Batalla por la IA

OpenAI lanza GPT4, la nueva inteligencia artificial que “supera a ChatGPT"

La compañía participada por Microsoft abrirá al público un avance que mejorará la capacidad de respuesta de las máquinas, aunque sigue cometiendo errores

Montaje con los logos de la empresa OpenAI, creadora de la inteligencia artificial ChatGPT

Montaje con los logos de la empresa OpenAI, creadora de la inteligencia artificial ChatGPT / Reuters / Dado Ruvic

Carles Planas Bou

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La inteligencia artificial (IA) no para de avanzar. La compañía estadounidense OpenAI anunció este martes el esperado lanzamiento de GPT-4, la última generación de un modelo de lenguaje mucho más potente y que “supera a ChatGPT —su popular chatbot— en sus capacidades de razonamiento avanzadas”, acercándose así cada vez más a simular una conversación humana.

En un comunicado en su web, la empresa de investigación explicó que GPT-4 es más fiable, creativo y capaz de manejar instrucciones mucho más matizadas". Además, el nuevo modelo podrá generar contenido nuevo tanto con texto como con imágenes. De momento, esta función solo estará disponible para los suscriptores de pago de la plataforma.

La popularización de la IA apunta a la transformación de multitud de profesiones. Y es que herramientas como las impulsadas por OpenAI permiten a los usuarios automatizar todo tipo de tareas, una posibilidad que ya está afectando a escuelas y universidades. ChatGPT, por ejemplo, es capaz de responder a todo tipo de preguntas, resumir textos complejos, escribir novelas imitando estilos literarios concretos, componer poemas, realizar bromas e incluso programando código informático. Todo ello casi a tiempo real. Otras, como Dall-E o Midjourney, permiten crear imágenes nunca antes vistas a partir de una simple descripción, cambiando la concepción de lo que entendemos por arte.

Más preciso pero sigue fallando

Sin embargo, el funcionamiento de estas herramientas dista de ser perfecto. ChatGPT usa GPT-3, un modelo muy avanzado pero que aún así incurre en errores. En las últimas semanas, expertos en IA han detectado que este robot puede responder a los usuarios con informaciones incorrectas o falsas presentándolas como ciertas y replicar sesgos. Estas respuestas imprecisas se conocen como "alucinaciones".

GPT-4 es más preciso que su predecesor. Así, obtendría una puntuación un 40% superior en determinadas pruebas de veracidad y tendría un 82% menos de probabilidades de responder a solicitudes de contenidos no permitidos, según OpenAI. Sam Altman, director ejecutivo de la compañía de moda en el sector, ha asegurado que este último modelo es "más capaz" pero que "sigue teniendo fallos". Una advertencia a desconfiar del producto que han lanzado al mercado.

Batalla empresarial

La IA está llamada a ser la tecnología de la próxima década y alterar el funcionamiento de internet. Esa promesa es la que ha lanzado a grandes compañías del sector a competir por liderar un emergente negocio que ya mueve miles de millones de dólares en todo el mundo. Microsoft posee casi la mitad de OpenAI después que en enero invirtiese 10.000 millones de dólares en esa startup.

A principios de año, el gigante tecnológico anunció que integraría en su buscador Bing una función de chatbot conversacional similar a ChatGPT, lo que podría transformar la forma en que buscamos información en la red. Ahora, GPT-4 servirá para mejorar aún más el funcionamiento de Bing. Microsoft también ha iniciado esa integración de la IA en otros productos como Word, Excel, el navegador Edge o sus servicios en la nube Azure.

Google lleva años siendo una potencia en el desarrollo de la IA —inventó parte esencial del modelo GPT en 2018—, sin embargo hasta ahora había optado por guardar sus innovaciones bajo llave por temor a que sus efectos negativos perjudicasen su reputación. Microsoft ha optado por la otra vía, lo que le ha permitido controlar el relato y posicionarse como líder en el mercado. Ese gesto estratégico ha forzado a Google a reaccionar. En enero anunció el lanzamiento de Bard, su propio generador de texto. Justo ayer, la multinacional propiedad de Alphabet anunció el lanzamiento de nuevas funciones de IA para Gmail, Docs y otros servicios, así como permitirá a los desarrolladores usar su modelo de lenguaje.