ENTREVISTA EN 'TELETODO'

Pepa López: "A Coralina tuve que cogerla por los cuernos y torearla"

La actriz alicantina ha sido una de las incorporaciones de la segunda temporada de la serie de TV-3 'Merlí', donde interpreta a una maestra malhumorada

OLGA LERÍN / BARCELONA

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Ocurrencias del destino, la actriz alicantina Pepa López, que en la serie de TV-3 'Merlí' da vida a una profesora a la que muchos querrían tener lejos, es licenciada en Magisterio. La veterana intérprete casi no llegó a ejercer (solo impartió clases de expresión corporal), pero sí que ha sentado cátedra en su oficio. Además del teatro y el cine –este último en menor medida–, son recordadas sus intervenciones en 'Laberint d’ombres' (TV-3), 'Crematorio' (Canal+),  'Crematorio' (Canal+)'Bajo sospecha' (Antena 3)

En la primera temporada de 'Merlí' había muy pocas mujeres con carácter. Y ahora tenemos a Coralina. Fue una buena noticia… La verdad es que sí, porque creo que la vida está llena de mujeres potentes y tener la posibilidad de interpretarlas es un placer.

'Merlí' ha recibido alguna crítica porque dicen que fomenta estereotipos machistas. ¿Qué opina? 'Merlí' es un seductor simpático que a la gente le cae muy bien, pero hay que preguntarse si pasaría lo mismo si fuera interpretado por una mujer. Yo creo que no: seguramente, se la juzgaría y se le recriminaría su comportamiento. De todas maneras, se trata de una ficción.

Sí, pero las redes sociales hierven el lunes por la noche…Yo no entro en ese mundo. No sé nada de lo que dicen de los demás ni de mí. En eso soy muy virgen.

¿No es amiga de las críticas? Me gusta que la gente me diga por la calle que se alegra de verme. Es muy agradecido, pero no tengo paciencia para entrar en el ordenador. Estarme ahí tantas horas no es lo mío. Soy una persona analógica.

Algunos reproches también tienen que ver con el exceso de escenas de sexo en la serie.  En la calle me he encontrado de todo: gente que lo ve excesivo y otros que piensan que los jóvenes son así. Coralina dice en un momento que a esta edad los adolescentes son "bombas de relojería con hormonas descontroladas", y ella seguro que sabe más que yo, que ni soy maestra, ni tengo sobrinos de esta edad... Bromas aparte, estoy segura de que la realidad supera a la ficción y que no deja de ser una cosa más de tantas que pasan en la serie. Si engancha tanto a los jóvenes debe de ser porque se sienten identificados. De todas maneras, los niños deberían estar en la cama a la hora que se emite 'Merlí'.

Hablemos de su personaje. El primer día Coralina les dice a sus alumnos que podrán pasárselo muy bien con ella, pero que también puede ser una "mal parida". ¡Vaya carta de presentación! Si a usted le hubiesen dicho eso en clase, ¿cómo habría reaccionado? Pensaría que es una persona con la que hay que hay que ir un poco con cuidado. En contraposición a 'Merlí', no es una mujer empática, pero a lo largo de la serie se está viendo que tiene su corazoncito y humanidad. 

¿Había trabajado con Francesc Orella, el protagonista? Habíamos trabajado en un mismo proyecto, pero no habíamos coincidido mucho. En teatro, por ejemplo, no. Pero es un buen amigo. 

¿Habló con él cuando supo que a usted la habían fichado? No. Cuando vi la primera temporada, le felicité, porque pensé que estaba bien que le dieran un personaje diferente a lo que hace siempre. Los actores necesitamos que nos ofrezcan cosas diversas y él siempre era el malo por el físico o lo que sea. Ha tenido la oportunidad de mostrar otra personalidad. 

¿En ese momento, usted se había imaginado que acabaría también en 'Merlí'? No, no tenía ni idea. Me llamó la persona que hacía el casting y me comentó que le sabía muy mal, pero que tenía que pasar una prueba. Pensé: "¡Uf, a mis años una prueba...; qué pereza, qué castigo!" Pero no tenía trabajo y me presenté. 

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/7\/0\/1479411725807.jpg","author":"CCMA","footer":"Mercedes Sampietro y Pepa L\u00f3pez, en 'La Riera' (TV-3)."}}Y no se ha arrepentido… Me alegré mucho, aunque cuando vi a Coralina escrita pensé: "¡Ay va! Hay que cogerla por los cuernos y torear este toro de lidia". El reto era que se entendiese de dónde sale. Lo que está escrito no es responsabilidad mía, pero a esa escritura hay que darle humanidad para saber desde dónde Coralina hace lo que muestra y para que se la entienda. Y la gente parece que la entienden. 

