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Tribunales

Juzgan a dos mujeres por matar a un hombre echándole metadona en la bebida y así poder robarle

La Fiscalía pide 18 años de prisión para cada una de ellas por los delitos de homicidio y robo con fuerza

La recogida de jeringuillas se dispara en un punto caliente de La Mina

Fachada del Palacio de Justícia de Catalunya, sede del TSJC y Audiencia de Barcelona.

Fachada del Palacio de Justícia de Catalunya, sede del TSJC y Audiencia de Barcelona. / EP

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Barcelona
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El Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona juzga desde esta semana a dos mujeres a un hombre echándole metadona en la bebida para robarle. El crimen tuvo lugar el 12 de agosto de 2021, cuando las sospechosas presuntamente acudieron al domicilio de la víctima en Barcelona para consumir alcohol y drogas. Una vez allí y, sin que el hombre se diese cuenta, vertieron un bote y medio de metadona en su bebida. De esta forma pretendían eliminarlo y poder abrir la caja fuerte para sustraer lo que había dentro.

La Fiscalía pide 18 años de prisión para cada una de las dos mujeres acusadas de un delito de homicidio y otro de delito de robo con fuerza. Además, reclama que indemnicen a la familia del fallecido con 130.000 euros.

El escrito de acusación señala que una de las procesadas había conseguido la metadona a través de un centro de asistencia a drogodependientes situado en el distrito barcelonés de Nou Barris. Tras dejar inconsciente a la víctima, las acusadas violentaron una caja fuerte que tenía en la vivienda y se apoderaron de dinero, relojes y joyas, entre otros objetos, algunos de los cuales vendieron en establecimientos de productos de segunda mano.

La Fiscalía considera que, cuando decidieron mezclar con metadona la bebida de la víctima, las acusadas "tuvieron que ser consciente de que esta dosis podría producirle la muerte" y concluye que o bien ese era el propósito que guiaba su conducta o asumieron que estaba poniendo en riesgo la vida del hombre.

Las encausadas, que se encuentran en prisión preventiva, actuaron, según el ministerio público, "de común acuerdo", aprovechándose de que eran dos, de que la víctima se encontraba en su domicilio "en un ambiente distendido y con personas muy conocidas" y, además, bajo los efectos de las drogas.