Patrimonio UNESCO

El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona adquiere la cantera romana del Mèdol como un nuevo espacio

El MNAT ya prepara el espacio para poder reabrirlo, tras 11 años cerrado por decisión de la empresa propietaria

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La icónica aguja del Mèdol, símbolo de la cantera romana de Tarraco.

La icónica aguja del Mèdol, símbolo de la cantera romana de Tarraco. / MNAT

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El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) incorpora este lunes la cantera romana del Mèdol como un nuevo espacio, dentro del conjunto arqueológico de Tarraco declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La empresa Abertis Infraestructuras S.A., hasta ahora propietaria del yacimiento, ha hecho la donación del espacio a la Agència Catalana del Patrimoni Cultural, entidad adscrita dentro del Departament de Cultura de la Generalitat. Ahora, el MNAT ya prepara el yacimiento romano y abrirla al público.

La cantera romana, situada en el este del término municipal de Tarragona y junto a la autopista AP-7 y la A-7, está en un terreno de 11 hectáreas, accesible desde el área de servicio que lleva el mismo nombre, era propiedad de la empresa de infraestructuras de comunicación desde 1988, y es un yacimiento catalogado como Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN). Abertis ha donado el entorno a la Generalitat, que la ha traspasado a la gestión del MNAT.

Ahora la intención del Museu Arqueològic de Tarragona es iniciar los trabajos necesarios para mejorar y acondicionar los espacios y el entorno, junto a la propia Agència del Patrimoni Cultural. Según ha informado el MNAT, las actuaciones afectarán tanto el recorrido perimetral, que actualmente es la única parte abierta al público, como el espacio de el Clot, la cavidad donde se ubica la aguja del Mèdol y que lleva cerrada desde 2014. La voluntad del museo es "potenciar la conservación del yacimiento, mejorar la accesibilidad e incorporarlo de forma efectiva al circuito de visitas de la institución", garantizando la integración dentro de la oferta patrimonial del conjunto arqueológico de Tarraco.

En este sentido, la institución ha anunciado que iniciará de forma inmediata las acciones de mantenimiento, jardinería y de mejora de la señalización y los accesos al recorrido de la cantera por su zona perimetral, así como en los varios miradores del Clot del Mèdol. Por otra parte, el MNAT ha empezado a trabajar por la apertura total del Clot tras once años cerrada por decisión de la empresa propietaria, por lo que se ha encargado un estudio botánico y otro geológico. Una opción sería reabrir el yacimiento de forma limitada al acceso de los visitantes, con el objetivo de añadirlo al programa habitual de visitas y actividades.

En cuanto al centro de interpretación del Mèdol, situado en el área de servicio de la autopista, la Agència Catalana del Patrimoni ya ha iniciado las gestiones para un convenio que también permita su gestión por parte del MNAT. El museo calcula que a principios de julio ya tendrá los exteriores de la cantera romana del Mèdol integrada dentro de la oferta programática.

El Mèdol, la cantera de Tarraco

La cantera del Mèdol fue una de las canteras locales de época romana que servían a la ciudad de Tàrraco, y una de las más espectaculares por sus dimensiones y conservación. Actualmente, se trata de un hoyo de unos 200 metros de longitud y una anchura de entre 10 y 40 metros, según el punto, en medio del cual se conserva una aguja de veinte metros de altura, testigo de la cota original de la roca. La llamada piedra de Mèdol es la más empleada en la construcción de los edificios de Tarraco, como la muralla o el anfiteatro, y es todavía muy visible a la fisionomía de la ciudad por su característico color amarillento. La cantera en cuestión fue explotada como mínimo desde el siglo I a.C. y se calcula que se extrajeron 150.000 metros cúbicos de piedra.

La especial configuración del hoyo, resultado de siglos de explotación de la cantera, ha generado también un microclima en el espacio a causa de la profundidad, humedad y sombra que se registra. Como consecuencia, el espacio tiene un elevado interés botánico por las dimensiones de algunos ejemplares típicos del Mediterráneo (como los lentiscos, el acebuche y el aladierno), así como la presencia de dos especies con un régimen de protección especial: la caracola sanguínea y el palmito. En cuanto a la fauna, el espacio alberga especies singulares como el azor, la paloma torcaz, el lución, varios murciélagos, el dragón común y el dragón rosado.

Con la incorporación de la cantera del Mèdol, ya son ocho los espacios patrimoniales en la comarca del Tarragonès gestionados por el MNAT: el propio Museu Arqueològic (actualmente en remodelación, y con parte de la colección expuesta en el Tinglado 4 del Port de Tarragona), la Necrópolis, el Teatro romano, la Torre dels Escipions y la Pedrera del Mèdol, todas ellas en la ciudad de Tarragona. También hay la Villa romana dels Munts, en Altafulla; el Conjunto romano de Centcelles, en Constantí; y el Arco de Berà, en Roda de Berà.