Sucesos

Cae la mayor banda de narcos de Catalunya: se investiga su relación con la ejecución del estibador de Montgat

La banda, liderada por un vecino de El Prat, movió siete toneladas de cocaína y tenía un arsenal de armas de guerra

La operación, llevada a cabo por Guardia Civil, suma más de 30 detenidos y permite incautar 6 millones en efectivo escondidos en viviendas y vehículos

La Guardia Civil detiene en Igualada a 10 miembros de una banda de narcos que usaban armas de guerra

Imagen de la operación de la Guardia Civil

Imagen de la operación de la Guardia Civil / Guardia Civil

Germán González

Germán González

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Operaba a gran escala internacional traficando cocaína y luego blanqueaba el dinero obtenido con viviendas, vehículos de alta gama y otros objetos de lujo. Así actuaba una banda de narcos asentada en Barcelona desarticulada por la Guardia Civil en colaboración con Europol. Según los investigadores, se trata de la organización criminal más importante en cuanto a volumen de contrabando de droga, beneficio conseguido y miembros que la formaban. El instituto armado investiga la posible relación de este grupo con el asesinato, el pasado noviembre en Montgat, de un histórico estibador del puerto de Barcelona.

La operación Miltruck Frenchi, desarrollada en varias fases desde 2022, culminó con una operación el pasado diciembre que ha permitido detener a 25 presuntos miembros de la red y realizar 29 registros en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Cádiz. En total se han requisado más de seis millones de euros en efectivo, grandes cantidades de droga, armas de guerra, multitud de artículos de lujo y vehículos de alta gama.

Por el puerto de Barcelona

La organización introducía la cocaína en España por el puerto de Barcelona y con contenedores de productos aparentemente legales, como maquinaria industrial y frutas tropicales. También se enviaba droga por vía aérea. La red operaba con una estructura jerárquica bien definida que contaba con desde inversores y testaferros hasta personal portuario encargado de facilitar la extracción de la droga, pasando por distribuidores y encargados del blanqueo de los beneficios. La organización disponía de una gran cantidad de armamento, lo que la convertía en un grave riesgo para la seguridad ciudadana, según la Guardia Civil.

Imagen de la operación de la Guardia Civil

Imagen de la operación de la Guardia Civil / Guardia Civil

En este sentido, se han requisado 48 armas de fuego, incluyendo un fusil de asalto AK-47, armas largas automáticas, subfusiles de asalto, escopetas y armas cortas con silenciador y revólveres. También se ha encontrado una colección de 38 armas de fuego históricas, así como una gran cantidad de munición, pistolas eléctricas incapacitantes y puños americanos.

"Se trata de delincuencia organizada de alto nivel", ha asegurado el responsable de operaciones de la Policía Judicial de Catalunya, por lo que se está investigando si el grupo podría estar relacionado con el asesinato del histórico estibador del Port de Barcelona, que fue ejecutado en noviembre, presuntamente a manos de un sicario, cuando se tomaba un café en una terraza de Montgat después de dejar a su hijo en el colegio.

El cabecilla, de El Prat

En la cúspide se encontraba el líder de la organización, un vecino de El Prat de Llobregat conocido como 'Lucky', quien coordinaba las operaciones y ocultaba su implicación directa utilizando un testaferro encargado de realizar transacciones legales y bienes adquiridos con dinero ilícito. Bajo el líder operaban dos lugartenientes –'Bugatti' y 'Negro', lo que permitía a la organización descentralizar las operaciones y minimizar riegos. Además, también ejercerían funciones relacionadas con la importación y distribución de la droga.

En la base de la red se encontraban tres grupos especializados. Los cabecillas se aseguraban de que cada nivel tuviera un conocimiento limitado del resto, lo que dificultaba la desarticulación total de la organización. También está implicado un trabajador portuario que controlaba los movimientos de la mercancía oculta en contenedores. Los “rescatadores” se encargaban después de que el cargamento llegara a los mercados locales e internacionales.

Siete toneladas de droga

En enero de 2022 se inició la investigación, cuando los agentes intervinieron 620 kilogramos de cocaína ocultos en el interior del rotor de un generador eléctrico, importado por vía marítima a Barcelona desde una empresa de Panamá. A partir de entonces los agentes ordenaron seguimientos de envíos vinculados a esta empresa para detectar posibles conexiones y ramificaciones de la organización, que ha llegado a traficar con siete toneladas de cocaína.

Unos meses después, se detectó en el aeropuerto de Madrid-Barajas otro envío con 200 cajas de piñas: en su interior se hallaron más de 62 kilos de cocaína. La droga encontrada fue objeto de una entrega controlada en Barcelona que permitió identificar a miembros de la red y continuar la investigación.

Durante la investigación se incautaron más envíos de droga en diferentes puertos internacionales, como tres contenedores intervenidos en Panamá con 4.100 kilos de cocaína y dos más en España –uno con 700 kilos y otro con 1.600. Según la Guardia Civil, estos hallazgos consolidaron la estructura delictiva de la organización.

Arrestos por fases

En 2022, los agentes detuvieron a tres personas, investigaron a ocho personas e incautaron en España 620 kilos de cocaína y 181.000 euros en metálico. En la segunda fase se intervinieron más de 62 kilos de cocaína, ocultos en una partida de piña natural procedente de Costa Rica y con destino Barcelona: se detuvieron a cuatro personas y se incautaron 7.900 euros en metálico.

Imagen de la operación de la Guardia Civil

Imagen de la operación de la Guardia Civil / Guardia Civil

La tercera fase se desarrolló en tres etapas el pasado mes de diciembre y culminó con 29 registros y 25 detenciones en las provincias de Barcelona, Valencia, Málaga, Madrid y Cádiz. Los agentes encontraron en España más de 3.000 kilos de cocaína y 144 plantas de marihuana, así como equipamiento especializado para su cultivo. En Panamá se han intervenido un total de 4.100 kilogramos de cocaína.

Dinero oculto

Durante los registros los agentes hallaron más de seis millones de euros en dinero en efectivo que estaban distribuidos en domicilios y vehículos caleteados (adaptados en compartimentos ocultos a los que generalmente se accede mediante mecanismos electrónicos). También se incautaron 15 relojes de lujo, joyas de alto valor económico y 29 vehículos de alta gama utilizados para transportar droga y dinero. Además, se intervinieron 34 dispositivos electrónicos, móviles, ordenadores, drones, discos duros, varios sistemas de inhibición de frecuencia y escrituras notariales y otros documentos vinculados a propiedades y activos relacionados con actividades de blanqueo de capitales.

La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Lleida, ha contado con la colaboración de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) y la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos. 

Dentro de la colaboración internacional se ha compartido información con Costa Rica, Panamá, Dubái y Colombia a través del Centro de Inteligencia Criminal Antidroga, dirigido por la Guardia Civil en el marco del Proyecto GDIN, el cual estaba financiado por la Comisión Europea.