Actriz / 'CHICA DE ORO'

Alicia Hermida: «La inseguridad de los actores es positiva»

La prolífica artista madrileña compagina en TVE-1 su trabajo en 'Cuéntame...' con la nueva serie 'Las chicas de oro'

«La inseguridad de los actores es positiva»_MEDIA_1

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JUAN CARLOS ROSADO
MADRID

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-¿Cómo lleva la aventura de hispanizar Las chicas de oro?

--Cada vez que empiezas algo nuevo siempre tienes la duda de si acertarás o no acertarás. El interés es muy grande. Yo había visto muy poquito Las chicas de oro, pero me pareció muy interesante y divertida. Hace tiempo, un compañero me dijo que tenía que hacer esta serie, y cuando me lo propusieron, no tardé nada en aceptar. Nuestro trabajo siempre está lleno de dudas, pero está bien que sea así: la seguridad es una cosa muy mala. Tener seguridad es algo que no te deja crecer en absoluto. Esa inseguridad de los actores es positiva.

-¿Es verdad que le han reducido su papel de Valentina en Cuéntame... para poder hacer esta serie?

--Sí. Fue difícil arreglarlo y compaginarlo, pero al final me dijeron que habían pedido a los guionistas que no me sacaran demasiado. TVE no quería renunciar al personaje y la productora de Cuéntame..., tampoco. Yo estoy muy a gusto en esa serie tan maravillosa.

-Pero sí dejó su labor de coordinadora de actores en Cuéntame...

--Sí. No podía seguir haciéndolo, era imposible. Las chicas de oro me absorbe mucho tiempo.

-¿En qué consiste dirigir actores?

-Es un trabajo previo al rodaje. Se llama mesa italiana o ensayo a la italiana. Nos centramos en el texto y lo estudiamos. Aunque hay cosas que solo las ves en el plató, al mirar el monitor y observar qué sobra y qué falta. Con los actores que tienen más dificultades trabajas más el texto.

-¿Ayuda a mejorar la entonación?

-Si es necesario, sí. A veces, algún actor me dice que no entiende el texto y se lo leo. No hago nada más que respetar la puntuación. Es que hoy en día no se tiene cultura del texto.

-Sobre todo en televisión, ¿no?

-Los actores que proceden del teatro sí la tienen. No es lo mismo hacer un guión de tele que una obra de teatro escrita y elaborada o un buen guión de cine. El texto es siempre lo fundamental. Andamos siempre empeñados en que los guiones sean lo mejor posible. Luego, en el monitor, ves las cosas que sobran, gestos, actitudes.

-¿Podría recordar alguna experiencia didáctica con los Alcántara?

-El niño, Carlitos (Ricardo Gómez), ha asimilado la lección perfectamente. No para de decir: «No hay que hacer que se hace, hay que hacer».

-¿Qué es lo que más corrige?

--Mi labor básicamente es la de quitar cositas: «No pongas cara, no hagas esto, no sobreactues...» Ponerlas es más difícil. A veces, alguno de los directores de Cuéntame... me dice: «Ese actor está haciendo teatro». Y siempre contesto: «No, sobreactúa». Pero también se sobreactúa en cine y en televisión. A veces, yo veo en la televisión que sobreactúan como en los peores y más remotos años.

-¿Y qué tal en la nueva serie con sus colegas de oro?

-Muy bien. Concha Velasco es muy abierta y espontánea. Está llena de energía y tiene mucha generosidad. Me llevo muy bien con todas. Con Lola Herrera había trabajado en la televisión nada más, mientras que con Carmen Maura estuve a punto de trabajar en dos ocasiones anteriormente. Pero hay un denominador común entre las cuatro, que es la energía y las ganas de trabajar.

-¿Prefiere dirigir actores o actuar?

-Nunca me había planteado hacer ese trabajo. Me lo planteé porque no existía en España mucho entrenamiento del actor. No era una vocación, sino que pensaba que era una necesidad. Uno no tiene a veces dónde entrenar. Y los actores necesitamos entrenar mucho.