ENTREVISTA

Lolita Flores : «En 'Tu cara me suena' no interpreto a ningún personaje. Soy yo»

La cantante y actriz simultanea con el teatro su labor como jurado del popular concurso de imitaciones de Antena 3

Lolita

Lolita / periodico

INÉS ÁLVAREZ / BARCELONA

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Lolita no necesita presentación. Miembro de una saga de artistas encabezada por Lola Flores, lleva 40 años tocando, con éxito, diversos palos en el mundo del espectáculo: es cantante, actriz (alterna las obras 'La plaza del Diamante' y 'La asamblea de las mujeres') y en la tele la hemos visto haciendo diferentes tareas. Ahora está ocupada en valorar a los concursantes de 'Tu cara me suena', en Antena 3; un encargo que disfruta porque, dice, no hay guion, y puede hacer y decir lo que le apetece. Lolita en estado puro, vamos.

–Si ya era fan del programa, soñaría con estar algún día dentro

–Sí, yo lo veía en la cama. Porque a esa hora, a las diez o diez y cuarto de la noche, ya he cenado. Entonces me ducho y me meto en mi camita tranquila, y ahí veo los programas. Para mí es una lotería. Los he visto todos: el de Arturo Valls, el de María del Monte, el de Los Chunguitos, el de Javier de Los Pecos –que yo estaba allí, como empujándole–, el de Toñi de Azúcar Moreno… Los he visto todos. Soy una fan, y los días que no podía verlo porque estaba trabajando, como lo repiten los sábados... Ay, no los domingos, que el que repiten el sábado es La voz kids, donde trabaja mi hermana. Pues igual que me pasa con Rosario, los días que no puedo verla en su programa porque estoy aquí o haciendo teatro, la veo el sábado. Y Tu cara me suena, el domingo.

–Ha venido a hacer de jurado, pero ya la hemos visto imitar. 

–Sí, pero yo ya lo he dicho bien claro: he hecho el dúo las Baccara con Shaila Dúrcal y nunca más. Yo no sirvo para imitar; yo sirvo para hacer lo que sé hacer. Además, si me hubieran puesto las Azúcar Moreno, lo habría hecho mejor, pero las Baccara... No, yo sé hacer lo mío, y cantar y bailar como yo lo hago.

–¿Y se ve usted haciendo de Rosario y que ella haga de Lolita? 

–No. Y a mi hermana le pasa exactamente igual. Somos muy... no me sale la palabra, autóctonas. Sabemos lo que es lo nuestro, y a lo mejor podemos incorporar pasos de otra gente, pero dentro de lo nuestro.

–¿Cuánto tiempo estuvo en manos de las maquilladoras? 

–No lo recuerdo, pero sé que les dije: «Sois cirujanas». Es acojonante cómo lo hacen. Y lo mismo pasa con el vestuario, que es exacto. Y, ahora, además, que están haciendo con hologramas los personajes… Pero no, no quiero imitar más. No. Yo soy un mero jurado y lo único que me dedico es a valorar las actuaciones.

–Que no es poco, sobre todo visto el alto nivel que hay este año. 

–Ya le digo. Ya en la segunda gala lo tuvimos fatal, porque hay gente a la que le tengo que poner un 9 cuando se merecen un 12. Pero no puedes dárselo a todos, claro.

–Aunque esta vez no está tan claro, ¿tiene ya sus favoritos? 

–Me gustan todos, porque hay gente que tiene una facilidad, una técnica , como Ruth Lorenzo, que mueve su voz hacia donde quiere. Pero Falete me ha sorprendido muchísimo. Luego está Pablo Puyol, que lo conozco desde hace mucho, porque empezó conmigo, en Canal Sur, haciendo un papel chiquitito como actor en Con otro aire. A Edu Soto yo ya lo conocía como cantante, porque me compuso un bolero precioso con Javier Limón, pero aún así me está sorprendiendo. Y, luego, El Sevilla, que hasta se ha afeitado la barba y está interpretando a personajes como Janette, que tú dices: «Para nada». Te sorprendes.

–¿Qué le pareció cómo hizo Edu Soto de su hermana Rosario? 

–Cuando le vi salir… Luego ya me reía y me metí mucho con él. Y es que, al fin y al cabo, esto es un programa de televisión, y no puede ser lineal: tiene sus altos y sus bajos, y reímos y lloramos. Pero no hay guion, la verdad. Yo me siento muy libre: digo lo que me apetece, hago lo que quiero. Si quiero levantarme, me levanto; si quiero sentarme, me siento… No estoy coaccionada para votar a uno y otro, sino que estoy a mi libre albedrío. Estoy encantada. No hago ningún personaje, soy yo.

