ADIÓS A UN GRAN PROFESIONAL DE LA COMUNICACIÓN

Bachs 'tanca la paradeta'

El presentador de éxitos como 'Filiprim' y 'Un, dos, tres...' fallece a los 70 años en Barcelona

MANUEL DE LUNA / BARCELONA

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Tendría unos 13 años cuando vio claro que lo suyo no era heredar la tienda de comestibles de su padre, sino la comunicación. Así que se matriculó en una academia de radio. Esto le permitió, dos años después, ser becario/oyente en una emisora de la Via Agusta de Barcelona que fue cuna de maestros  del medio: Ràdio Joventut. Así empezó hace más de medio siglo la carrera de Josep Maria Bachs, uno de los grandes profesionales de la radio y la tele de Catalunya, que el domingo falleció en Barcelona, a los 70 años, víctima de un cáncer. Hoy, a las 11.30 horas, se celebra su funeral en el Tanatori de Les Corts.

«Maestro de radio y televisión», según Àngel Casas; «un gentleman», para Mari Pau Huguet; «un profesaional muy sólido y culto», apuntó Salvador Alsius... Estas fueron algunas de las primera declaraciones que ayer ofreció TV-3 de excompañeros y amigos de profesión de Bachs, a la que posteriormente se unió otra del mundo de la política: Ferran Mascarell. El conseller de Cultura lo calificó como uno de los constructores de la televisión catalana.

Efectivamente, Bachs es parte de la tele del país, pero donde realmente se formó y primero demostró su categoría fue en la radio. Y su primer granito de historia lo puso en Ràdio Joventut: en esta emisora, que revolucionó el medio en Catalunya, puso en marcha en 1968, junto a Joan Comellas y Àngel Casas, Barcelona internacional, el primer espacio íntegramente en catalán tras la guerra civil (Salvador Escamilla ya hablaba catalán en Radio Barcelona, con Radioscope, pero era un espacio bilingüe).

'QUISICOSAS' // Su primer gran éxito llegó con Barcelona palmo a palmo, junto a Pedro Ruiz. Cuando este se fue a Radio Barcelona (de reportero deportivo), Bachs tomó las riendas del programa y lo rebautizó como Quisicosas (1967-82), alocado magacín de noticias absurdas que, con el personaje de Rodolfo, hizo las delicias de toda una generación de jóvenes (ahora ya talluditos) oyentes.

Otro de los espacios míticos de aquella época fue El sacapuntas («¡¡¡Misora, me siente!!!!!»), vitriólico show de fin de semana, con figuras como Miquel Argimbau, José María Pallardó, Jordi Estadella..., que se considera como el precursor de Polònia.

Su salto a la tele era inevitable y llegó con su paso a los servicios informativos de TVE, en los ya desaparecidos estudios de Miramar. Allí empezó a colaborar en el programa informativo  Giravolt, y también a aparecer en pantalla, apadrinado por un entonces muy afamado periodista, Ricard Fernández Deu.

Y aquí empezó a fraguarse la imagen más conocida de Bachs, que demostró su categoría y fino sentido del humor cuando, en 1984, la incipiente TV-3 lo fichó para presentar el concurso Tres i l'astròleg. El éxito de esta espacio le permitió encadenar una serie de programas que han hecho historia en la tele catalana: Filiprim, La parada, Dicciopinta, Dos quarts de Bachs, 10 de 3, Ara va de riure... En 1995 tuvo su gran oportunidad cuando Ibáñez Serrador lo fichó para el mítico Un, dos tres... Un gran reto que se convirtió en un gran suplicio por su poca sintonía  con Chicho, un obseso de la perfección. Tras esta etapa estatal, volvió a TV-3 (Si l'encerto,  l'endivino, Passi-ho bé!, A+a+...). En el 2009 debutó en BTV con su último trabajo televisivo, Connexió Barcelona, oferta que le hizo el director del canal: Àngel Casas. Así se cerró el círculo perfecto de una carrera única.