entrevista

Carlos, ganador de 'Masterchef': "El jurado ha sido duro, pero está para hacer críticas"

"La rivalidad de Sally era sana, no había maldad", afirma sobre su contrincante en el duelo final del concurso

Carlos, con el premio de ganador de 'Masterchef'

Carlos, con el premio de ganador de 'Masterchef' / periodico

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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Un bocadillo de calamares con pan de tinta, merluza con ajo negro y huevas y torrijas con pan de brioche y frutos rojos ha sido el menú que ha coronado a Carlos, el joven de 24 años de Talavera de la Reina (Toledo), como el ganador de la tercera temporada de 'Masterchef'. Después de su victoria, este vendedor ambulante de embutidos se ha embarcado ya en otro proyecto televisivo, 'Cocineros al volante', en el que lo veremos a partir del próximo martes en TVE-1 (22.30 horas) junto a su padre.

-¿Ya ha pensado qué hará con los 100.000 euros que ha ganado en 'Masterchef'?

-Lo primero, pagar a Hacienda, que se lleva un buen cacho (ríe). Luego tapar agujeritos, que las cosas no van del todo guay y, además, lo voy a invertir en una 'food truck'.

-¿Con la que viaja en 'Cocineros al volante'?

-¡No! Esa es una chatarrilla que he alquilado para el programa para ir con mi padre porque fue todo muy rápido. Cogeré algo mejor, más preparado.

-Los ganadores de otros años decían que su sueño era montar un restaurante. El suyo es montar una 'food truck'.

-Sí, mi padre lleva 38 años con la venta ambulante y yo, por decirlo así, lo he mamado. Mi pasión es cocinar y mi vida es la venta ambulante y, si lo fusionamos, tenemos una 'food truck'. Así que ahora que está de moda y en todos los países está normalizado, ¿por qué no montar una?

-¿Tiene previsto hacer algún 'stage' con alguno de los jueces del programa?

-Estoy muy interesado, pero tampoco me han propuesto nada todavía. Tampoco ha habido tiempo, porque ha sido acabar con todo este follón y me he metido en otro, en 'Cocineros al volante', así que todavía no me ha dado tiempo a hablar con nadie. No me ha dado tiempo ni a pasar por casa. La misma maleta de 'Masterchef' me la llevé a 'Cocineros al volante'.

-Después de tres meses en 'Masterchef' le han quedado fuerzas para meterse en otro 'talent show'…

-Sí, pero… ¡uf! Pocas me quedan ya.

-Su relación con el jurado ha sido bastante cordial, ¿no cree?

-Sí, es que son amables y muy cercanos. Hacen su trabajo, tienen que dar caña pero son unas personas espectaculares.

-¿No piensa que este año han sido más duros con los concursantes que en las dos anteriores ediciones?

-No lo sé. Tampoco puedo decir que sí porque yo lo he vivido en primera persona y a lo mejor me ha parecido a mí que han sido bastante duros, pero tal vez otros años también lo fueron. Hacen su trabajo, están ahí para hacer críticas constructivas.

-Una de sus compañeras en el concurso, Lidia

-Yo no lo creo. A veces sí que ha habido críticas más duras que otras, pero para nada hasta llegar a ese punto.

-¿Ni siquiera con la valoración del 'león come gamba' de Alberto? ¿No se pasaron entonces?

-En ese caso a lo mejor sí que han sido más duros de lo que tenían que haber sido pero, luego, rectificar es de sabios y han pedido disculpas. Y eso los convierte en más grandes aún.

-Los seguidores del programa le han visto casi desde el principio como claro favorito a la victoria. ¿Usted también se veía ganador?

-¡No! Ni sabía que tenía tanta gente detrás, de verdad, ha sido una locura. Como estamos aislados mientras concursamos, tú cada día te levantas, cocinas y ya está, no te esperas que haya tanto 'boom', es algo alucinante.

-Sally también le veía como su mayor rival. Ella vivía esa competitividad con cierta tensión. ¿Cómo la ha vivido usted?

-Yo no lo he vivido con tensión, me lo he pasado muy bien y la rivalidad de Sally la he descubierto ahora que hemos salido. Pero Sally es una chica estupenda. La rivalidad era sana, no era con maldad en ningún caso.

-No lo parecía cuando a ella se le escapaba "te odio" cuando usted hacía un buen plato…

-Eso sí que me sorprendió un poquito. Luego te pones a pensarlo y lo dijo en plan cariñoso. Después en casa todo genial con ella, es una persona estupenda. Es una tía muy luchadora, y por eso tiene su genio y su carácter.

-Pero estaba un poco obsesionada con usted…

-(Ríe). Tampoco creo que sea obsesión. Es muy competitiva y ella pensaba que iba a ser el fuerte y por eso se centró en mí más que en otras cosas. 

-Usted había estudiado antes cocina, ¿no?

-Sí, he hecho el amago de estudiar cocina, como el amago de estudiar mecánica…

-O sea, que no iba mucho a clase. 

-Es que soy un desastre para estas cosas. Es una historia larga. Estuve de vigilante de seguridad, lo dejé, me metí con mi padre en la venta ambulante, y como quería cocinar también me apunté a un curso, pero entre unas cosas y otras iba muy de vez en cuando.

-'Masterchef', entonces, le ha servido para centrarse en lo que quiere hacer: cocinar.

-Sin duda. Este programa me ha hecho centrarme, ha sido el que me ha puesto orden en la cabeza y me ha ayudado mucho en el tema personal. 

-¿Qué chef considera como su mayor referente?

-Realmente todos los chefs tienen un valor. Siempre se aprende algo de cualquier cocinero. Nadie es más que nadie en esta profesión. Hasta el cocinero de una tasca te puede enseñar muchísimas cosas. Unos tienen estrellas, otros no, pero del primero hasta el último te puede enseñar algo. Todos tienen su punto débil y su punto fuerte.

-¿Cómo describiría su cocina?

-Primero la tengo que limar un poquito. Me gusta lo clásico y me gusta lo vanguardista. Y si lo mezclamos, ¡ya es la leche! Me gustaría mezclarlo, algo clásico, lo de siempre, pero llevado a un punto diferente. Como el bocadillo de calamares que hice en el duelo final.