Nuevas tácticas

Los narcos planean mejor los narcoasaltos con un 'kit de vuelcos'

Gracias a las últimas tecnologías los criminales planean el seguimiento de objetivos sin que se den cuenta y asaltarlos

Las mafias de la marihuana se blindan con más armas de fuego: un narcoasalto cada 5 días en Catalunya

Más del 90% de los narcoasaltos en Catalunya están vinculados a la marihuana

Imagen de las balizas encontradas por Mossos a una banda de delincuentes

Imagen de las balizas encontradas por Mossos a una banda de delincuentes / Mossos

Germán González

Germán González

Barcelona
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El auge del tráfico de la marihuana en Catalunya no únicamente ha provocado un aumento del crimen organizado, la aparición de profesiones relacionadas con esta actividad y una mayor presencia de armas de fuego entre los delincuentes. También ha comportado que existan nuevos delitos violentos como son los robos de droga, principalmente marihuana, entre criminales. Se conocen popularmente como 'narcoasaltos' o 'vuelcos' y hay grupos especializados en cometer estas acciones violentas, empleando armas de fuego si es necesario.

Este tipo de delitos están cada vez más planeados, hasta el punto que en varias ocasiones la policía se ha encontrado con que los narcos utilizan una especie de 'kit de vuelcos', todo una equipación para cometer estos asaltos. El último caso conocido tuvo lugar hace unos días en Málaga. La Policía Nacional encontró este kit a una organización criminal que se dedicaba al transporte de hachís. En la operación, los agentes encontraron inhibidores de frecuencia de alta gama, grilletes, luces lanzadestellos, balizas de geolocalización, sprays de defensa, teléfonos móviles, una pistola de aire comprimido con silenciador y abundantes documentos de identidad de terceras personas, algunos de ellos falsificados. La policía cree que los delincuentes usarían estos elementos para robar droga a otros criminales.

Las bandas planean los 'narcoasaltos' de manera muy precisa. En primer lugar, acostumbran a tener dispositivos para rastrear a otras organizaciones que se dedican a transportar marihuana y así asaltarlas en el camino. Para eso usan balizas de geolocalización, ya que de esta forma el seguimiento se hace sin llamar la atención. Los robos suelen ser muy violentos, con golpes e intimidaciones, y se usan armas de fuego o simuladas, aunque los delincuentes también pueden llevar otros elementos como esprays de defensa. 

En algunos casos se hacen pasar por policías llevando chalecos y placas similares a los que utilizan los cuerpos policiale y empleando materiales propios de los fuerzas de seguridad como luces lanzadestellos o sirenas. También hay quien usa chalecos antibalas para resultar más creíble.

Hay otra tipología de narcoasaltos que tiene lugar en naves, viviendas o locales en los que hay cultivos de marihuana. Los delincuentes esperan a que sea el momento adecuado del crecimiento de la planta para llevar a cabo el robo. Suelen utilizar inhibidores de frecuencia de alta gama para sortear los sofisticados sistemas de videovigilancia y seguridad que tienen algunas bandas. También llevan esposas o grilletes para neutralizar a posibles 'jardineros', los que cuidan la plantación, y bolsas industriales para recolectar y llevarse la droga. 

Al tratarse de asaltos a plantaciones, las bandas envían a más personal para acabar la recolección lo antes posible y llevarse desde los cogollos de marihuana hasta el tallo con las hojas. También se llevan el dinero en efectivo que encuentren. Para escapar, suelen llevar documentación falsa por si los para la policía.

330 narcoasaltos en cuatro años

En los últimos cuatro años, los Mossos d'Esquadra han registrado unos 330 narcoasaltos en Catalunya, en su inmensa mayoría relacionados con el robo de marihuana, aunque también se ha registrado alguno para apropiarse de hachís. Sin embargo, los Mossos recuerdan que hay una importante cifra oculta en este tipo de delitos, ya que, por razones obvias, los propios delincuentes no suelen denunciar. Únicamente se ha dado algún caso de una persona que cultiva en casa más plantas de marihuana de las permitidas y que de repente un día llega y se encuentran con que le han desaparecido. Al desconocer que el cultivo era un delito, avisó a la policía por el robo y acabó detenido.

Al apenas recibir denuncias por robos de droga, los agentes indagan siempre a partir de otros elementos, como la llegada de algún herido de bala a un centro sanitario o que un vecino escuche disparos. De esa forma, pueden iniciar una investigación en la que se consigan evidencias contra alguna banda acusada de un narcoasalto, como por ejemplo que se use la misma arma que después se encuentra en una operación policial.

Y es que el hallazgo tanto de pistolas como de escopetas, junto con alguna arma de guerra, empieza a ser una constante en los registros policiales relacionados con el narcotráfico. Se usan tanto para asaltar como para defenderse de estos narcoasaltos. Los agentes también suelen encontrar otros elementos que indican que los grupos se dedican a robar a otros narcos, como las diferentes balizas de geolocalización descubiertas por los Mossos a una banda de origen francoárabe radicada en localidades de Barcelona y Tarragona que, junto con droga, también traficaba con armas desde Francia y extremaba la seguridad en los envíos de hachís y marihuana a zonas cercanas de París y Marsella.

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