Razer Blade 15 Advanced Model, nos rendimos al portátil gamer que te hará olvidar el resto

Razer Blade 15 Advanced Model

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Elric Ruiz / Elsotanoperdido

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Lo reconocemos. Somos jugadores o, gamers o, como quieran llamarle, y un jugador pasa horas delante del monitor buscando la perfección en sus partidas. Ya sea en obras de acción, en tercera persona competitivos, como, por ejemplo, ‘Fortnite’; o en títulos de simulación, como el reciente y glorioso ‘Microsoft Flight Simulator’; ningún jugador podría describir con simples palabras la sensación que produce mantener el control en todo momento.

Claro, llegar hasta este punto de interacción y de fusión con el videojuego no es una labor sencilla, y entre los elementos más importantes, es la herramienta confiada para la tarea, más incluso que nuestra pericia con la dupla teclado y ratón. Aunque muchos gamers habitualmente se encomiendan a un ordenador de sobremesa montado a su gusto que, seguro le ha llevado más de un dolor de cabeza tan solo para regular y configurar, -con su correspondiente incremento de gasto en euros-, actualmente encontramos las mismas soluciones en equipos portátiles, como el caso del Razer Blade 15 Advanced Model.

De hecho, nos ha sorprendido, y de manera realmente grata, una opción portátil destinada a jugadores que, como nosotros, no se conforman con la medalla de plata. Este sistema de ultimísima generación viene equipado con todo lo necesario como para no echar de menos ninguna configuración de sobremesa, y encima lo hace con un formato de teclado en castellano, sin olvidar ninguno de los caracteres de uso habitual.

Si el sello de la triple serpiente cruzada ya es reconocido como marca gamer de altísimo nivel, este Blade ha conseguido reconciliarnos por completo con la opción portátil: un procesador Intel de 11ª generación, una tarjeta para portátiles dedicada GeForce RTX de la serie 30, 16GB de memoria RAM (ampliables a 32GB) y pantalla de 15 pulgadas con tasas de refresco de hasta 360Hz y QHD a 240Hz son toda una declaración de intenciones para quienes reniegan de andar con el portátil y el cargador todo el día.

Razer Blade 15 Advanced Model

Razer Blade 15 Advanced Model /

Y, ciertamente, el nivel de exigencia que muchos jugadores demandan es alto, pues el rendimiento depende de ello. Tan solo un detalle: en el breve espacio de adaptación al nuevo sistema, hemos logrado mantener los marcadores generales sin demasiado margen de error. Algo es innegable: las sensaciones que produce este Razer Blade 15 Advanced Model son excelentes. Tanto en rendimiento como al tacto, el portátil enamora. Cuenta con todos esos pequeños detalles que pedimos a nuestros equipos nuevos, una retroiluminación RGB personalizable desde su propio software Synapse 3, que permite configurar efectos de iluminación para todo el teclado o individualmente en cada tecla, para adaptarla a cualquier juego, ganando tiempo al entrenamiento y aumentando la inmersión.

Lo mejor de todo es que en menos de una semana trasteando con el portátil hemos logrado adaptarnos a él sin percibir la necesidad de arrancar el equipo de sobremesa, lo que particularmente me ha permitido llevarme mi estación de videojuegos a cualquier parte. De hecho, he vuelto a revivir lo que antaño se conocía como las LanPartys, es decir, me llevo el equipo a casa de unos amigos y jugamos todos en fila, como hacíamos cuando la conexión a Internet era más precaria.

Más allá de videojuegos el ordenador rinde a las mil maravillas, sin ruido, recalentamientos de ningún tipo -la refrigeración tiene una cámara de vapor-, lo que nos permitirá renderizar vídeos mientras navegamos por internet sin molestias acústicas. Hay algunas configuraciones avanzadas con paneles 4K y vertientes táctiles, pero, en mi caso, no ha sido necesario dar el salto todavía, por aquello de sacrificar la resolución por tasa de imágenes por segundo.

Con el Razer Blade 15 Advanced Model es una auténtica delicia volver a sentir que puedes seguir disfrutando de tu pasatiempo favorito en cualquier parte y comprobar cómo, con un pequeño cambio de entorno, nuestro rendimiento puede ser superior. De hecho, jugar unas partidas en un chiringuito junto a la playa ha sido uno de los momentos mágicos del mes. En definitiva, no pensábamos que un portátil pudiera abrirnos una nueva experiencia de juego tan completa y con movilidad, pero la realidad es que, una vez probado, convence hasta el punto de incitar a realizar experimentos de rendimiento en lugares no habituales. Son muchas las horas que pasamos delante del ordenador, y el simple hecho de cambiar el entorno puede llegar a ser como volver a respirar de nuevo.