Grieta contra la impunidad

Una denuncia no prescrita reactiva la acción judicial contra el pederasta Linares

Una víctima localizada por EL PERIÓDICO ha prestado declaración a los Mossos d'Esquadra y puede convertirse en una vía que permita juzgar al abusador de decenas de exalumnos de La Salle Premià de Mar y de La Salle Montcada, entre los que se cuentan el escritor Alejandro Palomas

Fotografía reciente de Jesús Linares, pederasta

Fotografía reciente de Jesús Linares, pederasta

Guillem Sánchez

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La investigación que la Fiscalía de Barcelona abrió contra el profesor Jesús Linares a raíz de la denuncia presentada por el escritor Alejandro Palomas había entrado en una vía muerta, tras ser trasladada a la Fiscalía de Mataró. El ministerio público contaba, además de con la citada denuncia de Palomas, con otras presentadas por exalumnos de Linares como Sandra o como Raquel. Pero ninguna de estas denuncias han permitido actuar judicialmente contra Linares porque atañían a delitos que el Código Penal considera prescritos. Es decir, Linares era intocable para la justicia. Hasta ahora. Una de las víctimas localizadas por EL PERIÓDICO ha presentado una denuncia a los Mossos d’Esquadra que relata abusos que no han prescrito. La investigación judicial contra Linares, en consecuencia, sigue adelante. 

La denuncia de esta última exalumna de La Salle Premià de Mar, cuyo nombre comienza por la inicial S., refiere abusos que habría sufrido entre los años 2007 y 2008, justo antes de que Linares dejara la escuela del Maresme y recalara en la residencia en la que todavía vive, con más de 90 años de edad. La víctima tenía entonces entre 4 o 5 años y ha declarado que recuerda un episodio extraño: al hacerse daño en el recreo, Linares, a cargo de la enfermería, introdujo caramelos dentro de sus pantalones. Fueron unos tocamientos lo bastante incómodos como para que, a pesar de su edad, la niña contara en casa lo ocurrido y para que su madre, al escucharlo, le pidiera que no regresara más a la enfermería y tratara de evitar a Linares. 

A punto de archivarse

La Fiscalía de Mataró, al ver que todas las declaraciones de las que disponía correspondían a delitos ya prescritos, ordenó hace dos semanas a los Mossos d’Esquadra que contactaran con los testimonios localizados por EL PERIÓDICO que hablaban de abusos sexuales más recientes. Así, este diario, cuya investigación periodística ha hallado a una quincena de víctimas de Linares, facilitó el enlace entre los agentes de la Unitat d’Investigació de la comisaría de Premià de Mar y dos de los entrevistados cuyos casos seguían legalmente vigentes. S., tras hablar con los agentes, se animó a formalizar una declaración pero la otra víctima, que también ha mostrado su interés por dar ese paso, todavía no ha denunciado.

"Gracias"

Palomas, en declaraciones a este diario, le manda un mensaje a la joven que con su denuncia ha agrietado la impunidad de Linares y ha permitido que, a través de ella, tal vez reciban justicia el resto de víctimas del profesor. "Lo único que puedo decirle es gracias. Pero en nombre de todos. No solo el de las víctimas. Toda la sociedad debería dar las gracias a la gente que denuncia. Sobre todo cuando hay tan poco que ganar. Que sea tan joven todavía convierte su decisión en algo más valiente. La gente me llama valiente a mí pero a mi edad tengo poco que perder. Ella es la valiente, y la generosa".

Durante los cursos escolares de 75-76 y 76-77, Linares abusó de Palomas cuando el segundo tenía entre 8 y 10 años. Lo violó durante una noche interminable en una casa de colonias. El doloroso testimonio del autor, que hizo públicos sus abusos a principios de 2022, removió el pasado de la escuela de Premià de Mar y permitió que arrancara la investigación de EL PERIÓDICO.

Futbolero, maestro y 'enfermero'

Jesús Linares llegó a La Salle de Premià a finales de los sesenta. Era profesor de Lengua y Literatura Castellana. También era el responsable de la enfermería y el impulsor del equipo de fútbol de la escuela. Enseguida corrió entre los alumnos el rumor de que Linares los tocaba de un modo extraño. "Era un secreto a voces", remarcaron varios alumnos.

Linares fue trasladado de forma repentina al centro que la orden religiosa tiene en Montcada i Reixac (Vallès Occidental) en 1986, a pesar de que había ascendido a director solo tres años antes. Ejerció de profesor raso en aquel segundo colegio hasta el curso 2003-2004, cuando regresó al centro de Premià de Mar.

En ambos colegios, el profesor hizo exactamente lo mismo: usar la autoridad que le confería su grado de hermano religioso para acorralar a alumnos de los que abusó sexualmente. Hay por lo menos quince víctimas.

Sandra, una exalumna que sufrió a Linares en el centro de Montcada, también presentó una denuncia contra su exprofesor y recibió como Palomas una notificación judicial que le informaba que no se podía actuar contra Linares porque su caso estaba prescrito. Al saber por este diario que la justicia ahora sí cuenta con una declaración que no ha caducado, expresa el deseo de que a través de esta denuncia resulte posible "reconocer" que son "muchos más lo que pasamos por esto".

La orden de los Germans de les Escoles Cristianes de La Salle envió los dos reportajes de este medio de comunicación –que recogen testimonios de exalumnos de La Salle Premià de Mar y de La Salle Montcada–, y también los del eldiario.es, a la fiscalía. A través de una portavoz, la institución ha negado tener constancia de lo sucedido y se ha mostrado dispuesta a reparar el daño causado.

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