Disrupción tecnológica

Los colegios de Nueva York prohíben la Inteligencia Artificial ChatGPT por temor a que se copie

El Departamento de Educación de la ciudad bloqueará el acceso a este sistema de IA que responde a todo tipo de preguntas en sus dispositivos, pero los alumnos podrán seguir utilizándolo desde sus móviles

realidad virtual

realidad virtual / pixabay

Carles Planas Bou

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Antes, los alumnos podían usar chuletas para hacer trampas y copiar en los exámenes. Ahora, pueden pedirle a la Inteligencia Artificial (IA) que lo haga por ellos. Es por eso que el departamento de educación de Nueva York prohibirá el acceso a ChatGPT, un sistema capaz de responder a preguntas, resumir libros o elaborar ensayos, entre otras cosas, por temor a que sea usado para hacer trampas y perjudique a los estudiantes.

Las autoridades bloquearán el acceso a este popular chatbot en sus dispositivos y redes, aunque los alumnos podrán seguir recurriendo a la IA en sus propios dispositivos, ya sean teléfonos móviles o ordenadores portátiles. Una portavoz del departamento, Jenna Lyle, explicó este miércoles al portal Chalkbeat New York que esa prohibición se debe a los posibles "impactos negativos en el aprendizaje de los estudiantes, y las preocupaciones con respecto a la seguridad y la exactitud de los contenidos".

Esta IA es capaz de analizar un ingente volumen de datos que extrae de Internet para responder a las peticiones de los usuarios. Así, puede resumir complejos técnicos como la computación cuántica o leyes físicas con términos sencillos que todo el mundo pueda comprender. Esa posibilidad abre oportunidades para los alumnos, que pueden recurrir a ChatGPT no solo para copiar en los exámenes, sino también para realizar sus deberes o para informarse. "Aunque la herramienta puede proporcionar respuestas rápidas y sencillas a las preguntas, no fomenta el pensamiento crítico ni la capacidad de resolver problemas, que son esenciales para el éxito académico y vital", añadió la portavoz.

Peligro de desinformación

Como ya señalamos en este diario, ChatGPT está fascinando con su capacidad para dar respuestas creativas simulando el comportamiento humano, pero también ha despertado preocupación por los efectos que pueda tener, entre ellos la desinformación. Y es que este sistema está programado para responder a las peticiones de los usuarios, imitar a los usuarios e incluso para programar código informático, pero también incurre en errores que presenta como si fueran una realidad. Ese tono convincente puede hacer que algunos usuarios "se entreguen al oráculo de forma acrítica", como advirtió David Casacuberta, profesor de lógica y filosofía de la ciencia en la UAB.

ChatGPT fue lanzado el pasado noviembre por OpenAI, una empresa centrada en la popularización de la IA y cofundada por el magnate tecnológico Elon Musk. Al entrar en la aplicación, ya se advierte al usuario de que el sistema "puede generar ocasionalmente información incorrecta o engañosa". Aún así, en las últimas semanas han aparecido en los medios estadounidenses informaciones que apuntan a su creciente uso entre los estudiantes. Esa combinación de facilidad en su uso, apariencia de credibilidad y desinformación es la que preocupa a algunos profesores.

Otros, sin embargo, creen que es mejor que el sistema educativo se adapte al surgimiento de esa tecnología, como ya hizo anteriormente con la aparición de Google o Wikipedia. Es el caso de profesores como Lluís Codina o la asesora de comunicación Cristina Juesas, que apuestan por enseñar a los alumnos a usar ChatGPT de forma crítica y ética para explotar sus oportunidades minimizando sus riesgos.