ANIVERSARIO DE UNO DE LOS GRANDES HITOS DE LA RADIODIFUSIÓN CATALANA

El 'tiqui taca' hecho radio

La 'transmi' de Puyal alcanza hoy la edición 2.000 con el atractivo Barça-Málaga de Copa

El 'tiqui taca' hecho radio_MEDIA_1

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Iniciado el 2013, no deja de ser curioso, sobre todo dado el ruido, las intenciones, eltarannày el sueño que se vive en este país, que algo que han dado en llamar, los modernitos,la transmi, y que nació hace 36 años y 2.000 programas, con un simplísimo pero bello, reivindicativo, pionero y únicoFutbol en català,sea el único fenómeno -¿verdad?- que aglutina cosas tan diversas, amadas y representativas como Catalunya, lengua, Barça, fútbol y La Caixa. Poca broma, ¿a que sí?

Y todo, gracias a Joaquim Maria Puyal,el mestre. No le den más vueltas. Sin Puyal, Català de l'Any del 2012, esto ni hubiese nacido, ni hubiese sido posible, crecido, evolucionado, perdurado.

Porque este fenómeno ha permitido que varias generaciones se pegasen a Catalunya con agrado, abrazasen la lengua del país que les acogía o en el que nacieron, que amasen su manera de ser, la del Barça y la de su gente. Y que, a través del balompié, casi siempre del más bello fútbol del mundo -acompañados del«¡Charly gol, Charly gol!», de Basilea; el«¡Urruti, t'estimo!», de Valladolid; el«¡Koeman, Koeman, Koeman!», de Wembley, el«Pizziiiiii ¡sos macanudo! ¡que bueno que viniste!»copero frente al Atlético; el«més, i més, i més, i més, i Messi, Messi, Messi…»del eslalon ante el Getafe y, cómo no, del«¡don Andréééés, don Andréééés!», de Stamford Bridge-, se sintiesen tan catalanes comoel mestre.Aqueldoctor, licenciado en Filología Románica y Ciencias de la Información, que cada madrugada se atrevía a echarle un simpático pulso informativo -y algo más, sí, algo más- al mismísimo José María García, líder de la España más profunda, capital donde reside el kilómetro 0 de un país cuya religión sigue siendo futbolística.

Este comunicador, genio, creador y gran innovador de novedosos formatos radiofónicos y televisivos, ha convertido la modernitatransmi(ellos la llamanTdP, laTransmisió d'en Puyal) en una escuela de radio, en una facultad de periodismo, en una universidad de la lengua, el buen gusto y la vida, arquetipo de lo políticamente correcto. Antes, puede, el programa era el púlpito de Puyal, el lugar desde el que, en plan Guardiola, sí, denunciaba, a su manera, a losputos amosde la vieja España y defendía que lo nuestro tenía un toque diferencial. Como sus transmisiones. En las que la lengua sigue siendo sagrada, la defienda, matice o instruya aquel maravilloso y sabio profesor llamado Jordi Mir o el actual Jordi, más jovencito y atrevido, de apellido Nomdedeu, apodadoPantera.

Un equipo más joven

Y no solo la lengua. También el fútbol. Y cómo ofrecer el fútbol a través de las ondas, de la radio. De ahí no solo el toque magistral, profesional, didáctico, técnico y meticuloso del bueno de Ricard Torquemada, sino también la pillería, el gracejo, la habilidad, la labia -sí, la labia-, de las chicas, Laia Tudel y Marta Carreras, herederas, sin duda, de la portentosa Isabel Bosch (que empezó con Puyal), Pilar Calvo y Ruth Vila, la única que sabe explicar por qué se lesionan los futbolistas, ya que es licenciada en INEF (Educación Física).

Y es que también esa aportación de la voz femenina al machista mundo del balón fue obra, sí, idea, aportación, primicia, delmestre. Porque latransmiazulgrana la supervisa y ayuda a pensarla Christian García, pero nada se hace sin Sònia Oleart, nada. Y ellos lo saben.

Siempre innovando

A medida que envejecía Puyal -bueno, que cumplía años, que se hacía mayor-,Futbol en catalàse hacía joven, más joven. Porque, aunque su creador no posea móvil ni haya escrito correo electrónico alguno en su vida -verdad, maravillosa Marisol, su móvil, sue-mail, su chófer, su segundo apellido-, siempre ha tratado de ir por delante del reloj. Puyal ha intentado a lo largo de su vida profesional que no le atropellase el tiempo, avanzarse a las horas, a las modas. E, insisto, aunque no le gusta en exceso la modernidad de los medios, las redes, los artefactos, todo aquello que no sea papel, negro sobre blanco, Puyal ha sabido compartir y convertir los medios de comunicación del nuevo siglo en su mejor aliado a través de esos jovencitos disparatados a veces, intrépidos a menudo, irreverentes siempre. Los mismos que se atreven a decirle en antena que se ha equivocado de futbolista.

Ha permitido que sus chicos le corrijan sin perder la devoción por el maestro, porque todos ellos han llorado de admiración cuando le vieron sermonear a todo un Parlament.

Una noche con Boet

Puyal, que ha dejado que latransmiinunde su vida hasta extremos impensables, tendrá hoy a su lado al tristón pero adelantado Eduard Boet, su primer compañero de viaje. Y cuando Torquemada recite el 1x1 azulgrana, encontrando adjetivos impensables hace 2.000 transmisiones, Puyal y Boet tendrán ganas de aplaudir sabedores de que no es fácil, no, utilizar el lenguaje con tanta precisión como hace Torquemada. Y es que, al final de cadatransmi, uno sufre la misma tentación que padeció el central argentino Martín Demichelis cuando, al finalizar el partido del domingo en La Rosaleda, reconoció que le habían entrado ganas de«aplaudir»al Barça. Latransmiestiqui-tacaradiofónico.

Celebración en la cima

La gente ama latransmi y es posible, sí, que por culpa de su éxito, implantación, audiencia e identificación con el país, Catalunya haya perdido un granconseller, un excelente presidente de laCorpo, director de TV-3, mandamás de Catalunya Ràdio o, quién sabe, hasta unconseller en cap meticuloso. Puyal, que sin duda ha tenido la posibilidad de ser todo eso y más a lo largo de estos 36 años, ha preferido llegar a la transmisión número 2.000 deseoso y orgulloso de liderar un programa de éxito, moderno, sagaz, innovador, divertido, fresco, actual y que, encima, tiene como actores y protagonistas al mejor equipo de fútbol jamás visto. Y oído.