TV-3 graba la miniserie 'Tornarem', sobre republicanos exiliados de la compañía La Nueve

«Vite! Allez, allez!», arenga el capitán francés Dronne a sus tropas,a las puertas de París, en agosto de 1944, mientras estas corean «París, Berlín, Barcelona, Madrid».Son soldados que integran la novena compañía -más conocida como La Nueve- de la segunda división blindada del general Leclerc, formada básicamente por republicanos españoles que abandonaron su país en 1939 y lucharon en la segunda guerra mundial contra el Ejército de Hitler. La escena pertenece a la miniserieTornarem,una coproducción de Televisió de Catalunya, TVE y Brutal Media (Adéu, Espanya?, Felipe y Letizia), que esta semana se está rodando en los alrededores de la Torre Marimon, en Caldes de Montbui (Vallès Oriental).

Dirigida por Felip Solé (Zona roja, Camp d'Argelers), explica una historia de amor protagonizada por una mujer, Lola (Bea Segura), que ha cruzado la frontera francesa y cuyo marido, Felip (Roger Coma), ha tenido que regresar a Barcelona para rescatar a su hija, Maria, secuestrada por unos falangistas. Lola acaba confinada en el campo de Argelès (Languedoc-Rosellón), donde se enamorará de un anarquista, Manel (Oriol Tarrasón).

Una obsesión

Más allá de la trama sentimental

-en la que también participan Aida Folch, Javier Beltran, Marc Martínez y Jordi Dauder, entre otros actores-, Tornarem es un homenaje a esos millares de republicanos españoles que, entre 1939 y 1945, reivindicaron unos ideales y cuya lucha sigue sin ser reconocida, ni difundida. De hecho, la historia se inspira en el único superviviente de La Nueve, Luis Royo, que aquí toma cuerpo de narrador (al que da vida Dauder).«Es la obsesión por ese retorno-recalca Solé-. Son los perdedores de una guerra, vencedores de otra y, finalmente, perdedores de un regreso que nunca se llegó a producir».

La miniserie, compuesta de dos capítulos que se rodarán también en Argelès y París (ha pasado ya por Barcelona y los Monegros), es un proyecto de gran envergadura -su presupuesto ronda los tres millones de euros-, en el que priman los efectos especiales (explosiones, bombardeos y disparos) y las cifras: 1.400 profesionales, 500 armas, 300 uniformes traídos de Alemania, Canadá, Madrid y París, y una veintena de vehículos militares (jeepsamericanos, semiorugas y camiones), algunos de estos bautizados con nombres tan explícitos comoMort aux cons(Muerte a los imbéciles) yDon Quichotte 2.