IA generativa
Turbulencias en OpenAI: la 'madre' de ChatGPT dimite por la transformación en una empresa con ánimo de lucro
La IA generativa es cada vez menos fiable, según un estudio internacional

Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de OpenAI, creadora de ChatGPT. / Carlos Barria / Reuters


Carles Planas Bou
Carles Planas BouPeriodista
Periodista especializado en tecnología y poder. Escribe sobre IA, capitalismo de plataformas, privacidad y derechos digitales. Excorresponsal político en Berlín entre 2015-2019. También ha cubierto la actualidad en Europa Central y Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con medios como TVE, Catalunya Ràdio, Deutsche Welle, TV3, Cadena SER, El Orden Mundial o Watif.
Algo falla en OpenAI. La hasta ahora directora de tecnología de la compañía detrás de ChatGPT, Mira Murati, anunció su adiós este miércoles con un críptico mensaje. "Quiero crear el tiempo y el espacio para hacer mi propia exploración", señaló en un mensaje de despedida compartido en la red social X. La suya no ha sido la única dimisión sonada. Poco después, otros dos directivos señalaron que también se marchan. Se trata de Bob McGrew, hasta ahora director de investigación, y Barret Zoph, vicepresidente de investigación.
Esta ola de renuncias llega en un momento complejo para OpenAI. Según ha adelantado Reuters, la 'startup' de inteligencia artificial (IA) está trabajando en un plan para reestructurar su negocio principal y cambiar su forma de gobierno, mutando en una corporación benéfica con ánimo de lucro.
Esa estrategia le permitirá ser más atractiva para inversores como Thrive Capital y Apple. Ambas negocian su participación en una ronda de financiación que podría disparar la valoración de OpenAI a 150.000 millones de dólares, lo que consolidaría su posición como tercera empresa emergente más valiosa del mundo (solo por detrás de la china ByteDance, propietaria de TikTok, y la estadounidense SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk).
En esa misma dirección, el plan de OpenAI también intenta eliminar el límite de rentabilidad para los inversores.
Recompesa para Altman
La reestructuración traerá una recompensa mayúscula para el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman. El mandamás de la compañía podría hacerse con una participación del 7%, recibiendo por primera vez unas acciones cuyo valor podría dispararse a unos 10.500 millones de dólares, si bien las cifras aún no están claras. Durante años, Altman asegurado incluso ante el Congreso estadounidense que no tenía interés en participar en el capital de la empresa y que hacía su trabajo por placer. Altman ya es millonario gracias a sus inversiones en más de 400 empresas punteras como Reddit o Stripe.
Cambio de rumbo
OpenAI fue fundada en 2015 como un laboratorio de investigación de IA sin fines lucrativos. Su pretendida misión era desarrollar todo el potencial de esta tecnología de una forma altruista. Sin embargo, en 2019 su directiva decidió agregar una entidad con fines de lucro (OpenAI LP) a esa estructura para poder así recibir financiación exterior. Microsoft invirtió 1.000 millones en la firma, sumando otros 10.000 millones en 2023, pero ese movimiento generó cierto malestar interno.
A finales de 2022, OpenAI se convirtió en un fenómeno mundial gracias al lanzamiento de ChatGPT, un chatbot de IA generativa capaz de generar texto plausible y simular una conversación humana que rápidamente se convirtió en una de las aplicaciones de mayor crecimiento de la historia. Actualmente acumula 200 millones de usuarios activos semanales y se la considera la principal responsable de carrera mundial entre grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google o Meta por el dominio de esta tecnología.
Un giro polémico
Con esta reestructuración de su negocio, la organización sin ánimo de lucro seguirá existiendo con una participación minoritaria, de forma que su junta sin ánimo de lucro ya no tendrá el control del rumbo corporativo. El movimiento ha sido criticado por Musk –antiguo miembro de la directiva de OpenAI y enemigo de Altman–, que anteriormente ya había denunciado que eso supondrá mayores riesgos en la gestión de la IA. En mayo, la compañía disolvió el equipo centrado en los riesgos a largo plazo de esta tecnología tras la polémica salida de Ilya Sutskever, cofundador y hasta entonces científico jefe de OpenAI.
"Seguimos centrados en construir IA que beneficie a todos, y estamos trabajando con nuestro consejo para asegurarnos de que estamos mejor posicionados para tener éxito en nuestra misión", declaró un portavoz de OpenAI.
A pesar de las críticas de Musk, ahora OpenAI tendrá una estructura más similar a xAI, la compañía de IA del hombre más rico del mundo, o a la de otros rivales como Anthropic (participada por Amazon), que están registradas como corporaciones benéficas, lo que les permite obtener beneficios.
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