Edificio emblemático

El Govern declara Bien Cultural de Interés Nacional el palacio medieval de Ca l'Ardiaca de Tarragona

El ejecutivo lo considera un "edificio emblemático" y "ejemplo de arquitectura civil gótica" de los siglos XII y XIII

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El Pla de la Seu de Tarragona, con el corsé de hierro que protege Ca l'Ardiaca.

El Pla de la Seu de Tarragona, con el corsé de hierro que protege Ca l'Ardiaca.

ACN

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El Govern de la Generalitat ha acordado declarar Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), en la categoría de Monumento Histórico, la Casa del Arcediano Mayor de Tarragona, denominada popularmente Ca l'Ardiaca. Situada en lo alto de la Part Alta, el centro histórico de Tarragona, y ante la catedral, es uno de los edificios históricos más emblemáticos de la ciudad de arquitectura civil gótica catalana de los siglos XII y XIII. "Ca l'Ardiaca es un elemento urbano notable de la ciudad, tanto por su presencia como por su valor patrimonial. En este sentido, la declaración como BCIN permite hacer efectiva la protección del edificio como monumento y, a la vez, hacer que esta protección sea de manera integral y posibilite el equilibrio armónico entre el monumento y su entorno urbano", ha resuelto el ejecutivo.

Ca l'Ardiaca se levantó sobre la entrada de lo que había sido el 'tèmenos' de Tarraco y ha estado presente los últimos 800 años de la historia de Tarragona. La base arquitectónica es gótica, correspondiente a los siglos XII-XIII, pero el edificio debe su aspecto actual a la reforma realizada en el primer cuarto del siglo XIV. La última transformación importante del inmueble fue en 1813, después de los daños producidos en la retirada del ejército francés durante la Guerra de la Independencia.

Además, las intervenciones que se han hecho desde el 2006 han puesto de manifiesto el rico legado de restos de época romana y medieval que hay en el subsuelo, así como los detalles ornamentales, revestimientos y pinturas murales de varias épocas. El edificio funcionó como Casa del Arcediano Mayor de la Catedral hasta la desamortización de Mendizábal (1835), cuando pasó a ser la vicaría de la catedral. A partir de la segunda mitad del siglo XIX ha tenido usos diversos, principalmente a los bajos.

En los últimos tiempos su estado de conservación ha empeorado mucho y desde hace más de diez años la fachada está apuntalada con un gran andamio, situada en el Pla de la Seu, justo ante la catedral de la ciudad. El año pasado el consistorio tuvo que intervenir de urgencia a raíz de desprendimientos en el techo que estaban afectando elementos patrimoniales del interior y destinó más de 600.000 euros. El Ayuntamiento de Tarragona ha reiterado a la propiedad que garantice la conservación sin que por ahora las conversaciones hayan dado frutos tangibles. Ca l'Ardiaca también es una de las opciones que prevé el gobierno municipal para que el Estado construya un Paradero Nacional, o bien, para que un promotor privado lo convierta el inmueble en un hotel de lujo.