–Por cierto, se da la casualidad de que las dos tienen programa en antena. ¿Hay rivalidad? 

–No. Hay gente que se empeña en poner rivalidad entre Rosario y yo, y no la hay. Para nada. Primero, porque son dos concursos completamente diferentes: en uno, 'La voz kids', hay unos niños que cantan, que van a ser futuros artistas, y, en cambio, 'Tu cara me suena' es música con artistas ya hechos y derechos, que ya tienen cada uno su carrera y que simplemente están imitando a compañeros. No tienen que ver uno con el otro. Y, luego, de rivalidad nada. Yo a mi hermana la adoro y nos respetamos muchísimo. En casa somos todos artistas: mi madre, mi padre, mi tía, mi hermano, mi hermana, ahora mi sobrina Alba, mi hija y mi hijo, que es rockero...

–Hablando de sagas de artistas, ¿cómo ve a Shaila de jurado? 

–Muy bien, es muy dulce. Viene de una familia también de artistas [es hija de Junior y Rocío Dúrcal], y está muy bien educada, muy bien criada, y sabe lo que debe decir.

–¿Le pide consejo a usted? 

–Quizá yo le sirva de apoyo porque soy mayor que ella y madre de dos hijos, mientras que ella ya no tiene a la suya, a la que amaba profundamente. Y en cuanto a su padre… Yo me enamoré de él con 11 años. Tenía pósters de Junior y de Los Brincos por todos lados. Les quiero mucho. Es una familia que ha entrado mucho en mi casa. De hecho, mi madre, Lola Flores, era madrina de su hermana Carmen. Y ella, pues eso, es una niña superdulce.

–Usted había hecho antes de jurado en 'El pueblo más divertido'. 

–Sí, en TVE. Pero eso era muy distinto. Tu cara me suena precisamente se caracteriza por ser diferente. Gracias a Dios, las televisiones, y ahora sí voy a soltar una lanza por todos los canales, tienen su apartado de entretenimiento, sus programas de diversión, pero es muy difícil lo que se está haciendo en Tu cara me suena. Yo alucino, porque todos los concursantes tienen su personalidad y muy marcado lo que ellos hacen, y meterse en otra persona, en otro artista con otra tesitura – más flamenco, más pop, más rockero...– no es fácil.

–Siempre le ha gustado la tele... 

–Sí, pienso que la televisión entretiene muchísimo. Muchas veces te ayuda a no estar sola. Cuando mis hijos salen o a mí me apetece quedarme en casa, me acompaña muchísimo. Y soy fan, por ejemplo, de los telediarios. Veo el de TVE- 1, La 2, Cuatro, Tele 5 y el de Antena 3, porque me gusta estar informada. Sí que consumo televisión.

–¿Y como profesional? Con la crisis del cine, la tele se está convirtiendo en refugio de actores... 

–Es que se está haciendo una ficción fabulosa, unas series que son cine. Le estoy hablando de 'Velvet' como le puedo hablar de Mar de plástico… Ahora mismo estoy en Antena 3, pero le podría hablar de un montón de ellas. Se está haciendo una ficción muy buena. Y los actores somos actores en un escenario, ante una cámara de cine o una de televisión. Es nuestra profesión: interpretar un personaje. Y los guiones también son mucho mejores, la iluminación, el vestuario… 'Gran Hotel' fue un hit; El internado… donde estaba mi hija, Elena Furiase. Ahora estoy enganchada a 'Carlos, rey emperador', de TVE, porque antes había visto Isabel… Y es que consumo muchas series de todas las cadenas. 

–Usted ha participado en muchas. 

–Sí. En 'Hotel Royal Manzanares'….

-'El internado', 'Hospital Central', en '7 vidas'... 

–En muchas... Menos en 'Los Serrano'. También en algunas de teles autonómicas, como la de Valencia. Yo voy allí donde me llaman, y si me gusta el guion, lo hago.

–En cuanto al cine, imagino que siempre llevará 'Rencor', con la que ganó un Goya, en el corazón… 

–Sí. Luego he hecho más cosas, aunque como protagonista absoluta no me han vuelto a llamar. Pero, bueno, yo tengo paciencia. Son rachas y ya me llamarán.

–Donde no para es en el teatro. 

