Sucesos

Agentes de Policía se hacen pasar por jardineros en Girona para atrapar a uno de los criminales europeos más buscados

El sospechoso, que mató a un cura en Hungría, vivía alejado del núcleo urbano y tomaba muchas medidas de seguridad antes de salir de casa 

Detenido un fugitivo en la Jonquera buscado desde hace cuatro años por una agresión sexual en Mallorca

Imagen del sospechoso detenido en Girona

Imagen del sospechoso detenido en Girona / Policía

Germán González

Germán González

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Tiene dos órdenes europeas de detención y entrega emitidas por las autoridades de Hungría, por homicidio agravado, y Rumanía, por un delito contra la seguridad vial, además de una requisitoria a nivel español por hurto. Por los delitos en otros países se enfrenta a una pena de cadena perpetua y por eso era uno de los criminales más buscados en Europa. Estaba fugado desde hacía más de 30 años.

Agentes de la Policía Nacional lo encontraron escondido en una vivienda en un municipio de la provincia de Girona. Vivía en una zona alejada del núcleo urbano, con poco trasiego de personas y vehículos, y tomaba múltiples medidas de seguridad antes de salir de su domicilio. 

Por eso, los agentes tuvieron que hacerse pasar por operarios de mantenimientos de parques y jardines para poder identificarlo y arrestarlo. Al sospechoso se le buscaba por hechos cometidos en agosto de 1991 en la ciudad húngara de Paloznak. 

El investigado, junto a otros varones, irrumpió en una parroquia para hacerse con los objetos de valor que se encontraran allí. Sorprendieron durmiendo al sacerdote de la parroquia (un hombre de avanzada edad) y, para poder robar, lo ataron a una silla y lo golpearon para que explicara dónde estaban los objetos de valor. 

Asalto en una iglesia

El hombre murió. Después, los ladrones también maniataron y agredieron a una monja, también de avanzada edad, que confesó dónde se encontraban los objetos de valor y el dinero. Si bien la mujer sobrevivió a la agresión, le produjeron lesiones muy graves.

Los investigadores húngaros pudieron identificar a los ladrones gracias a una huella dactilar de uno de ellos, quien confesó el asalto. El ahora detenido consiguió fugarse. En mayo, Hungría difundió la Orden Europea de Detención y Entrega ante la peligrosidad del sospechoso.

La Policía Nacional empezó a seguir su rastro en territorio nacional y primero pudieron acreditar su paso temporal por la provincia de Huelva. Sin embargo, tomaba múltiples medidas de seguridad, no estableciendo residencias continuadas en un mismo lugar y valiéndose de diversas identidades falsas para evitar ser detectado. Además, tomaba precauciones a la hora de contactar por teléfono con terceras personas, utilizando aplicaciones que evitaban la conexión con antenas telefónicas.

A mediados de noviembre, los agentes lograron centrarlo en la provincia de Girona y establecieron un dispositivo en los alrededores de su posible domicilio. Al ser una vivienda alejada del núcleo urbano hizo aumentar las dificultades para identificarlo y arrestarlo.

Por eso, los agentes se hicieron pasar por operarios de mantenimiento de parques y jardines. De esta forma, lo detuvieron cuando salió a la calle para coger su coche.