Fraudes

La estafa es "un delito muy barato para quien lo comete", según el experto en sucesos Carlos Quílez

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Carlos Quílez durante la entrevista en Libertad Sin Deudas.

Carlos Quílez durante la entrevista en Libertad Sin Deudas. / / YouTube / Libertad Sin Deudas

Max Pérez

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Las estafas son un delito muy presente en nuestra sociedad, ya sea mediante internet -las más habituales actualmente- o las que se realizan 'a la vieja usanza', muchos se especializan en este método para sacar beneficios económicos de forma fraudulenta.

Debido a la infinidad de estafas que aparecen cada día y la dificultad por identificar y atrapar a los estafadores, es un delito muy extendido. Además, a esto se le suman las bajas penas que, según algunos expertos penalistas, reciben este tipo de delitos.

El Código Penal detalla en el artículo 248 que, "si la cuantía de lo defraudado no excede de 400 euros, se impondrá la pena de multa de uno a tres meses", tratándose de un delito leve de estafa. Una cifra que los delincuentes tienen muy presente para evitar penas mayores.

"Un delito muy barato"

En una entrevista para el canal de YouTube de Libertad Sin Deudas, un despacho de abogados expertos en cancelación de deudas y Ley de Segunda Oportunidad, el experto en sucesos Carlos Quílez detalla los fallos que tiene el sistema penal en este tipo de delitos.

"La estafa resulta un delito muy barato para quien las comete", afirma el periodista. La falta de violencia y el hecho de que se sustraiga dinero, hace que las penas en los delitos de estafas sean relativamente bajas. Sin embargo, las víctimas pueden padecer un daño emocional que no se ve compensado con los castigos que contempla el Código Penal.

La situación de las víctimas

Quílez pone una experiencia familiar como ejemplo: "A mi tía Katy le robaron la gargantilla de un ahijado que falleció pequeñito, llevaba la gargantilla de oro con una 'medallita' con la imagen del crío". Pese a que uno disponga del dinero para comprar una cadena nueva, el valor emocional de este objeto no se puede devolver.

No obstante, el especialista detalla que el Código Penal debe seguir manteniéndose distante a la arbitrariedad, para evitar corrupciones en este ámbito. "La justicia es una señora con una venda en los ojos, ciega y con una balanza. Y tiene que ser así", argumenta Carlos Quílez.

Aunque no se debe caer en la arbitrariedad, el periodista concluye que se debería prestar más atención a la situación de las víctimas y reparar el daño sufrido de la mejor forma posible.