Evita un control de la Guardia Civil y los agentes lo siguen hasta una casa con 100 plantas de marihuana en Mediona

Hay acciones que pueden levantar más que sospechas entre los agentes de la ley y atraerlos hacia el lugar en el que se comete un delito flagrante. Es lo que les pasó a efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Guardia Civil en Barcelona que realizaban un dispositivo operativo de vigilancia policial en Mediona el pasado 9 de febrero y observaron cómo un vehículo cambiaba de sentido antes de llegar al punto de control.

Ante esta maniobra sospechosa, los agentes decidieron seguirlo hasta la urbanización La Font del Bosc, en la misma localidad. Allí se paró en una casa y los policías notaron un fuerte olor a marihuana. Tras preguntar a uno de los ocupantes sobre la posible existencia de una plantación en el domicilio, este admitió que en el interior había plantas de cannabis.

La patrulla informó al Área de Investigación del Puesto Principal de Vilanova de la Guardia Civil y varios agentes acudieron al día siguiente a la vivienda. Identificaron a la persona que vivía, de 42 años, y le ofrecieron hacer un registro voluntario, a lo que accedió dando su consentimiento expreso.

Durante la inspección, los agentes encontraron en la vivienda un extenso cultivo con 96 plantas de marihuana, así como dos habitaciones utilizadas como secaderos de esta droga, que parecían estar siendo desmontadas apresuradamente por los ocupantes del inmueble. La Guardia Civil denunció al inquilino de la casa por un delito de tráfico de drogas y la investigación quedó a cargo del Juzgado de Guardia de Vilafranca del Penedés.

Está claro que pese a que pienses en tener una narcocasa llena de marihuana en una urbanización aislada para evitar que te atrapen hay quien es incapaz de mantener la calma y las apariencias ante la autoridad, y de esta forma lleva a los agentes prácticamente de la mano hasta la plantación.