marina Marlo, se deslumbró con los trucos de magia de Joel Armando y se contagió de la euforia del grupo de bailarines Progenyx. Se suponía que entre este ramillete estaba el ganador y hacia ellos apuntaba la quiniela que se atrevió a lanzar Vázquez, hasta que Millán pronunció el nombre de El Tekila y quedó claro que lo que anoche se buscaba no era el talento, sino el más puro frikismo. Agarrado al volante del Fíat que había ganado, el bailarín miraba con la cara desencajada, como si le hubiera caído encima una desgracia. Desde el público se oían gritos de: "¡Tongo!". 

El resultado del concurso ha convertido la final en trending topic en Twitter. Bajo el hashtag #FinalGotTalent, los espectadores han dado rienda suelta a su estupefacción, críticas y memes cuestionando la victoria de El Tekila.