ÉVOLE ENTREVISTA A UN VETERANO

'Salvados' cierra la temporada con José Sacristán

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salvados sacristan EVOLE TELEVISION / periodico

INÉS ÁLVAREZ / BARCELONA

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El programa ‘Salvados’ cierra temporada este domingo (La Sexta, 21.30) con una conversación de Jordi ÉvoleJordi Évole con el veterano actor José Sacristán, un hombre profundamente de izquierdas y politizado, cuya biografía y filmografía le sirven al programa para hacer un repaso de la historia reciente de España. No es la primera vez en esta novena entrega que se ha dedicado un programa entero a un personaje. Los otros personajes (Julio Iglesias aparte) fueron Mariano Rajoy y Arnaldo Otegui, aunque no han sido los temas políticos los más habituales en el espacio.

“Estamos en una cadena con una programación tan volcada en la política, que si el domingo encima pones más política, no sé cómo se lo tomaría el telespectador. Por eso en ‘Salvados’ intentamos diferenciarnos y poner cosas nuevas”. Así lo justifica Évole, y eso que siempre han sido los personajes politicos los que les han deparado los mejores índices de audiencia. Esta temporada no ha sido una excepción: el inétdito cara a cara Albert Rivera-Pablo Iglesias fue visto por más de 5.2 millones de personas, récord histórico del programa, y la visita a Rajoy en la Moncloa, por más de 3,8 millones.

Además, el espacio se despide líder absoluto de los domingos y, a falta de emitirse su última entrega, iguala su mejor temporada histórica con un 14,7% de cuora y más de 2,9 millones de telespectadores. No obstante, Évole no se hincha: “Creo que estamos demasiado pendientes de las audiencias, del numerito. Porque hay una medición intangible, que puede ser la repercusión, o que al día siguiente en un bar se hable del tema, que no se refleja en ningún sitio. Las audiencias sociales no tienen que ver con las reales”, afirma.

Machismo y moda 'slow cost'

Entre esas "cosas nuevas" a las que se refiere el periodista, algunas han tenido una gran repercusión (y audiencia), como el tema del machismo que mata o el de la explotación laboral en las marcas de ropa 'slow cost'. En este último caso, como ya ocurrió con las eléctricas, el programa no gustó mucho a las empresas afectadas: “Estamos obligados a recibir presiones. Hay una gente que se dedica a presionar y tú, como periodista, debes dedicarte a lograr publicar o emitir lo que tú consideras que se debe publicar o emitir. Y si no tuviera los directivos que tengo, no podría hacer lo que hago”, admite.

Son muchas las personas y temas que han pasado por el programa esta temporada, pero cuando Évole recogió el premio Zapping, el pasado mes de marzo, destacó dos: “Marina, una chica que sufrió maltrato por parte de su pareja, que para mí es una auténtica heroína, y aún se me pone la piel de gallina al pensar en ella, y Luis Ortiz, de 99 años, que fue un esclavo del franquismo y, a pesar de todas las panurias que pasó, se sigue reivindicando”.

Actor comprometido

Aunque el personaje con el que charla esta semana Évole, José Sacristán, tampoco dejará indiferente. El actor, que llegó a la popularidad en la época del ‘landismo’ y cuya carrera evolucionó hacia el cine del compromiso político, demuestra tener una lengua bien depilada, ya que suelta críticas a diestro y siniestro. “La izquierda ha ido desclasándose", confiesa, decepcionado. En cuanto a la crisis, considera que es "esto es una una guerra y los muertos son siempre los mismos". Y añade: "Esta insolencia con la que el poder económico está marcando las reglas del juego es más que una crisis, y a la izquierda le ha faltado contundencia”. 

Con su valioso testimonio, que ofrece pinceladas de las épocas que ha vivido, y con fragmentos de sus películas más comprometidas, el programa intentará dar respuesta a cuestiones como si se puede comparar la dureza de la posguerra con la crisis actual; si la Transición fue un fraude; si es necesario que se posicionen los actores políticamente (él pidio el voto para el PCE en 1977); si existen paralelismos entre la llegada del PSOE al poder en 1982 y el actual advenimiento de Podemos, y qué responsabilidad tiene la izquierda en la actual crisis de confianza en la política. El público está formado, en esta ocasión, por un grupo de jóvenes, que intervienen en la charla entre Évole y el actor para explicar sus propias experiencias.