¿Qué es lo que más le gustó cuando hizo esa primera lectura? Que era una mujer con entidad, que yo tenía un papel potente y que podía trabajar la ironía y el sarcasmo, algo que no había hecho últimamente, porque he estado interpretando personajes muy dramáticos y profundos.

¿Se siente un poco el doctor House por el hecho de interpretar a una mujer coja? No. Además, pensé que no había hecho nunca de coja.

Se dice que algunas personas tienen mala uva por esa afectación. Pero también lo dicen de la gente que tiene úlcera de estómago, porque duele. Eso hace que muestres un carácter determinado.Tenía una amiga que era bajita y me explicaba que para salir a la calle se hacía una especie de coraza para no sentir la agresión. Pues un poco es eso.

¿De dónde le viene esa cojera a Coralina? ¿Se explica al final? No, y ya me hubiera gustado saberlo… Para un actor, cuanta más información tienes, mejor sabes desde dónde haces las cosas. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Cuando veo a","text":"\"Cuando veo a\u00a0un malo en el cine siempre quiero saber por qu\u00e9 el personaje es as\u00ed\""}}Desde el minuto cero todos los dardos le van a parar a usted. Y se ha creado unos cuantos enemigos. ¿Le gusta ser la mala? No había hecho nunca un papel así y es un pulso. La gracia que tiene hacer de mala es que igual que yo me pregunto de dónde le viene, la gente también se preguntará por qué Coralina es así y tal vez cree más expectativa. Cuando veo a un malo en el cine siempre quiero saber por qué el personaje es así.

¿Y lo sabremos? Algunas escenas reflejan un poco de dónde le viene.

Coralina es irónica, sarcástica… E íntegra, inteligente y también tiene una parte de amargada en su vida. Pero, ante todo, es humana.

Hemos visto una secuencia en la que acaricia a un perro y en otra, habla con un hijo… Hay tres o cuatro secuencias que muestran un poco que ella, si no llora, es porque tiene control sobre ella misma. Le podrían caer las lágrimas, pero a veces es más interesante que no lo haga. Y también se puede llegar a hacer que te salgan la tristeza y la amargura. Como actriz, para mí ha sido un ejercicio no llorar en algún momento. He creído que era más interesante no hacerlo.

¿Qué ha supuesto trabajar con gente tan joven para una veterana como usted? Me ha gustado mucho. Uno de los grandes éxitos de la serie es toda esa energía joven. Para mí es muy emocionante ver cómo admiran a los más mayores y el interés que tienen por saber cómo y qué. Esos chicos tienen la cabeza muy bien amueblada: uno quiere acabar sus estudios, otro quiere viajar para vivir experiencias, porque no tiene claro si quiere ser actor… Todos tienen muchas ganas de todo. Además, son muy profesionales. 

¿Ha aprendido algo de ellos? Sí, las ganas, el entusiasmo y ese interés que le comento.

¿Usted, Orella y Ferran Rañé no se han sentido un poco como los padres de las criaturas? Un día nos juntamos Pere Ponce, Boris Ruiz, Francesc Orella y Pau Durà. Nos hicimos una foto y dijimos:"¡La vieja guardia!" [ríe]. Yo con Ferran empecé a hacer teatro hace muchos años. Me enseñó la profesión de la A a la Z.

Es licenciada en Magisterio, pero apenas llegó a ejercer... Solo llegué a dar clases de expresión corporal, porque al año siguiente ya me fui con Rañé y Elisa Crehuet al sur de Francia. Él estaba exiliado y empezamos a montar el grupo Tossal Teatre. Estuve muy poco tiempo ejerciendo. De todas maneras, no sé si sería muy buena como maestra. Ahora sí que alguna vez he ayudado a algún actor a prepararse una secuencia. Transmitir lo que sé en el terreno de la interpretación sí que me gusta.

¿Coralina no le ha reconciliado con el Magisterio? No, creo que estoy en el sitio en el que tengo que estar.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Una vez me\u00a0","text":"\"Una vez me\u00a0tiraron una talla de la Mare de D\u00e9u de Montserrat a la cabeza al entrar en clase\""}}¿De lo que aprendió en la carrera, ha aplicado ahora alguna cosa en la serie? No, porque yo solo tengo cuatro secuencias puntuales con los alumnos y no da para más. Yo estudié en una época muy progre en la que se recomendaba que los alumnos hicieran lo que quisieran. Una vez me tiraron una talla de la Mare de Déu de Montserrat a la cabeza al entrar en clase, porque me dijeron que a la Pepa se la pasaban por los huevos. No tenía ninguna autoridad, porque no tenía experiencia, aunque pienso que un poco de esa autoridad sí que es necesaria.

