La serie 'Juego de Tronos' alaba a los catalanes en su adiós

El rodaje de Juego de Tronos Juego de Tronosdijo adiós a Catalunya el pasado viernes, aunque el gran despliegue de medios de la productora HBO para llevar a cabo la filmación (primero en Girona y desde el pasado jueves en Canet de Mar) ha obligado a los técnicos y operarios a trabajar a destajo durante el fin de semana en la localidad del Maresme para recoger la gran cantidad de material que utilizaron en la decoración del castillo de Santa Florentina. Una fortaleza en cuyo gran salón, presidido por una magnífica chimenea modernista, se rodaron escenas relacionadas con la familia Tarly. También se filmaron tomas en el corredor que atraviesa el patio de armas y en la habitación real, donde se alojó el rey Alfonso XIII en 1908.

Si durante los 14 días que la productora rodó en Girona los fans de la serie pudieron atisbar a alguno de los principales actores de la saga como Maisie Williams (Arya Stark) o Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), en Canet el hermetismo fue absoluto. «La única anécdota que ha trascendido ha sido que las galletas  que ha creado el establecimiento My Sweet Dreams Cupcakes inspirándose en la serie fueron muy apreciadas por el actor John Bradley (Samwell Tarly) durante un descanso del rodaje», según han explicado fuentes que han seguido de cerca la filmación. Como también debió de serlo la cena que compartieron una decena de actores de Juego de Tronosen el Celler de Can Roca el pasado martes. No es de extrañar, por tanto, que tras comer en el mejor restaurante del mundo los actores abandonaran Girona entre alabanzas a su gente, sus paisajes y, cómo no, su gastronomía.

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Ahora, el circo audiovisual de HBO se desplazará a otros lugares de España, como Almería, las Bárdenas Reales de Navarra, Peñíscola o el castillo de Zafra, en Guadalajara. Un periplo ibérico favorecido por la normativa que ha entrado en vigor este año y que ofrece una deducción del 15% de los gastos realizados por las producciones extranjeras en territorio español siempre que estos sean como mínimo de un millón de euros. El importe máximo de esta deducciones no podrá sobrepasar los 2,5 millones, pero si a esta cantidad sumamos la tasas municipales que se ahorra HBO en la mayoría de ciudades que, como Girona, no les cobran ni un euro, el monto final supera con creces esa cifra.

RETORNO /  Unas ventajas que el ayuntamiento considera más que justificadas por el gran retorno económico y publicitario que proporciona la serie a la ciudad. Según los primeros resultados de un estudio encargado por el consistorio para poner cifras a ese impacto, las más de 10.400 publicaciones registradas entre el 1 de mayo y el 13 de septiembre (tanto en las redes sociales como en la prensa y blogs) relacionadas con la presencia de la saga en Girona han supuesto un impacto publicitario valorado en 3,6 millones de euros.

Estas publicaciones han tenido 1.333 millones de visualizaciones en todo el mundo, especialmente en Francia (41,5%), en Gran Bretaña y EEUU, que han sumado otro 35,7%, y en el resto de España, donde han consumido un 16%. A estos datos cuantitativos, proporcionados por el propio alcalde Carles Puigdemont en el último pleno municipal, hay que añadir los adjetivos más utilizados a la hora de describir la ciudad, entre los que destacan como más usados «fantástica», «próxima», «abierta» y «medieval».