tú y yo somos tres

Árbitro sin pito, Manolo sin perrito

El billete de Ferran Monegal

El billete de Ferran Monegal / periodico

FERRAN MONEGAL

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Ejemplo de supervivencia a cualquier precio: ¡Los Manolos!¡Ahhh! Esta pareja,Manolo LamayManu Carreño,antaño periodistas de deportes, hoy se han convertido en un dúo dedicado exclusivamente a la publicidad y a las risas. Su travestismo profesional es digno de estudio: partiendo del periodismo deportivo han llegado a instituirse en dos cómicos de los anuncios. Aparentemente salen todos los días en lasNoticias de la cadena Cuatro como presentadores del área de deportes, pero en realidad es una ilusión, untrompe l'oeil, una fantasmagoría. Los vídeos que emiten durante ese espacio informativo son de temas deportivos, sí, pero cada vez que salen ellos, alegres y dicharacheros, se dedican fundamentalmente alagit proppublicista. ¡Ahh! Se nota que les gusta ese rol, esa mutación, ese dejar atrás el periodismo para abrazar el pintoresco arte de los anuncios. Disfrutan mucho. Durante los últimos meses les hemos visto anunciando una marca de salchichas, otra de pizzas, otra de galletas, otra de golosinas..., hasta les ha llegado a contratar la Conferencia Episcopal para que nos inculquen marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta. O sea, que como pareja anuncio parece que son efectivos. Su técnica se basa en trabajar la publicidad sobre sí mismos combinando la comedia y el posturismo. Cuando anuncian embutidos, por ejemplo, aparece una hermosa criatura con unas salchichas en la mano y dice:«No hay árbitro sin pito, ni Manolo sin perrito»,y ellos ponen cara de frankfurt y flipan. Cuando anuncian caramelos aromáticos, aspiran sonoramente ante la cámara y ponen cara de eucalipto. Cuando anuncian hojas de afeitar, hacen una coreografía con dosvampsmuy sugestivas que les besan las mejillas, y ellos gritan«¡Hemos dejado de ser hombres lija!»,y les queda el cutis como el culito de un niño. ¡Ahhh! Aquí lo portentoso, lo más original de estosManolos,es haber transformado un informativo en algo absolutamente surrealista: estás en casa mirando Cuatro atentamente y acabas por no saber si estás viendo lasNoticiaso si estás de compras por el Carrefour.

Esta mutación deLos Manolos marca el rumbo del nuevo periodismo: en lugar de información y análisis, propaganda, agitación y risas.

Este humilde artículo lo dedico a mi muy querido compañeroEmilio Pérez de Rozas.De tanto seguir los deportes deLos Manolos,está sumido en una depresión profunda.