El bisabuelo, el roble y la biznieta

Se ha parado un momentoJordi Évole (Salvados, La Sexta) frente a la tapia del cementerio de Casavieja (Ávila). Allí ha encontrado a una joven que le ha hablado de su bisabuelo. Fusilado durante la guerra civil por el bando franquista, fue echado junto a otros siete cuerpos en un hoyo extramuros del cementerio. Ahora los biznietos han conseguido trasladar aquellos huesos al otro lado de la tapia, o sea, dentro del cementerio. Descansan los ocho fusilados en una lápida común con sus nombres. Y esta biznieta comentó también aÉvoleque había plantado un roble en el hoyo en el que tiraron los cadáveres durante la guerra. Para que ese arbolito fuese como un referente de la memoria histórica. ¡Ah! Tuvo curiosidadJordi Évolepor ver el roble. Pero al mirarlo, quedó decepcionado y advirtió: «Hombreee, este árbol está muy debilucho. Deberíais cuidarlo». Y la biznieta respondió:«Lo cuidamos. Pero hay quien viene y lo corta. Viene algún salvaje y le parte la cabeza». Y tras una breve pausa, añadió:«Cuando trasladabamos los huesos me llegaron a decir: ¡estáis moviendo mierda! Yo solo contesté: esto que llamais mierda, es mi bisabuelo». Dejo a su consideración, amiga lectora, amigo lector, el comentario sobre esta humilde historia de un bisabuelo, un roble, y una biznieta.

PERIODISMO Y POLÍTICA -.Después de aquella visita a Casa Vieja, siguió su caminoÉvole. No paró hasta Madrid. Y allí visitó aSantiago Carrillo. Lo recibió fumando, como es natural en él, pero los servicios de postproducción deSalvadosle pixelaron el cigarrillo porque ahora está mal visto fumar en la tele, y en cualquier otro sitio también. Envueltos por el humo del pitillo, y por la neblina del efecto pixelación, conversaron sobre el golpe del 23-F. Advirtió el nonagenario comunista:«La idea de un gobierno de concentración, presidido por un general, la tuvieron algunos políticos de derechas, entre ellos probablemente Anson». Pegó entoncesÉvoleun respingo. Sorprendido advirtió:«Anson es periodista, no político». Y mirándoleCarrillocon ternura, y maldisimulando una mefistofélica sonrisa, aclaró:«¿Cree usted que ser periodista es incompatible con ser político? Anson no ha salido de la política en su puta vida. La mayoría de los periodistas son tan políticos como los diputados o los concejales». ¡Ah! Hermosa pincelada. Y a la vez tremenda. La dejo también a su consideración.