Pugna entre gigantes tecnológicos

La guerra de Facebook y Apple por la privacidad se recrudece

El sistema anti-seguimiento impulsado por Apple perjudica el modelo de negocio de la red social, que usa los datos de los usuarios para vender publicidad

Facebook acusa a la multinacional de perjudicar así las oportunidades de negocio de las pequeñas empresas que usan la plataforma para promocionarse

El CEO de Apple, Tim Cook, en una presentación en 2019

El CEO de Apple, Tim Cook, en una presentación en 2019 / Jeff Chiu (AP)

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

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Si supieses con qué datos personales se quedan las aplicaciones que utilizas, ¿seguirías permitiendo que te rastreen? Esta es la gran cuestión que ha llevado a una guerra abierta entre Facebook y Apple, dos de las plataformas tecnológicas más poderosas del mundo. Una pugna que se ha recrudecido en las últimas semanas y en la que se disputa la privacidad de los usuarios.

El motivo de la creciente mala relación entre ambas empresas es iOS 14.5, la última versión del sistema operativo que Apple lanzó el pasado 26 de abril y que incluye un sistema anti-seguimiento. Con esa actualización, todas las aplicaciones para iPhone y iPad deberán informar a los usuarios de los datos que recaban con su actividad y pedirles permiso para utilizarlos. Si te niegas, no podrán recopilar tu información.

Este cambio es clave para Apple, que desde hace años utiliza la privacidad como posicionamiento de su marca para destacar en un mercado digital en el que el uso de datos personales es algo habitual, aunque no por eso menos preocupante. “Anteponer las ganancias a la privacidad (…) es vigilancia. Y las enormes cantidades de datos personales solo sirven para enriquecer a las empresas que los recopilan”, señaló en 2018 Tim Cook, director ejecutivo de Apple, en la que se considera el inicio de su enfrentamiento con esas compañías.

¿Por qué perjudica a Facebook?

El modelo al que se refería Cook es la base del imperio de Facebook. El conglomerado digital liderado por Mark Zuckerberg –que incorpora otras plataformas como Instagram, WhatsApp o Messenger– vive de recopilar la ingente cantidad de datos que generan sus usuarios para elaborar perfiles segmentados y venderlos a la industria publicitaria.

La actualización de Apple obliga a los desarrolladores de aplicaciones a informar a los usuarios del uso del IDFA, el identificador publicitario que, como las galletas (cookies, en inglés), siguen tu actividad cuando estás conectado y la registran para que eso después sirva a las empresas que pagan por poner anuncios en Facebook.

El 21 de abril Facebook pareció aceptar los cambios y prometió “nuevos protocolos de medición”. Sin embargo, ese golpe a su modelo de negocio ha llevado a WhatsApp a actualizar sus políticas para seguir recopilando los datos personales de nuestros teléfonos móviles —también iPhone— y compartirlos abiertamente con Facebook.

¿Qué impacto puede tener?

La llegada de este nuevo sistema anti-seguimiento de Apple puede tener un fuerte impacto en la industria digital. Según apuntan varias encuestas, eso podría llevar a un 80% de las personas preguntadas a no dar su consentimiento para ser rastreadas con fines publicitarios. Facebook calcula que ese cambio haría que los anuncios en su plataforma sean un 60% menos efectivos.

Consciente de esa amenaza a su modelo de negocio, Facebook ha lanzado una agresiva campaña contra Apple. En ella, acusa a la empresa de Cupertino (California) de perjudicar a las empresas pequeñas con esos cambios. Y, en parte, es cierto, pues muchas de ellas se sirven de los datos que Facebook proporciona de sus usuarios para poder lanzar anuncios personalizados que mejoren sus negocios. Si la efectividad de la publicidad cae, también caen las ventas de esas empresas. Eso puede llevarlas a no hacerlo en Facebook.

En una rivalidad cada vez más marcada, Facebook también ha relanzado las críticas a Apple por las acusaciones de monopolio que penden sobre ella por la comisión del 30% que aplican a los desarrolladores que quieran formar parte de su tienda digital, la App Store. “Vemos cada vez más a Apple como uno de nuestros mayores competidores”, aseguró Zuckerberg en enero. “Tiene todos los incentivos para usar su posición de plataforma dominante para interferir con el funcionamiento de nuestras aplicaciones, lo que hacen con regularidad para dar preferencia a las suyas”.

¿A qué se debe el cambio de Apple?

La mayor parte de los ingresos de Apple se deben a la venta de dispositivos como los iPhone, los iPad o sus ordenadores portátiles Mac. Eso hace que, a diferencia de gigantes como Facebook o Google, no dependa de la extracción de datos de sus usuarios para convertirlos en publicidad y nuevos beneficios.

Desde hace años, la multinacional de la manzana ha reaccionado a la sucesión de escándalos por mal uso de datos privados y a la creciente concienciación ciudadana reforzando la privacidad en su sistema. Esa estrategia la permite reforzar su marca y dar un mayor valor a sus productos ante las otras tecnológicas de Silicon Valley.

Aunque su paso anticipa una nueva era de publicidad digital más respetuosa con la privacidad, la implicación de Apple tiene fisuras: cobra 12.000 millones de dólares al año para que Google sea el buscador por defecto de sus dispositivos y extraiga datos a sus usuarios.

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