Crisis energética

España cuela a Rusia en su podio de proveedores de gas en plena guerra

Las compras de las empresas españolas de gas ruso casi se triplican en lo que va de año, con un 172% más, pese a las reticencias del Gobierno.

Un buque metanero descarga gas natural licuado en una planta de regasificación.

Un buque metanero descarga gas natural licuado en una planta de regasificación. / EPC

David Page

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España sigue recibiendo

gas

procedente de Rusia a pesar de la guerra y, lejos de moderar las compras, cada vez aumenta con más fuerza esas importaciones. De hecho, en lo que va de año el peso de las llegadas de gas ruso al mercado español van ganando fuerza y Rusia se ha colocado ya como tercer mayor proveedor del país, sólo por detrás de Argelia -que confirma la recuperación de su posición como mayor suministrador- y Estados Unidos.

En enero y febrero de este año, cuando se cumple justo un año del inicio de la invasión militar sobre Ucrania ordenada por el Kremlin, las compras de gas

ruso

por parte de empresas energéticas españoles ha alcanzado los 11.837 gigavatios hora (GWh), casi triplicando el volumen registrado en los mismos meses del año pasado (+172%), según los registros de Enagás, el operador del sistema gasista español.

La Unión Europea ha lanzado varios paquetes de sanciones contra Rusia para ahogar económicamente al Gobierno de Vladímir Putin y cortar sus vías de financiación de la guerra en Ucrania. Entre las múltiples medidas de castigo no se ha incluido de momento el bloqueo de las compras de

gas ruso

. Y tras un año de guerra, España se está convirtiendo en un gran receptor de gas ruso por barco para luego reexportarlo a otros países.

Desde febrero del año pasado, cuando se dio inicio a la invasión militar de Ucrania, hasta el cierre de este febrero, las importaciones de gas ruso de empresas energéticas españolas se han disparado casi un 68%, superando los 63.460 GWh, frente a los 37.700 GWh de los trece meses anteriores.

Desde el sector energético se apuntan diferentes circunstancias que explican el incremento sostenido de las compras a Rusia durante el último año. Las importaciones responden en muchos casos a contratos a largo plazo firmados con mucha anterioridad a la invasión y que no se pueden romper sin exponerse a sanciones millonarias, justifican las compañías, y una parte del aumento de llegadas corresponde a desvíos de barcos metaneros que tenían por destino otros países europeos que tuvieron que buscar otros destino por problemas en las plantas europeas, singularmente durante el pasado verano.

En paralelo, con una parte sustancial de la red de gasoductos entre Rusia y Europa en punto muerto, España se ha convertido en un destino prioritario para hacer llegar gas ruso por barco gracias a su enorme parque de plantas de regasificación (que concentra un tercio de toda la capacidad de la UE), para luego revenderlo a otros países. Según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores), las reexportaciones de gas desde España superaron los 72.000 GWh en los últimos doce meses, lo que supone un fortísimo incremento de casi un 92% en sólo un año.

El Gobierno español ha manifestado públicamente de manera reiterada su preferencia de que las compañías energéticas redujeran sus compras de gas ruso, pero asume que las empresas pueden seguir comprando gas ruso dado que la

Unión Europea

no ha adoptado una decisión coordinada para vetar su importación.

Argelia, de nuevo mayor vendedor

Argelia

ha confirmado en los dos primeros meses del año la recuperación de su posición como mayor proveedor de gas de España (con una cuota del 24,2% hasta febrero), una categoría que ha mantenido durante casi medio siglo, pero que rompió durante todo el año pasado Estados Unidos, que ahora tiene que conformarse con la segunda posición (con 21,7% del total de compras en estos dos meses).

En plena crisis energética y en medio de la espiral de alzas de los precios energéticos, la decisión de Argelia de cerrar el mayor de los gasoductos que suministraba gas a España en octubre de 2021 provocó un vuelco en la estructura de las importaciones del país. La clausura del tubo submarino del Estrecho obligó a España a disparar el peso de las compras de gas que llegan por barco y acabó por desbaratar el ranking de países proveedores. Argelia perdió en enero de 2022 su posición histórica de mayor suministrador de gas y fue desbancado por

Estados Unidos

, que se ha mantenido como mayor proveedor durante todo el un año, hasta enero de 2023.