"Los ladrones le rompieron la mandíbula a codazos para lograr el PIN de su teléfono"

Al joven que este domingo fue asaltado por un grupo de ladrones violentos, en el distrito de Les Corts de Barcelona, le rompieron la mandíbula a codazos para que facilitara las contraseñas del teléfono y de la tarjeta de crédito. EL PERIÓDICO ha contactado con el entorno de la víctima, que prefiere permanecer en el anonimato por miedo a represalias y subrayan la violencia que usaron los agresores.

"Sucedió sobre las 7.00 horas de la mañana", explican fuentes de la familia, cuando el joven acompañó a su novia al domicilio en el que reside cerca del Camp Nou y después se marchó a casa. Pero fue sorprendido por los atacantes en el cruce de las calles de Cardenal Reig y Pintor Tapiró, junto a la entrada de un aparcamiento, el mismo que muestra el vídeo de este diario.

"Él ha declarado que fueron 6 o 7 individuos muy jóvenes quienes le agredieron", prosiguen. Primero le arrancaron el reloj –que no tenía un gran valor económico aunque sí sentimental–, después le sacaron la cartera y el teléfono móvil. Lo peor viene a continuación, cuando lo tenían ya tumbado en el suelo. "Los ladrones comenzaron a darle codazos en la cara para que revelar cuál era el PIN del teléfono y los códigos de la tarjeta de crédito", remarcan. Hasta que le rompieron la mandíbula.

Tras el violento asalto, el joven pudo desandar el camino y llamar al timbre del domicilio de su novia. Entre ella y sus suegros, le brindaron una primera atención médica y lo trasladaron al CUAP de Manso. Allí comprobaron a través de radiografías que le habían fracturado la mandíbula. Fue enviado a l'Hospital Universitari Bellvitge pero finalmente fue intervenido quirúrgicamente de urgencia en el Hospital Clínic de Barcelona. Tras la operación, se recupera poco a poco aunque apenas puede comunicarse oralmente e ingiere alimentos con mucha dificultad.

Repunte de robos violentos

Los 'relojeros', ladrones violentos que actúan en grupo y que roban relojes de gama alta, casi siempre arrancándolos de muñecas de los turistas, se han convertido en un problema central para los Mossos d'Esquadra y para la Guardia Urbana de Barcelona ante el aluvión de visitantes que se prevé desembarquen en la ciudad durante el verano.

Solo durante el pasado fin de semana, agentes de la policía catalana arrestaron a doce 'relojeros' que habían atacado a ciudadanos para intentar quedarse con sus relojes. Esa cifra no incluye las detenciones que practicaron esos dos días agentes de la Urbana o, lógicamente, aquellos casos en los que los ladrones lograron su objetivo y también darse a la fuga, como el delincuente que asaltó a un turista en la Via Laietana, a las dos del mediodía y cuya agresiva conducta fue captada por un ciudadano con su teléfono móvil.

Los Mossos, para contener el repunte de esta modalidad delincuencia, que ha crecido en paralelo a la recuperación económica que ha seguido al final de la pandemia, han creado una unidad especializada en ladrones violentos de relojes.

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