Vamos, que los jovencitos de 'Merlí' son casi una joya... Sí [ríe].

Coralina imparte Historia. ¿Era una de las asignaturas preferidas de Pepa López? No, porque no tuve una buena profesora. Me gustaban más la Gramática, la Literatura, el Francés, las Matemáticas, el Latín y el deporte.

¿Esa profesora de Historia era como Coralina? Era una monja que me daba mucho respeto, porque tenía mal carácter. Pero no me traumatizó.

¿Y había algún 'Merlí'? No, y menos en la época en la que yo estudiaba. 

Curiosamente, no ha mencionado la asignatura de Filosofía. Pero me gustaba, porque tenía un profesor estupendo. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que es una asignatura fundamental, porque te enseña a pensar. Querían reducir las clases, pero eso sería una barbaridad. Si 'Merlí' sirve para que no ocurra, solo por eso ya merece la pena haber hecho la serie.

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/0\/7\/1479411725870.jpg","author":null,"footer":"Pepa L\u00f3pez y Jordi Banacolocha, en la obra 'Barcelona'."}}En aquellos años era también impensable tener a una Berta en clase, probablemente. Sí, para comenzar nosotros llevábamos uniforme, lo que hacía que todos fuéramos iguales.

¿Si una profesora le hubiera dicho a usted lo mismo que le afeó Coralina a Berta sobre su vestimenta le habría contestado? Interiormente, seguro, pero exteriormente, depende de la represión del momento. Soy rebelde de alguna manera. Mi madre siempre me ha dicho que criarme a mí fue como criar a cinco hijos... Siempre he hecho lo que quería, aunque el carácter se me ha ido moldeando.

¿Cómo vivió su adolescencia? La recuerdo como un sufrimiento, porque no me gustaba físicamente a mí misma, no me encontraba guapa y era patosa con los chicos. Nuestra adolescencia fue rara: nos faltaban muchas cosas. No tiene nada que ver con ahora: apenas había padres separados y los homosexuales no podían hablar abiertamente.

¿En la calle la gente le dice muchas cosas? Sí, me llaman, sobre todo, Pepa, que me alegra más, porque quiere decir que me conocen. He tenido la gran suerte de que todo el mundo que me dice cosas es porque se alegra de verme y me felicita por mi trabajo. Es muy reconfortante, la verdad. No vivo el agobio que algunos jóvenes explican: les persiguen o les envían cartas a casa. Yo estoy fuera de estos circuitos.

¿Le reprochan el carácter de Coralina? No, como mucho me comentan: "!Ay, ay, ay, qué mala que es!" El otro día una señora en el mercado de Santa Caterina me dijo: "Ay, aquella nena que llevaba ese escote… Yo también le digo a mi nieta:  ‘Es que los ojos se van…’” 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"'Merl\u00ed' no hace","text":"\"'Merl\u00ed' no hace\u00a0apolog\u00eda de nada. Es una ficci\u00f3n y hay\u00a0una galer\u00eda de personajes diferentes\""}}Societat Civil Catalana ha achacado a la serie cierto sectarismo por el personaje de Elisenda. Me parece una reacción un poco exagerada, porque creo que 'Merlí' no hace apología de nada. Es una ficción y hay una galería de personajes diferentes con caracteres e ideologías diversas. La gente, a veces, confunde las cosas. Cuando interpreté a Serafina, en La Granja, de Joaquim Maria Puyal, me llegaron a poner en una lista de trasplantes de hígado en el Vall d’Hebron, porque mi personaje se moría de cirrosis. 

Su vocación de actriz es tardía. Sí, empecé a estudiar Economía, porque quería salvar el mundo, pero no era lo mío, y después estudié Magisterio, porque tenía mala conciencia por haber perdido dos años. Justo cuando acabé y me puse a hacer prácticas, como yo hacía pantomima en el Institut del Teatre, Rañé y Crehuet me invitaron a entrar en el Tossal. Y hasta ahora. Conforme fui conociendo la profesión, fui viendo que era mi lugar: ahí encontré mi canal de expresión.

Al ser una actriz madura, ¿le cuesta encontrar papeles? Evidentemente que sí: hay menos papeles interesantes. Toco madera, porque he tenido la ambición de trabajar, pero no de hacer siempre papeles protagonistas. Y me han dado personajes preciosos. Cuando te proponen uno potente como el de Coralina, dices: "¡Qué bien!" Continuaré poniendo velas para que lleguen.