tú y yo somos tres

Rescatada por su madre

FERRAN MONEGAL

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No tiene la menor importancia quién haya sido el ganador de laratomaquia Gran hermano(T-5). De hecho, la final fue el lunes, y ayer volvieron a meter a los mismos ratoncitos en la jaula para volver a empezar. O sea, la papilla del nunca acabar recalentada una y otra vez. El engrudo interminable. Aquí lo relevante, lo realmente novedoso, lo colosalmente importante, es que por primera vez en 12+1 ediciones, o sea, por primera vez en la historia de laratomaquia, una madre se levantó de la grada de invitados, se fue directa al centro del plató, agarró a su hija por el brazo, la extirpó de las garras de laMiláy se la llevó de allí a toda velocidad. ¡Ahh! Fue un momento extraordinario. Ocurrió en la gala del jueves pasado.Merceditasestaba practicando sobre la ratoncitaNoemíuna de sus particulares sesiones de tortura sobre la marcha.Noemí, nerviosa, se quejaba, se dolía. Con voz trémula, acusaba:«Hacéis cosas para dañarme». YMerceditas, desde su pedestal de reina del mambo, le gritaba, con acritud, agriamente, al más puro estilo de la Gestapo:«¿Ah sí? ¿Hemos hecho cosas para dañarte? ¡Yo no he hecho nada! ¡Puedo irme a la cama bien tranquila! ¡Nosotros hacemos un programa! ¡La que se ha acostado en Brasil con Fael eres tú! ¡Y punto!». ¡Ahh! La atmósfera era de una violencia irrespirable. Y en ese clima de prepotencia torturante, de pronto vimos aparecer a una dama que llegaba casi corriendo de la grada de invitados. Era la madre deNoemí. Agarró a su hija. Exclamó:«Noemí, ¡nos vamos para casa! Se acabó el espectáculo. Basta». Y huyeron del plató agarraditas de la mano. ¡Ahh! Qué golpe más extraordinario. Qué elocuencia gestual. Qué reconfortante rescate. Ante el suplicio, el martirio que estaba sufriendo su hija, no pudo aguantarlo más y se la llevó en volandas de aquel aquelarre.

Cabe meditar este caso. No es una anécdota. Tiene rango de categoríaratomáquica. El único pecado que ha cometidoNoemíes haberse presentado a loscastings. Eso es verdad. Pero a partir de ahí, todo lo que le ha sobrevenido es obra del retorcidomodus operandidel programa. Y ese golpe, fantástico, que protagonizó con su madre es el corte de mangas más contundente que hayamos visto jamás. Naturalmente,Noemí ha sido represaliada. En la gala final hasta le prohibieron el paso. Decía laMilá:«No queremos que se repitan momentos como ese». ¡Ahhh! Claro. No les interesa quedar retratados.