Periodistas de ficción

En solo un par de semanas se estrenará la segunda temporada deThe newsroom, serie que ha dado que hablar, sobre todo entre el gremio periodístico (en España, la producción se verá desde el lunes 15 de julio, en Canal+). Esta creación deAaron Sorkin, el hombre detrás deEl ala oeste de la Casa Blanca, pretende ser un recordatorio de los valores nobles del oficio en un tiempo en el que, segúnSorkin, los periodistas damos cualquier cosa por una noticia de primera plana; una final de¡Mira quién baila!, por ejemplo.

La serie no es perfecta ni mucho menos. No solo por el trato que reserva a los personajes femeninos, todos ellos neuróticos al máximo, sino también por la relativa verosimilitud de las fuentes, técnicas y estrategias del informativo alrededor del que gira la serie.

Lo mejor deThe newsroomacaba siendo lo extraprofesional: los diálogos de comedia romántica clásica -estiloSpencer TracycontraKatharine Hepburn- que mantienen parejas como la formada porEmily MortimeryJeff Daniels(en la foto).

Sea como sea, hay que celebrar que exista una serie como esta, ahora que el periodismo es una profesión con tan mala fama en general. El mundo asocia ahora más que nunca periodismo con caza y derribo del famoso, exclusivas a cualquier precio y venta de morbo al por mayor. Es una visión oscura y bastante injusta, que ha llegado al mundo de las series.

Fíjense, por ejemplo, en la desastrada Zoe Barnes (Kate Mara) deHouse of Cards: la reportera del (imaginario) diarioWashington Heraldes capaz de cualquier cosa por lograr su gran oportunidad y no conoce límites morales a la hora de hacerse con un titular. U otra reportera, Freddie Lounds (Lara Jean Chorostecki), la bloguera amarillista deHannibal, que se salta los cordones policiales con la misma facilidad y alegría que las normas éticas.

El 4 de julio llega también a Canal+ la seriePolitical animals, conCarla Guginoen el papel de una bloguera a la que no le hacen falta formación periodística ni talento particular para tener un millón de clicks en cada entrada.

Al periodista se le presenta en estas series como un ave carroñera, sobre todo si es chica y joven; da un poco de miedo y tristeza y da para más líneas que estas.