tribunales

A juicio un hombre que estranguló a su expareja en Barcelona tres días después de denunciarle

Un jurado popular decidirá la culpabilidad o inocencia de Diego, para quien la fiscalía reclama 36 años de cárcel

La hermana de la mujer asesinada en Barcelona: "Le dijo que la mataría si se iba con otro"

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona / DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Barcelona
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Ivet confesó a su hermana Claudia antes de ser asesinada que tenía mucho miedo al que había sido su pareja, Diego, que la seguía al trabajo, que llevaba una navaja y que advirtió que “si no estaba con él, no estaría con nadie”. Así lo explicó Claudia a EL PERIÓDICO días después de que Ivet fuera estrangulada por su exmarido el 21 de marzo de 2022. Días antes, el 18 de marzo, la víctima había denunciado a Diego ante los Mossos por los malos tratos y amenazas que sufrió durante su relación sentimental. Nadie pudo evitar que Ivet se convirtiera en la segunda mujer enterrada por machismo en 2022.

Han pasado tres años y este martes está previsto que empiece el juicio con jurado popular contra Diego. La fiscalía es contundente en su escrito de acusación: el procesado, con “la finalidad culminar su propósito de desprecio a la condición de mujer” de la víctima, la “atacó violenta y brutalmente” y acabó con su vida. Diego se enfrenta a un total de 36 años de prisión por varios delitos, de los que 25 años corresponde al delito de asesinato con la aplicación de la agravante de parentesco y discriminación por razón de género.

Ivet tenía 25 años y era empleada en un establecimiento de Clarel. Diego tenía 33 años, es de origen ecuatoriano y con intermitencias trabajaba en la cocina de una pizzería. “Ivet se quedó embarazada con 17 años y se puso a trabajar para mantener a los dos hijos: a su hijo y también al de Diego”, recordó el 24 de marzo de 2022 Claudia. La hermana de la víctima se enteró del asesinato cuando acudió a comisaría porque no lograba localizar a Ivet y ante la sospecha de que algo extraño pasaba porque un amigo le había avisado de que Diego se estaba despidiendo de la gente.

Sin poder defenderse

“La víctima no tuvo oportunidad de defensa eficaz por cuanto ni esperaba el ataque, ni tenía medio de reaccionar frente a una agresión por parte de una persona con mayor vigor físico”, teniendo en cuenta, además, que la mujer “se hallaba desprevenida y confiada por su relación previa” con Diego, concreta la fiscalía. En el domicilio del procesado en la Gran Vía de Barcelona, cerca de plaza de Glòries, el 21 de marzo de 2022, el acusado cometió el crimen.

Sin embargo, el calvario de Ivet había empezado mucho antes. Ella tuvo una relación sentimental con Diego desde, al menos, 2014 hasta finales de 2021. Fruto de esa unión nació su hijo. Durante esta convivencia, según la acusación, el procesado, de forma "creciente a lo largo del tiempo" sometió a su pareja a “una dinámica de control de sus conductas y de sus comunicaciones”, a un “aislamiento de su entorno” y a una “reducción de su capacidad de movimientos”. De esta manera, añade la fiscalía, profería contra la mujer “continuos menosprecios e insultos”, como “no vales para nada, eres una guarra, una puta malparida”. La acusación sostiene que la mujer era víctima de “frecuentes ataques violentos de tipo físico y psíquico”, en muchas ocasiones en presencia del hijo menor.

Seguimientos y llamadas

Hasta que a finales de 2021, Ivet rompió su relación con Diego. Este nunca lo aceptó y “acrecentó” el control de su expareja, con continuos seguimientos y vigilancia y llamadas, incluyendo ataques y agresiones físicas y psíquicas. La fiscalía detalla que el procesado llegó a exhibirle varias veces un arma blanca. En una ocasión, relata, el hombre le puso a Ivet un cuchillo en la barriga para que desbloqueara el teléfono móvil y le mostrara su contenido.

El 16 de marzo de 2022, “siguiendo con esa dinámica de continuas vigilancias”, Diego acudió a los alrededores del domicilio de Ivet y al encontrarse con ella, que paseaba en compañía de su nueva pareja y un hijo, se encaró con ellos, lanzando a su exmujer una lata de cerveza a la cabeza. Ese mismo día, Ivet presentó una primera denuncia ante los Mossos. Dos días después, el 18 de marzo, volvió a comisaría para explicar los malos tratos proferidos por procesado cuando convivía con él y “el profundo temor que le inspiraba”. El día anterior, Diego le había interceptó y le dijo: “Si me denuncias me vas a obligar a hacer cosas malas”. El 21 de marzo, cumplió su amenaza y la estranguló.