ENTREVISTA

David Beriain: «El narcotráfico cuenta muchas cosas del mundo en que vivimos»

El reportero navarro ha vuelto a vivir dos duras experiencias, esta vez en el cártel de Sinaloa y en El Salvador, que recoge la nueva temporada de 'Clandestino', en DMax

TELE DAVID BERIAIN CLANDESTINO

TELE DAVID BERIAIN CLANDESTINO / periodico

INÉS ÁLVAREZ / BARCELONA

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David Beriain ha vuelto a viajar a dos peligrosos destinos, el cártel de Sinaloa, en México, y a El Salvador, donde operan los escuadrones de la muerte, y ha regresado con su mochila llena de horas y horas de material que, sintetizado en cinco capítulos, emite DMax dentro de 'Clandestino'. Con su equipo, ha vuelto a palpar el riesgo, ha ahondado más en el tema del narcotráfico, ha entrevistado a asesinos y ha aprendido un poco más sobre la naturaleza humana. Y lo que ha descubierto le ha parecido muy inquietante.

Felicidades por ese premio Iris que ha recibido su documental 'El ejército perdido de la CIA'. Estuvimos nominados al premio a la Mejor Producción, pero no nos lo llevamos, porque competíamos con grandes cadenas generalistas. Al final, se lo llevó El hormiguero. Pero nos fuimos con un premio del jurado por la valentía que supone hacer este tipo de programas. No solo por el riesgo físico, sino por la apuesta del canal y las productora por hacer este tipo de contenidos en televisión.

Como ya hicieron en Amazonas clandestino, se adentran en el narcotráfico. ¿De qué viene ese querencia por el tema? Creo que a todo periodista que se dedica a las áreas a las que lo hago  yo le debe interesar. El narcotráfico es un fenómeno responsable del 90% de la población carcelaria mundial y hay muchísimos países cuyo PIB maneja menos dinero que el que mueve ese negocio. Además, hay guerras en los que no hay tantas muertes como esa que se libra contra el negocio de la droga... Es como si cogiese el capitalismo más salvaje, la ley de la oferta y la demanda más implacable, lo metiese en una probeta como hacen los científicos y lo sometiese a condiciones extremas. Eso es el narcotráfico.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Hay guerras en las que no\u00a0","text":"\"Hay guerras en las que no\u00a0hay tantas muertes como en la que se libracontra el negocio de las drogas\""}}Capitalismo más que salvaje... Es que quien consume drogas lo hace cuesten lo que cuesten y no se parará a pensar mucho en qué ha sido necesario que pasara para  tener esa droga en sus manos. Y al otro extremo de la cadena está un tipo dispuesto a vendérsela caiga quien caiga. Yo creo que el narcotráfico cuenta más cosas de las que creemos del mundo en  que vivimos, porque simplemente es una versión extrema de lo más perverso de nuestro sistema.

Cuando llegaron al cártel de Sinaloa, estaba descabezado... Cuando nos planteamos ir, Chapo Guzmán, su líder. estaba aún en la calle y queríamos intentar llegar a él. Si lo había conseguido Sean Peen... Pero lo detuvieron, lo que hizo las cosas mucho más difíciles . Una vez allí nos dijeron: «Si el señor hubiese estado, lo habrían tenido más fácil. Porque si le convencían, les habría abierto las puertas». Ahora hay una inestabilidad tremenda, como ese juego de tronos que se desata en todo tipo de organizaciones cuando cae la cabeza, con golpes por ver quién es el sucesor. Y a nosotros nos ha pillado todo eso en medio. 

Pero llevaban un  salvoconducto:  Amazonas clandestino... Sí, de alguna manera tenemos ese arma. Pero, a veces, es suficiente y otras veces, no. A veces,  un narco te dice: «Me  parece muy bien, pero entiendo que tú estás aquí porque te ha traído ese tipo, el productor que ha organizado la reunión. Y si me sales rana, voy a ir a por él en  persona y es posible que le mate. Esto no es un juego y  te estás haciendo responsable de su vida». 

Pero, al final, salió. Con nuestros trompicones, pero sí,salió.

Y con sus evidentes riesgos. Por cierto, ¿qué se siente al tener enfrente a un tipo adicto a matar? No era el primer sicario que entrevistaba, pero acabas sintiendo algo muy fuerte, terrible: que puede resultar simpático, agradable, educado... Te gustaría pensar que es  muy diferente a ti, pero resulta que es muy parecido. Y eso asusta.

