tú y yo somos tres

Lo entierran vivo para triunfar

Ferran Monegal

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Grata sorpresa la que hemos tenido ante el estreno de la serieFenómenos(Antena 3 TV). No solo trabajan la cuerda del humor ingenioso y divertido -que no es poco- sino que debajo de la carcajada también aflora un notable talento crítico. O sea, nos mueven a la reflexión después de habernos partido de risa.Fenómenoses el nombre de un programa de radio (de la emisora Onda Futura) que necesita un éxito de audiencia para mantenerse en la parrilla. Y el éxito lo consiguen enterrando a un reportero vivo para que, por primera vez en la historia de la radiofonía, retransmita su crónica desde su propia tumba. El presentador y director del programa (Javier Mora) se excita ante esta idea, que considera brillantísima. Y más todavía cuando se entera de que se han borrado las señales que dejaron en el campo para saber dónde habían enterrado a su reportero

-mejor sería decir su esclavo- y, calibrando la posibilidad de que el pobre Benito (Julián López) podría morir asfixiado, entra en éxtasis radiofónico, frente al micro, y cree que su triunfo dará la vuelta al mundo. Al margen de que toda la trama está servida con una comicidad muy fluida, con unos gags muy bien construidos, los diálogos entre el director del programa (Mora) y el subdirector (Alejo Sauras) son de un estimable mordiente crítico. El subdirector le afea el sensacionalismo canalla que impulsa:«Tú te crees que todo vale con tal de tener audiencia. Para ti la ética no existe». Y el director le mira divertido, como perdonándole la vida, y le responde:«Pues mira, Jorge Javier tiene un Ondas y tú no». Y concluye, contentísimo, dirigiéndose a los oyentes de Onda Futura: «Aquí conjugamos el derecho a la información con el derecho a la emoción», y se queda tan ancho el muy caradura. ¡Ahh! Abrigo la esperanza de que este programa amplie su radio de crítica, caricaturizando los métodos que se usan hoy, muchas veces, en los medios de comunicación (radio, televisión y prensa, también). Abrigo la esperanza de que, a través del humor, vayan perfilando ese tipo de falso periodismo que se escuda en grandilocuentes palabras, como el derecho a informar, cuando en realidad lo que hacen es falsear la información, prefabricarla como si fuera auténtica, y pervirtiéndola.

Un homenaje, en suma, aBart Simpsoncuando le explicaron cuál era el secreto para triunfar en la tele:«Llegar al corazón para nublar la mente. Y sobre todo ausencia absoluta de ética o escrúpulos».