ENTREVISTA EN EXCLUSIVA CON EL PRESIDENTE DE IRÁN

El desvelo de Ana Pastor

Ana Pastor, al principio (arriba) y al final (ya sin velo) de la entrevista.

Ana Pastor, al principio (arriba) y al final (ya sin velo) de la entrevista.

MANUEL DE LUNA
BARCELONA

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El desvelo de Ana Pastor era conseguir una buena entrevista con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, la segunda que el controvertido líder conservador islamista concedía a TVE (la primera fue con Pepa Bueno, en el 2007). Y, a tenor de las felicitaciones y alabanzas que Pastor recibió ayer por internet, lo logró: fuetrending topicmundial (tema más comentado del día).«Impresionante la entrevista de Ana Pastor...» «...Ha sido insistente y valiente».Estos han sido algunos de los comentarios colgados en Twitter, y recogidos por Vertele.com, sobre esta peliaguada entrevista, en la que la directora deLos desayunos de TVEacorraló a un líder que causa desasosiego: niega el Holocausto, promueve el antisemitismo, es un declarado homófobo y enemigo de la prensa (desde su reelección en el 2009 ha cerrado una treintena de periódicos y encarcelado a más de 130 periodistas). Y tiene centrales nucleares.

Ante tal personaje, y a pesar de jugar en campo contrario (la entrevista se emitió ayer en directo desde Teherán) y verse obligada a lleva un velo sobre su cabeza (como manda la ley islámica), Ana Pastor no se arredró y empezó al ataque, con preguntas que, pese a la afable sonrisa que Ahmadineyad mantuvo en todo momento, crearon tensión: la situación de Libia, Gadafi, la represión (homosexuales, mujeres, políticos...) en Irán...«¿En España no hay oposición?»,contratacaba el presidente. «Sí, pero no están en la cárcel»,remataba Pastor.

El acoso de la periodista de TVE llegó a tal punto que el propio presidente le recriminó cómo osaba cuestionar la política de un país soberano. Tampoco aquí se amedrantó Pastor:«En España los periodistas no acostumbramos a responder preguntas, sino a hacerlas».

Y en pleno fragor de esta tensa entrevista, el detalle que, en la tele, vale más que 1.000 preguntas: el pañuelo con el que Pastor se cubrió para poder hacer su trabajo empezó a resbalar y acabó como un elegante fular sobre los hombros de la periodista. En ningún momento hizo ademán de recolocarlo, ni de bajar la presión de la entrevista. Tampoco el líder iraní quiso darse cuenta de la cabeza erguida y libre, que dejaba aún más claro quién estaba ganando la tensa batalla dialéctica.

El detalle de la periodistadesvelada,y desmelenada, ante un Ahmadineyad que respondía con evasivas es el punto más comentado de la entrevista. Pero la periodista aseguró ayer, tras el programa y desde Teherán, que en ningún momento fue consciente de que se le deslizó el pañuelo de la cabeza, quizá, apuntó, porque elmicroestaba pinzado al pañuelo y su peso lo arrastró. «Intención no hubo, no fui consciente de que se me había caído, porque estaba muy atenta para poder escuchar las palabras del presidente»,dijo a la agencia Efe Pastor, quien considera estedesvelouna anécdota ya que, afirmó, el periodista nunca debe ser la noticia, y menos ante una entrevista con un protagonista de tanto calado y en el momento histórico en el que se produce.«Mi obsesión es repreguntar, y con una traducción simultánea estaba muy concentrada en las respuestas, y no era muy consciente de todo lo que pasaba a mi alrededor», explicó ayer en RNE. Quizá sea una anécdota para ella, pero eldesvelode Pastor ha causado estupor en Irán y ha provocado las críticas de algunos de los sectores más integristas de la sociedad iraní.