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Desaparecida en Indonesia

Los allegados de Matilde Muñoz confían en que la geolocalización de su móvil permita aclarar qué le ocurrió

Esta gestión permitirá confirmar dónde estaba el teléfono del día 6 de julio, cuando envió un mensaje, que sus familiares consideran falso, diciendo que se había marchado a Laos

Matilde Muñoz, la vecina de Palma desaparecida hace dos meses en Indonesia.

Matilde Muñoz, la vecina de Palma desaparecida hace dos meses en Indonesia. / DM

Palma
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La Policía de Indonesia ha iniciado las gestiones para la geolocalización del teléfono móvil de Matilde Muñoz, la vecina de Palma de 72 años que desapareció el pasado 1 de julio en la isla de Lombok, en Indonesia, según han confirmando desde la Embajada española en Yakarta a sus familiares. Esta medida permitirá ubicar el términal hasta que se quedó sin batería, y puede aportar un dato fundamental: dónde estaba cuando el 6 de julio envió un mensaje a la encargada de su hotel en el que decía que se había marchado a Laos, un mensaje que la familia considera falso.

A punto de cumplirse dos meses de la desaparición de la mujer, antigua azafata de la desaparecida aerólinea Spantax y que tiene un apartamento en Cala Major, y que desde su jubilación pasaba gran parte de su tiempo viajando por distintos países del Sudeste Asiático, las gestiones de la Policía indonesia, junto a la Española y la Policía Nacional, parecen haber cobrado por fin impulso. El pasado fin de semana aparecieron en un vertedero junto al hotel en Lombok su ropa y una mochila con efectos personales de Matilde, y en su habitación, debajo de su cama, había una parte de un pendiente que ha sido reconocidos por sus allegados: "Tenía un cierre muy complicado, y Matilde nunca se lo quitaba".

Amigos y familiares de Matilde comentan que, "parece que se ha puesto en marcha una conexión entre la Embajada y su enlace de la Policía Nacional con la Policía de Lombok, que está impulsando la investigación". Según les han informado desde la Embajada, se ha iniciado el procedimiento para geolocalizar su teléfono móvil. Esta medida permitirá ubicar geográficamente el terminal hasta que se quedó sin batería o fue destruido. Este dato puede ser crucial, porque la encargada del hotel donde se alojaba la turista española envió a sus familiares un pantallazo de unos mensajes que supuestamente le había enviado el 6 de julio diciendo que se había ido a Laos. La familia está convencida de que Matilde, que habla muy bien inglés, no fue quien escribió esos textos plagados de faltas. Ahora habrá que ver si se puede confirmar dónde estaba realmente ese teléfono el día en que se enviaron esos mensajes y tratar de averiguar quién lo tenía.

Matilde Muñoz llevaba desde el pasado 13 de junio alojada en un hotel de la isla de Lombok, en Indonesia, y tenía pagada su habitación hasta el 20 de julio. Pero no ha dado señales de vida desde el 1 de julio. Pocos días después llegó a Lombok una pareja de amigos argentinos con los que había quedado allí en esas fechas. Cuando, extrañados por su ausencia, preguntaron por ella en el hotel, la empleada les mostró este mensaje en el que decía que se había ido a Laos.

Los familiares de Matilde centran sus sospechas en los dos responsables del hotel en el que se alojaba. Matilde cerraba su habitación con un candado y tenía su estancia pagada hasta el 20 de julio, pero la pareja de argentinos ese encontró un día con la puerta habierta. Los empleados devolvieron también a la agencia la moto que Matilde tenía alquilada antes de que expirara el plazo.

Cuando la Policía de Indonsia fue al hotel a realizar la primera inspección ocular, los empleados les llevaron a una habitación que no era la de Matilde. Posteriormente, cuando revisaron la estancia, vieron que no había televisor. Los trabajadores dijeron que esta habitación no tenía, pero la familia de Matilde vio una foto que ella había hecho allí y en la que sí había un televisor. En la estancia había el sobre en el que le habían enviado a Matilde dos tarjetas de crédito. Las tarjetas no han aparecido.

Los familiares han descubierto que anteriormente se habían producido varios robos a otros clientes del establecimiento.

Finalmente, el pasado fin de semana, aparecieron en un vertedero donde arrojan la basura del hotel prendas de vestir y una mochila con efectos personales de Matilde. En su habitación, debajo de la cama, había una parte de un pendiente que, según sus allegados, la mujer nunca se quitaba.

Hasta ahora no han aparecido su teléfono, el cargador, su pasaporte ni las dos tarjetas de crédito que acababa de recibir.

Matilde Muñoz, de 72 años, nació en El Ferrol, pero estuvo viviendo bastantes años en Palma y trabajó como azafata para la desaparecida aerolínea Spantax. Se compró un apartamento en Cala Major, que en la actualidad está alquilado. Desde que se jubiló dedicaba gran parte de su tiempo a viajar por distintos países del Sudeste Asiático, en especial India, Tailandia e Indonesia.

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