Tanto se han embuido en ese mundo, que han creado una Narcopedia. ¿Piensan publicarla? Queremos darle al telespectador instrumentos para expandir la experiencia. A veces, te quedas con que has grabado 100 horas y van a quedar en cinco capítulos de 44 minutos. Queremos compartir más con la gente, pero no nos da la vida para más; tenemos que seguir produciendo historias. No obstante, en la web de 'Clandestino' irá teniendo unas piezas más de contexto que explicarán más sobre el cártel. 

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/1\/3\/1486754971131.jpg","author":"SERGIO CARO","footer":"David Beriain, con 'mareros', en 'Clandestino' (DMax)."}}Se movieron entre sicarios, mulas... Y también policía corrupta. Sí, la que se ha pasado al otro bando. Un día íbamos el cámara y yo en un convoy, con narcos con pasa-montañas y un Kalashnikov. Había policías. El narco se preparó por si tenía que disparar. «¡Dios mío, que no pase», pensé. Bajó la ventanilla. El policía vio a los dos tipos así y les dijo: «¡Buenas noches! ¿Cómo están?». «Aquí, trabajando…», le respondió el narco. «Bueno, pues que anden bien -le dijo el agente-, ¡Cuídense! ¡Chao!». 

Absolutamente increíble... Yo le pregunté cómo puede ser eso. Y me dijo: «Es que aquí todo el mundo trabaja en lo mismo. También políticos y policías». Entonces hablas con un agente y lo acabas entendiendo. No existe un día que empiezas a trabajar para los narcos. Tu jefe te pide algo, lo haces porque crees en él, y resulta que le pagan los narcos. Y, entonces, dijo: ¿y qué hago yo, que no quiero morir?

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"De un sicario te gustar\u00eda","text":"\"De un sicario te gustar\u00eda\u00a0pensar que es alguien muy diferente a ti, pero es muy parecido.Y eso asusta\"."}}Los dos últimos capítulos se los dedican a los escuadrones de la muerte de El Salvador. Sí. Vivimos  escenas de peligro, pero fue una historia fascinante en un país fascinante. Porque está lleno de gente maravillosa, superseria y supertrabajadora, que vive una situación terrible. Cuantitativamente, en términos porcentuales hay ahora tantos muertos por habitante en El Salvador como en el peor momento de la guerra de Irak. Y, cualitativamente, parece que no basta con matar: hay que descuartizar, mutilar... crear un lenguaje en torno al asesinato. 

Y no reciben ningún castigo. El 85% no lo tienen, quedan impunes. Entonces, la gente piensa en tomarse la justicia por su mano. A veces, se configuran como grupos de autodefensa, escuadrones de la muerte... Unos tienen un perfil más defensivo y otros van más a matar a los mareros. Depende.

Inquieta especialmente esa logia compuesta por filósofos, psicólogos y demás intelectuales. Ese caso es interesante, porque, entre los entrevistados, hay quien dice que si han matado a su familiar y han participado 20, matará uno a uno a esos 20, y ahí se va a quedar, porque solo quiere vengarse. Pero otros quieren limpiar a El Salvador de pandilleros. Y hacen un esfuerzo de racionalización a su manera: vamos a dotarnos de una serie de normas para no sucumbir al puro instinto asesino de la venganza. Pero luego terminan haciendo lo mismo: matando.

O sea, que aunque la guerra civil  acabó, viven otro tipo de guerra. La gente que la vivió dice que esto es mucho peor. Porque antes había dos bandos y, aunque a veces te pillaban por en medio, sabías quién era quién. Ahora no lo sabes y te viene la muerte por la espalda.

Impresionan las cifras que arrojan en el programa. Más que cifras, mostramos la vida que hay tras ellas. Clandestino es un programa a ras de suelo, que no intenta contar las grandes situaciones, sino cómo las vive la gente. Pero sí que hay cifras impresionantes.

Y aparecen tres números significativos: el 13, el  18 y el 701. Sí, hay dos maras principales: la Salvatrucha 13 y el Barrio 18. Y esta e se divide en dos: la sureña y la revolucionaria. El 701 tiene que ver con el número que ocupa el narco Chapo Guzmán en la lista Forbes de las grandes fortunas. Muchos de sus sicarios llevan gorras y ropa con ese número.  Porque mucha gente le admira; le tiene una lealtad clientelar.

¿Qué conclusiones ha sacado con estas duras experiencias? Me considero un curioso de la naturaleza humana e intento desentrañarla a través de esos casos extremos. Auque no he sacado unas conclusiones muy claras, porque soy una persona en búsqueda. Pero lo que asusta es que todos tenemos una pequeña parte de eso que vemos desde fuera monstruoso.