Cuentos para Emma

Emma está lejos, muy lejos, aunque las pantallas digitales y una curiosa estrategia de su abuelo para mantenerla cerca son el origen de, por el momento, tres entrañables y originales cuentos de verano que pueden descargarse de manera gratuita en el Apple Books, para que otros padres y abuelos puedan entretener a los más pequeños en este caluroso y raro verano.

El origen de estos cuentos, según Paco Lara, autor 'estoy dedicando parte de mi tiempo a cumplir con la tarea que me ha impuesto mi nieta: contarle cada día una historia. Y como las que más le encantan son las historias mágicas con animalitos amigos, no me queda otra (maravillosa obligación!) que inventarlas'.

Tres historias para el verano

Emma es una niña alegre, lista y curiosa. Quiere aprender todo y de todo para enseñárselo después a sus amigos, como el dragón Rufo, Osito, la ardilla Noli, Tika la eriza o el pájaro Pipo. Emma es un poco profesora, y también un poco maga.

Fruto de la imaginación, la distancia y el deseo de tender puentes hacia Emma, la nieta del autor, son el origen de tres cuentos, que sin duda serán más en las próximas semanas.

De gallinas y dragones

En la Semilla Mágica se explica como mamá Miriam mostró a Emma a sembrar semillas, para tener fresas, tomates y otras frutas y verduras en el jardín. Ese mismo día, Emma enseñó a sembrar semillas a Osito, su mejor amigo, quien  sembró una semilla mágica de la que nació una planta muy, muy, muy especial.

En Emma y la gallina Catalina se explica un curioso gallinero que hay en el jardín, con su techo rojo y una gran puerta por la que entraban y salían corriendo los dos pollitos que vivían allí con su mamá, la gallina Catalina. Todas las mañanas, mamá gallina ponía un huevo y los pollitos Pepe y Pito lo sacaban a la puerta del gallinero, haciéndolo rodar, para que Emma lo viera cuando venía a traerles la comida. Un día, mientras jugaban, oyeron a mamá Catalina cacareando muy enfadada. Los dos pollitos, asustados, regresaron corriendo al gallinero y, al llegar, encontraron a mamá gallina muy triste... ¡El huevo estaba roto!... ¿Quién habría sido? Catalina y los pollitos, tristes, pidieron ayuda a su amiga Emma... ¡Y Emma tuvo una gran idea!

En tercer cuento el autor explica como una mañana Emma se despertó sobresaltada al oír golpes muy fuertes en el cristal de su ventana. Vio que era el pájaro Pipo que todos los días la despertaba cantando. Pero esa mañana Pipo no cantaba, sino que no paraba de revolotear, nervioso, dando picotazos en el cristal de la ventana. '¡No hay agua en el río!… ¡El agua del río ha desaparecido esta noche, Emma! ¡Y los peces y los patos no pueden nadar ni beber!… ¿Por qué no hay agua en el río?… Emma tiene que averiguar qué ha pasado y ayudar a sus amigos. Emma y el dragón que quería ser azul.