Hallan muerto en el río Pisuerga a Alejandro Aranda, el profesor zaragozano desaparecido en Valladolid

Los bomberos de Valladolid han localizado este mediodía en el río Pisuerga, a la altura del Puente Juan de Austria, el cadáver del profesor zaragozano Alejandro Aranda, natural de Alcalá de Moncayo, quien permanecía desaparecido desde el pasado día 22 de marzo. La localización del cuerpo sin vida del docente se ha producido en las inmediaciones del embarcadero del Museo de la Ciencia de Valladolid. De hecho, ha sido el capitán del Barco Leyenda del Pisuerga el que ha avistado algo que ha llamado su atención cuando realizabas tareas de rastreo por el río, por lo que avisó a los bomberos, que se personaron en el lugar y recuperaron el cadáver del joven aragonés.

Según ha explicado la portavoz de la Policía Nacional en Valladolid, Rebeca Carreras, el grupo de Homicidios y Desaparecidos' de la Policía, que ha coordinado la búsqueda del joven aragonés, se puso en contacto con el capitán del barco "con el fin de aunar esfuerzos y medios" por lo que pidieron su "atención y colaboración".

Tras poner en marcha el protocolo que estos casos se exige, con la presencia de la Comisión Judicial compuesta por el médico forense, el secretario judicial, Policía Científica y Policía Judicial, se ha procedido al levantamiento del cadáver.

La familia de Aranda ya ha sido informada del fatal desenlace y se encuentra en Valladolid, según han confirmado a este diario fuentes del entorno del zaragozano.

Alejandro Aranda Lasheras, historiador originario de Alcalá de Moncayo (Zaragoza), trabajaba como guía del Imserso. En la mañana del domingo 23 de marzo llegó a Valladolid para acompañar a un grupo en una excursión. Era su primera visita a la ciudad.

Se hospedó en el Hotel Olid y, según algunos testigos, por la tarde parecía alterado, aunque sin mostrar signos de agresividad. Esa misma noche abandonó el hotel y, desde entonces, no se ha tenido noticia de él. Su teléfono móvil quedó en la habitación y su maleta fue encontrada en la calle San Quirce, cerca del Museo Nacional de Escultura.

Aranda estaba diagnosticado de un grado de esquizofrenia bajo medicación. Desde que se conoció su desaparición, se han llevado a cabo intensas búsquedas por parte de especialistas de las fuerzas de seguridad, con la participación también de familiares, allegados y voluntarios, y el uso de drones y medios acuáticos, entre otros, para tratar de dar con su paradero.

Numerosos carteles también han dado cuenta estos días, tanto en Valladolid capital como en pueblos de la provincia, de la desaparición del joven, con su fotografía y su descripción, para constatar si alguna persona podía haberlo visto.

Además, familiares del joven habían solicitado que la búsqueda se enfocara a espacios naturales, por la afición de Alejandro a la naturaleza, por lo que podría haberse desplazado a zonas rurales o montañosas.