tú y yo somos tres

'Estamos en la barbarie del dinero'

FERRAN MONEGAL

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En ese clima de austeridad escenográfica absoluta, en ese humilde nido que al menos ha conseguidoIñaki Gabilondoen Canal+ y que le permite seguir ejerciendo su oficio, hemos visto esta semana su encuentro conJosé Luis Sampedro. Le presentó así, con esta advertencia:«La mente lúcida más joven de España tiene 94 años». Y, efectivamente, a lo largo de 40 minutos de conversación pudimos degustar la lucidez.«A la vista de lo que hay, he decidido apartarme de este mundo. Me siento en la cuneta y me limito a verlo pasar. Con la lectura de los clásicos griegos tengo suficiente para alimentarme». O sea, un punto de desesperanza; pero también un punto de energía indignada e inconformista:«Lo que llaman sostenible es totalmente insostenible. Productividad... ¿Para qué? ¿En beneficio de quién? Estamos en plena época de la barbarie. De la barbarie del dinero. Estamos como estaba Roma al final de su Imperio». Son retazos, pinceladas, chispazos anotados en mi cuaderno de ornitología. Un canto a dos, un tui-teo en vivo en una jaula pequeñita, último reducto, última pistain extremis, que le ha quedado a un gran periodista para ir ejerciendo su oficio, y en donde todavía podemos degustar el raro placer de escuchar, admirar, los certeros dardos de un nonagenario lúcido.

LA TIETA MARÍA.-No habíamos comentado todavía ese estreno dulzón, bienintencionado y pesebrista queXavier Solàpresenta en TV-3:Viatge de noces. ¡Ah! Es una idea llena de nostalgia y de cariño, nada maligna, pero que puede llegar a ser como una losa santanderina. Nos ha presentado ya a dos matrimonios, dos estimables parejas, que tras una larga vida nos convocan para enseñarnos cómo fue el día de su enlace, cómo fue su viaje de novios, todo evocado a la lumbre de las fotos, los daguerrotipos, de aquella fundamental jornada en su vida. Quisiera ser entendido por estos matrimonios, que tienen todo mi respeto y simpatía. Quisiera ser entendido cuando les digo que el ejercicio que protagonizan tiene un punto terrorífico. Es ese terror que yo recuerdo que vivía cuando mi muy queridatietaMaríanos llamaba por teléfono y nos decía:«¡El sábado, a las cinco en casa! ¡Miraremos el álbum de fotos de cuando me casé con el tiet. ¡Ah! Eran sábados temibles. Había un consuelo que no tenemos en este programa de TV: latietaMaríapreparaba unos pastelitos riquísimos.