POCAS SORPRESAS

'Breaking Bad' y 'Modern Family' vuelven a reinar en los Emmy

La serie 'Juego de tronos', gran perdedora de la ceremonia de los premios de la TV estadounidense

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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En los últimos años la televisión se ha convertido en una caja de maravillosas sorpresas, casi tantas como las que le faltaron la pasada madrugada a la gala de los Emmy que premia cada anualmente en EEUU a los mejores trabajos para la pequeña pantalla. Por quinto año consecutivo, 'Modern Family' fue elegida como mejor comedia, mientras 'Breaking Bad' se imponía en la categoría dramática, esta vez con un total de cinco galardones. Para sus rivales, es toda una suerte que la serie de Vincent Gilligan sea ya historia porque sus actores, empezando por el majestuoso Bryan Cranston, se llevaron tres de las cuatro estatuillas a la interpretación dramática.

Si hubo una gran perdedora, esa fue 'Juego de tronos'. Partía con más nominaciones que nadie, 19, y acabó sin estrenarse. Tampoco rascó bola otra de las joyas de la HBO, 'True Detective', la que ha sido una de las revelaciones de la temporada, aspirante junto a 'Downtown Abbey', 'Mad Men' y 'House of Cards' a dejar al narco-profesor Walter White y sus compinches sin el reconocimiento que sin duda ha merecido su explosivo final de fiesta."Muchísimas gracias por esta maravillosa despedida a nuestra serie", dijo en el teatro Nokia de Los Ángeles su creador, Vincent Gilligan, que en los últimos dos años ha cogido el testigo de 'Homeland' y ha acabado con la era de 'Mad Men'.

La cámara y el humor de la noche buscaron repetidamente al guaperas Matthew McConaughey, protagonista junto a Woody Harrelson de 'True Detective'. Pero en esta ocasión no iba a repetir el éxito de los Oscar. Cranston arrasó por cuarta vez como mejor actor dramático, una oportunidad que aprovechó para recordar que de niño era un pillo que buscaba siempre los atajos, pero con el tiempo se dio cuenta de que el trabajo da réditos. "Buscad las oportunidades, arriesgaos y encontrad una pasión porque realmente merece la pena", dijo dirigiéndose a las jóvenes generaciones. Sus cómplices en la serie, Aaron Paul ("Dios mío, 'Breaking Bad' ha cambiado mi vida"), y su mujer, Anna Gun, triunfaron en las categorías de reparto.

Gran momento para las mujeres

Julianna Margulies se llevó su segundo Emmy a la mejor actriz dramática por su papel en 'The Good Wife', el 'thriller' político de la CBS. "Qué momento tan extraordinario para las mujeres en televisión", dijo la actriz judía, que empezó su carrera en 'Urgencias'. En la categoría de comedia, el galardón fue por tercera vez consecutiva para Julia Louis-Dreyfus por su papel de presidenta de EEUU en 'Veep'. Jim Parsons, el 'nerd' (empollón) de 'The Big Bang Theory', también repitió como mejor actor cómico.

Seth Meyers se estrenaba como maestro de ceremonias, pero al que fuera uno de los cerebros de 'Saturday Night Live' le faltó chispa y estuvo soso en la conducción. En cambio, esta 66ª edición de los Emmys recordó con la emoción que se merecía al malogrado Robin Williams. Con la voz temblorosa, luchando por no perder la compostura, su amigo Billy Crystal lo definió como "la estrella más brillante de la galaxia cómica". "Es muy difícil hablar de él en pasado porque estaba muy presente en nuestras vidas", afirmó el que es otro de los referentes de las últimas generaciones de cómicos.

La Academia de Artes y Ciencias de la Televisión escogió a 'Fargo', inspirada en la película del mismo nombre de los hermanos Coen, como mejor miniserie. 'The Normal Heart', un drama sobre los primeros compases de la crisis del sida, se llevó la estatuilla al filme para la televisión. Y 'The Colbert Report' triunfó por segundo año consecutivo en la categoría reservada para los 'late night shows'. Será la última vez que lo haga porque Stephen Colbert reemplazará el próximo año a David Letterman al frente del 'late show' de la CBS.