La Policía Local de Sant Feliu de Llobregat evita un crimen machista en París

La agente Leticia, referente de violencia machista de la policía local de Sant Feliu de Llobregat, descolgó el teléfono de atención a afectados y al otro lado de la línea encontró a una joven del municipio aterrada porque su tía estaba viviendo un infierno en un pueblo francés, ubicado muy cerca de París. "Su tía, además, tenía dos hijos, de 3 años y 1 año, y estaba siendo activamente maltratada por su marido", explica la policía en declaraciones a EL PERIÓDICO. El problema era que Francia quedaba muy lejos de la jurisdicción de una policía local de Sant Feliu de Llobregat.

Pero ese era el municipio en el que residía la sobrina, y cada vez estaba más angustiada porque llevaba días sin hablar con su tía. El marido había descubierto en los mensajes de whatsapp que le mandaba que la estaba animando a acudir a la policía francesa a denunciar lo sucedido. Y tras averiguarlo, el marido había obligado a la mujer a cortar la comunicación. Para asegurarse de que mantendría la boca cerrada, el hombre incluso había amenazado a la mujer asegurándole de que, dada su condición de migrante irregular en suelo francés –es marroquí–, lo primero que harían las autoridades sería quitarle la custodia de sus hijos.

Para que la sobrina diera el paso de contactar con la policía municipal de la capital del Baix Llobregat, además del tiempo que transcurría sin noticias de ella, resultó decisivo que otra familiar le hiciera llegar un vídeo que la tía había logrado enviar aprovechando un descuido de su maltratador. "Era un vídeo en el que aparecía ella pidiendo auxilio, estaba muy asustada, presentaba moratones de distinta intensidad que indicaban que había recibido palizas en días distintos y se veía a su hija señalando esas marcas y diciendo 'papá'", explica Leticia, para quien el vídeo también se convirtió en algo clave para olvidar cualquier restricción jurisdiccional.

El enlace

Al ver esa grabación, que la sobrina entregó a Leticia, la agente buscó la manera de ayudar. "Para eso me había hecho policía", recuerda. Contactó con los servicios sociales de Sant Feliu de Llobregat buscando información sobre la familia y dio resultado. Constaba en sus archivos el nombre completo del marido maltratador porque antiguamente había residido en la población y había sido atendido por los servicios municipales. Con ese nombre, y ubicando en el mapa el nombre del pueblo en el que la mujer afirmaba encontrarse, acudió a los Mossos d'Esquadra. La policía catalana mandó a la policía francesa las diligencias que preparó Leticia y envió también el vídeo.

Con esa información, la policía francesa localizó el domicilio en el que residía la mujer e irrumpió en este para arrestar al marido. "Tuvo que pasar un buen rato hasta que ella comenzó a confiar en la policía francesa, al principio tenía miedo de que se cumpliera la amenaza de que acabarían retirándole la custodia de sus hijos. Pero después comprendió que esos policías estaban ahí para ayudarla y contó lo que había vivido", aclara Leticia.

El marido fue juzgado a los pocos días y ya pesa sobre él una condena de dos años de cárcel, asegura Leticia, que añade que la justicia francesa no ha dado el caso por cerrado y está investigando si los niños han sufrido malos tratos, un delito que alargaría considerablemente la estancia entre rejas del maltratador.

"Quiero que este caso se conozca porque me gustaría que los ciudadanos sepan que pueden contar con nosotros cuando vean situaciones de violencia machista", concluye Leticia.

Suscríbete para seguir leyendo