Pros y contras de la app de moda

Las claves del éxito de Clubhouse, la exclusiva red social que certifica el auge del audio

La plataforma permite charlas de audio en directo y solo puede accederse a ella con invitación

Celebridades como Elon Musk disparan la popularidad de la app y Facebook y Twitter ya preparan su versión

La 'app' Clubhouse, en una pantalla de un móvil

La 'app' Clubhouse, en una pantalla de un móvil / Reuters / Florence Lo

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Casi de la noche a la mañana, una nueva plataforma ha empezado a despuntar como tendencia y a colarse en las conversaciones. Se trata de Clubhouse, una nueva red social de charlas de audio en la que los usuarios pueden organizar sus conferencias temáticas o escuchar y participar en las de otros. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?

Lanzada al mercado en abril del año pasado, Clubhouse es algo así como un podcast en directo y marcado por un carácter de exclusividad, pues solo se puede acceder a ella a través de la invitación del algún miembro. Una decisión un tanto elitista y que explota el FOMO la ansiedad social que produce perderse lo que otros están haciendo pero que, aún así, permite a la plataforma generar un gran interés sobre lo que ahí se cuece.

Clubhouse fue ideada en San Francisco, epicentro de la industria tecnológica de Estados Unidos, como punto de conexión entre miembros del sector. Privados por la pandemia y las medidas de restricción derivadas, la plataforma ofrecía un espacio para que inversores, empresarios, informáticos y periodistas se reuniesen para conectar y debatir.

Popularidad al alza

Pero en menos de un año, la red social ha logrado ir más allá de Silicon Valley y consolidar su popularidad. El pasado 31 de enero, en pleno tambaleo de Wall Street por las inversiones masivas coordinadas desde el foro Reddit, la participación del magnate milmillonario Elon Musk en una charla organizada en Clubhouse colapsó la sala digital que lo hospedaba con más de 5.000 oyentes, un momento de éxito que sirvió como empujón definitivo para validar e impulsar la plataforma como un fenómeno puntero.

La presencia de otras grandes personalidades tecnológicas como Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, y de celebridades mediáticas y artísticas como la presentadora Oprah Winfrey o el rapero Drake ha disparado su popularidad. Clubhouse acumula ya más de 4,7 millones de descargas y más de tres millones de usuarios en todo el mundo que hablan de política, comentan partidos de fútbol o debaten sobre filosofía. La app pretende hacer con los directos de audio lo que Facebook, Youtube y Twitch ya han hecho con el vídeo.

La popularidad de Clubhouse también se disparó en China hasta que, este martes, bloqueó la aplicación tras registrar charlas de temas críticos con Pekín como la situación de Taiwán, Hong Kong y la represión de la minoría musulmana.

Pasión por el audio

La irrupción en escena de Clubhouse demuestra el creciente interés por el audio en la era dorada del ‘podcasting’. Así, se están desarrollando nuevas plataformas que se centran en los audio chats como Fireside, que busca impulsar la monetización y permite grabar las charlas, o Spaces, una nueva funcionalidad que estudia Twitter para crear salas de debate. Facebook también estaría trabajando en el desarrollo de un producto de audiochat similar para plantar cara al ascenso de Clubhouse. Este tipo de salas ya existen desde hace meses en Discord, otra plataforma en auge.

El futuro de esta nueva red social parece brillar. El 21 de enero, alcanzó una valoración en el mercado de hasta 1.000 millones de dólares. Apoyada por la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz, ha cerrado dos rondas de financiación con 110 millones de dólares y asegura contar ya con “más de 180 inversores”.

¿Cómo funciona?

El funcionamiento de esta nueva red social es muy sencillo. Tras recibir una invitación, puedes crearte un perfil similar al de otras plataformas. Una vez dentro, debes elegir una serie de intereses y en función de estos se te mostrará un calendario de las charlas programadas. En estos espacios, llamados ‘salas’, el usuario puede escuchar a Zuckerberg hablar sobre el futuro del transporte y el teletrabajo (y optar a hacer preguntas) o crear una discusión entre colegas sobre ‘La Isla de las Tentaciones’. Él decide si ser receptor o emisor.

“Será el lugar al que acudir para comprender y construir el futuro”, explicó su fundador, Paul Davidson. La aplicación elimina algunas barreras del podcast, permitiendo a sus usuarios lanzar programas con más facilidad. “Ofrece todas las ventajas de la distribución de un podcast sin la planificación o la edición que implicaría”, señala el periodista tecnológico Casey Newton. Algunos medios de comunicación empiezan a utilizar la plataforma para repasar las noticias del día.

Además de participar en debates, la plataforma también sirve como punto de conexión entre profesionales, como puente para hacer contactos en un momento de pandemia que ha dificultado el conocer a gente. En esa dirección, el famoso youtuber Jake Paul definió Clubhouse como “el LinkedIn en el que puedes hablar”.

Grandes interrogantes

Sin embargo, Clubhouse tiene algunos aspectos menos agradables para los usuarios. De momento la aplicación sólo está disponible para iOS, el sistema operativo de los iPhone, y no cuenta con un programa de monetización pero desde la plataforma ya trabajan para llevarla a Android y para pagar a sus usuarios. Otro hándicap que parece que no se resolverá es la imposibilidad de grabar las charlas. Eso las convierte en algo efímero y único, que remarca ese valor de exclusividad de Clubhouse, pero también dificulta que el usuario pueda escucharlas fuera del directo, como cualquier podcast.

A pesar de estar viviendo un momento estelar, Clubhouse tiene otros interrogantes. Como toda tecnología, la red social está sujeta a lo que sus usuarios quieran hacer con ella. La falta de moderación de contenidos de la plataforma ha llevado a la aparición de charlas racistas y misóginas o de troles que boicotean las de otros. Además, los usuarios no pueden bloquear a acosadores ni denunciar un contenido que, al ser en audio y efímero, no deja rastro. La app no cuenta con políticas claras de uso, pero para ejercerlas necesitarán ampliar su equipo, formado actualmente por solo nueve personas. La app aún está en fase de desarrollo y este será un punto clave a resolver.

Estos últimos días, la polémica en Clubhouse ha venido por la decisión de grandes empresarios, entre ellos de uno de los fundadores de la plataforma, de expulsar a los periodistas de sus charlas para evitar así preguntas comprometidas o escrutinio público. Una decisión que también remarca la facilidad con la que se pueden crear cámaras de eco.

En Alemania, Clubhouse se enfrenta ya a una demanda por violar las leyes europeas de protección de datos y de protección del consumidor al solo detallar sus políticas en inglés.

Suscríbete para seguir leyendo