Jesús Hermida se apaga

«Es mejor irse, para que quizá te echen de menos, que quedarte, para que seguramente te echen de más». Esta lúcida reflexión de Jesús Hermida (en una entrevista que concedió a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA en el 2012) está de triste actualidad: el histórico e icónico periodista falleció el lunes en Madrid a los 77 años, víctima de un derrame cerebral que sufrió el pasado sábado.  Hoy, a las 12.00 horas, se abrirá la capilla ardiente en el Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos (Madrid), y ya se organiza un acto de despedida para las 20.00 horas.

Tras casi medio siglo de periodismo, de Jesús Hermida (Ayamonte, Huelva, 27 de junio de 1937) queda su imagen de comunicador, especialidad televisiva de la que él fue pionero en España gracias a sus años como corresponsal de TVE en Nueva York. Fue en aquella década (1968-1978) en la que  Hermida descubrió qué era comunicar en pantalla, ser un anchorman,anchorman viendo a maestros como Walter Conkrite informando y actuando. Porque ante la pantalla hay que actuar, dar sentido a un flequillo que marcaba la diferencia, a unas pausas en las frases que creaban expectación y a una rotundidad al final de la alocución que despejaba toda duda sobre la verosimilitud de la información y el informante.

Su primer gran examen de anchorman fue a lo grande: la llegada del hombre a la Luna en 1969. Él nos hizo ver y vibrar con lo que se intuía en la masa de grises con moscas que fue un gran paso para la Humanidad. El de Hermida fue un salto a la consolidación de un personaje que ya pasó a ser parte de la historia de la tele.

Pero aquel anchorman patrio aún dio más pasos. Con lo que aprendió en un provechoso master de 10 años en EEUU, volvió a Prado del Rey para dirigir De cerca (entrevistas), el informativo Crónica 3, el debate Su turno...

Tras una etapa en la radio, Hermida aceptó el reto de Pilar Miró y en 1987 volvió a TVE para poner en marcha el primer gran magacín matinal, Por la mañana, cuatro horas de puro directo en el que aplicó lo que sabía del TV show en EEUU y, de paso, demostró sus dotes de coach: relanzó a María Teresa Campos y Javier Basilio y descubrió a Nieves Herrero, Consuelo Berlanga, Irma Soriano, Miriam Díaz-Aroca, Patricia Vico,.. Eran, son y serán las chicas Hermida.

Pero le quedaba una asignatura, la esencia de su master: la TV privada. Y le ayudó a dar este paso Antonio Asensio, por entonces presidente de Antena 3, que en mayo de 1992 le nombró director de A-3. La etapa de Hermida en esta cadena (hasta octubre del 2003) fue una de las mejores, como reconocía en este diario, recordando a Antonio Asensio: «Una de las grandes figuras que ha habido en esta profesión, el hombre que defendía la libertad y gozaba y sufría con los programas de Antena 3. Ha sido, junto a Polanco, uno de los grandes empresarios de la comunicación».

Su última aparición en TVE fue en el 2013 con una entrevista a Juan Carlos I en el 75º cumpleaños del Monarca, una interviú que fue criticada por su ser excesivamente amable. Pero como dijo Hermida, nunca se planteó como entrevista, sino como una conversación entre dos septuagenarios que hace mucho que se conocen. Como él mismo había dicho, quizá esta entrevista ya estaba de más.