EL PROBLEMA
Un proceso obligatorio pero lastrado por una tecnología imperfecta
Al igual que ha pasado con la televisión, la digitalización de la radio es un paso obligatorio para optimizar el espectro radioeléctrico, ampliar la oferta y mejorar tanto la calidad del sonido como la perfecta recepción, a pesar de los accidentes orográficos, la climatología e, incluso, la movilidad (coche, tren...).
El problema que presenta este proceso de digitalización está en la tecnología a utilizar: hasta ahora no ha habido ninguna en la que se hayan puesto de acuerdo todos los implicados en las emisiones radiofónicas. El primer sistema digital elegido por consenso, el DAB (Digital Audio Broadcasting), data de los años 80 y aunque presenta grandes ventajas, tiene un problema que lo ha marcado: su calidad del sonido no supera al de la FM analógica.
Si a esto se suma el elevado precio de los receptores DAB, se puede entender que las pruebas pilotos y las emisiones que han realizado Catalunya Ràdio o Radio Nacional hayan quedado en eso, en pruebas que apenas han servido para nada.
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