EL ADN de la semana

Piojo

PERE PUIGDOMÈNECH

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El genoma de la semana es el del piojo del cuerpo, un insecto que se esconde en la ropa y que puede transmitir enfermedades. El trabajo lo han realizado grupos de diferentes países, incluidos dos de las universidades de Barcelona y Santiago de Compostela. Los resultados nos explican cómo estos molestos parásitos pueden haber evolucionado al mismo tiempo que la especie humana y también abren vías para conseguir nuevos insecticidas.

Los piojos nos acompañan desde antes de que hubiera homínidos. Todos los mamíferos los sufren y quitárselos de encima ha sido una actividad a la que algunos atribuyen incluso el origen de las sociedades humanas. Nosotros podemos sufrir tres tipos de piojos: del cabello, del cuerpo y del pubis. El más frecuente es el primero, que aparece periódicamente en las escuelas y crea el pánico en maestros y padres. El del pubis es objeto de amplia literatura erótico-jocosa. Y el del cuerpo, que se presenta en guerras y otras situaciones de penuria, es el más peligroso, pues es portador de enfermedades como el tifus. Es este genoma el que acaba de ser publicado.

Los resultados nos muestran un genoma muy pequeño, algo lógico en un animal que se ha adaptado a moverse poco y a alimentarse de sangre humana. De hecho, los piojos no pueden vivir de forma independiente y para estudiarlos deben mantenerse en conejos. Su genoma se ha reducido y contiene unos 10.000 genes, 3.000 menos que la moscaDrosophila. Por ejemplo, ha perdido genes relacionados con la percepción del mundo exterior y con el metabolismo. Otra característica de estos insectos es que conviven con una bacteria esencial que les aporta vitaminas. Los autores del artículo proponen que si se encontrara algún antibiótico contra la bacteria se podría eliminar el parásito.

Los piojos han vivido siempre con nosotros y siempre hemos tratado de quitárnoslos de encima, pero, con lo que sabemos ahora, ¿querremos exterminarlos del todo como hacemos con los virus? Igual podríamos quedarnos con unos pocos como recuerdo parasitando conejos.