Protocolo activado

Apartado un profesor del colegio Claret de Barcelona por la denuncia de abusos de una exalumna

La dirección de la escuela ha comunicado los hechos a la fiscalía para que investigue unos posibles tocamientos cometidos en el curso 2020-2021 a una menor por parte de un profesor del que ya constaban quejas por actitudes "inadecuadas" aunque "no delictivas"

En un comunicado, el centro pide que se respete la presunción de inocencia y algunas exalumnas señalan que, sin poder olvidar cómo las incomodaba con sus miradas, no ha sido una "sorpresa"

Barcelona 13.02.2019 Sociedad Fachada del colegio Claret en la calle de Sant antoni maria Claret. Fotografía de Jordi Cotrina

Barcelona 13.02.2019 Sociedad Fachada del colegio Claret en la calle de Sant antoni maria Claret. Fotografía de Jordi Cotrina / Jordi Cotrina

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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La escuela Claret de Barcelona ha apartado a un profesor de ESO tras recibir la queja de una alumna que asegura haber sufrido tocamientos durante el curso 2020-2021, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Se trata de un docente de más sesenta años, cuyas iniciales son X. M. y que impartía materias de Tecnología. La dirección del centro, tras activar los protocolos vigentes, le ha prohibido seguir ejerciendo o mantener contacto alguno con los alumnos de este colegio religioso concertado. El claustro de profesores fue informado de la decisión de la dirección al regresar de las vacaciones y las familias, a través de un comunicado, han sabido esta semana, coincidiendo con el inicio del curso escolar 2022-23, que el docente investigado ya no forma parte del claustro.

En el comunicado enviado a las familias, la dirección del colegio Claret señala que tuvo conocimiento de los hechos este verano. Tras los supuestos abusos, la exalumna abandonó el centro al final del curso 2020-21, pero por primera vez explicó lo que había sucedido al recibir atención psicológica durante el curso pasado, cuando ya estaba escolarizada en otro colegio. Su aviso llegó hasta el Departament d'Educació, que activó el protocolo de protección de la infancia y envió a un inspector al Claret. Tras la notificación del funcionario, la dirección decidió apartarlo y comunicar los hechos a la fiscalía. 

"Observadas y repasadas"

Exalumnas de la escuela Claret que habían tenido a X. M. como profesor de Tecnología en 1º y 2º de la ESO recuerdan, en declaraciones a EL PERIÓDICO, que se sentían "observadas y repasadas" por él. "Siempre nos miraba los pechos. Y más si íbamos en tirantes. Era una situación incómoda", relata una de estas jóvenes, que explica que el asunto era tema de conversación entre ellas. 

Relata que cuando empezaron secundaria, alumnas más mayores ya les advirtieron. "Nos habían dicho 'vigilad con este tío' porque miraba de manera inapropiada", añade.

Una segunda joven lo corrobora: "Si llevábamos camisetas con alguna cosa escrita en ellas, siempre leía las frases y las comentaba. Cuando nos hablaba, nos miraba más a los pechos que a los ojos". "No miraba a la cara. Nos miraba las tetas o el culo" añade otra. "En aquella época teníamos 12, 13, 14 años. Éramos pequeñas y tampoco sabíamos cómo reaccionar, qué hacer o qué decir en aquel momento". 

Una de ellas, además, añade que tenía mala relación con él. "Porque yo le plantaba cara", recuerda. "Decía cosas fuera de lugar. Comentarios machistas, se reía de las chicas, de la ropa o de las actitudes. Y yo se lo reprochaba", cuenta.

"No me extraña" o "ya era hora", han sido expresiones que otros exalumnos han hecho llegar a este diario tras conocer la decisión del colegio de apartar a X.M.

Constaban "quejas"

En el comunicado enviado a las familias se implora que se respete la presunción de inocencia del profesor bajo sospecha, pero se subraya el compromiso de colaborar para que se aclare lo sucedido. Si alguien tiene información al respecto, la escuela recuerda que existe la cuenta de correos prevenim@claretians.cat para poder comunicarla. 

En 2019 tres trabajadores claretianos fueron acusados por antiguos alumnos: el sacerdote Francesc Figueres y un bedel -ambos del colegio Claret de Barcelona- y un docente laico de una escuela de Sallent (Bages), que fue claretiana hasta 1992. En el citado comunicado, el colegio admite que X. M. ya "había sido advertido por la dirección tras recibir quejas por actitudes que no se adecuan al estilo educativo del centro, pero nunca había recibido ninguna denuncia que indicara una posible actuación delictiva".

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