–Sí. Este año no he tenido vacaciones porque he estado haciendo dos funciones de teatro: 'La plaza del Diamante' y 'La asamblea de las mujeres', hasta finales de agosto. Ahora sigo con 'La plaza de Diamante' y luego descansaré e igual retomo 'La asamblea...', que es un regalo del cielo que Dios me ha dado.

–En 'La plaza...' está sola en escena. Eso debe de desgastar. 

–Por eso estoy tan delgada. Creo que pierdo dos kilos en cada función. Pero es un texto tan bonito… Y contar esa historia... Aunque sea una historia de Mercè Rodoreda, hay muchas mujeres en el mundo como la protagonista. Al ver las imágenes de los países en los que ha habido guerra últimamente, me doy cuenta de que hay muchas colometas que van arrastrando a sus hijos sin saber en dónde van a caer. Y la Colometa, desgraciadamente, y digo desgraciadamente por todo lo que está pasando en el mundo, está muy vigente. Muchas mujeres tienen que dejarlo todo, no tienen qué darle de comer a sus hijos y llegan a pensar en quitarse la vida y quitársela a sus hijos. Pero, al final, siempre hay una ventana que se abre y alguien te da la mano.

–¿Cómo compagina tanta cosa? 

–Con unas ojeras hasta aquí. Haciéndolo, porque he estado mucho tiempo sin hacer nada, y cuando te viene el trabajo, es una bendición de Dios. La gente me dice: «¡Uy, es que ahora tienes mucho trabajo!». Pero no se acuerdan de cuando no lo tenía. No se acuerdan de cuando nadie me llamaba para hacerme una entrevista. Y ahora, gracias a Dios, lo tengo y, entonces, lo debo aprovechar. Porque mis hijos son grandes, ya son mayores de edad. Por supuesto que me necesitan, y yo también a ellos, pero ya los veo suficientemente.

–También acaba de rodar una película, 'Soledad', con su hija. 

–Tengo un papel pequeñito, ni siquiera coincido con ella. La protagonista es Elena. Y mi hijo ha hecho un disco aquí en Barcelona, con Doctor Music, y ahí estamos. Lo hemos hecho nosotros. Es rock de los años 70 y muy especial. Mi hijo no se parece a nadie de la familia, tiene su sello propio. Es músico, porque los genes de mi madre y de mi padre pesan mucho. Somos todos artistas. Y los que vienen detrás, creo que también, aunque aún son pequeños.

–¿Está contenta de cómo se desarrolla la carrera de Elena? 

–Elena podría estar trabajando mucho más, porque es una actriz que se merecería estar haciendo una serie o más cine. Pero creo que debe tener paciencia. Está muy preparada y, de hecho, no para, las cosas como son. Está haciendo cortos y cine independiente, y no para. Y es muy joven: tiene 27 años y en esta vida tienes rachas en las que trabajas muchísimo y otras menos.

–Y ella, ¿en cuál está ahora? 

–En una intermedia, en la que trabaja, pero creo que se merecería algo más. Aunque estoy segura de que tarde o temprano lo va a lograr, porque tiene todos los valores. No solo es buena actriz, sino que es un ser humano superespecial. Tiene una luz tremenda. Yo he tenido rachas, y era la misma Lolita de siempre. Esta profesión es así, no trabajamos en una oficina. Aunque también se despide en ellas. Pero no somos oficinistas, sino artistas, y, a veces, se trabaja más y otras menos.

–¿Y su sobrina Alba Flores? 

–Con el tiempo que se tiró preparándose y... La pobre mía, estudiando en Corazza, un día vino a comer a casa y dijo que volvía del zoo, que le habían dicho que fuera a ver un camello para aprender sus movimientos, porque nunca se sabe. Yo me empecé a reír, y ella conmigo, y me dijo: «Que no, tía, que es un ejercicio». Se ha pasado mucho tiempo haciendo teatro y dirigía, pero llegó Vis a vis y mire dónde está.

–Ya prometía con su papelito en 'El tiempo entre costuras'

–Pero son rachas. Mientras que haya un Flores trabajando…

–Por cierto, felicidades: este año se cumplen 40 años de su 'Amor amor'. ¿Lo piensa celebrar? 

-'Amor, amor' es algo que está ahí en mi carrera, como 'Sarandonga', 'Que será de mí', 'Estúpido' y un montón de canciones que tengo o cosas que he hecho. Si tuviera que celebrar todas las cosas que he hecho en 40 años, estaría de fiesta todo el día.