Un tema tabú

¿Hay más suicidios entre los policías?

Asociaciones y sindicatos creen que no hablar del problema aleja su solución y piden a las administraciones que inviertan en la prevención de las autolisis

22 11 2019 - Nuevos Mossos de Esquadra han empezado hace una semana las classes en el Instutut de Seguretat Publica en Mollet del Valles - 3 alumnos de espalda conversando con los instructores -  Foto Anna Mas

22 11 2019 - Nuevos Mossos de Esquadra han empezado hace una semana las classes en el Instutut de Seguretat Publica en Mollet del Valles - 3 alumnos de espalda conversando con los instructores - Foto Anna Mas / ANNA MAS

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un trabajo que expone a episodios traumáticos. O que comporta horarios que dificultan la conciliación familiar y puede hacer que tiemblen las relaciones sentimentales. O que implica una relación casi diaria con la violencia. O un trato complejo entre mandos y subordinados. Las causas que pueden explicar por qué los policías se suicidan más que el resto de ciudadanos no se conocen. Pero según sindicatos y asociaciones se quitan la vida tres veces más que la media de la población. Y casi siempre usan el arma reglamentaria. El último caso se vivió el pasado lunes: un sargento de los Mossos d'Esquadra se mató de un disparo en las duchas de una comisaría de Barcelona. Los entrevistados por EL PERIÓDICO tienen claro que se hace muy poco para prevenir estas muertes. Y que no hablar de ello, no ayuda.

Casimiro Villegas es el presidente de la Asociación Predepol-Zero Suicidio Policial, una de las cuatro entidades que existen en España para lidiar con estas muertes y la que lleva el recuento de los casos, hasta donde resulta posible por qué los números no están claros. Afirma que en 2021 fueron 43 los funcionarios que se suicidaron, la mayoría miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, los cuerpos más grandes. En España, hicieron lo propio casi 4.000 ciudadanos. La proporción es mucho mayor en el colectivo policial.

Al ser cuestionado acerca de por qué hay más autolisis entre agentes, Villegas comienza por lamentar que en España exista "un desconocimiento total del trabajo policial" y no se forme en materia de "autoprotección emocional" a los agentes, como sí hacen otros cuerpos de la cultura anglosajona. El suicidio de policías, para Villegas, debería ser objeto de un estudio multidisciplinar exhaustivo porque no hay una única causa que lo explique. "Ningún policía se suicida por un hecho concreto, o por un arrebato. Es un proceso de desgaste que puede agravarse durante años". "Solo desde la psicología o la psiquiatría no lo van a resolver", advierte. 

Que la mayoría de los policías que se suicidan acaben optando por hacerlo con su arma reglamentaria significa únicamente que esa es la manera más fácil, aclara. No significa nada más. "Del mismo modo que en el colectivo médico las autolisis acostumbran a ser por ingestión de fármacos". En esta reflexión coinciden todas las fuentes consultadas para redactar esta información. 

El estigma

Daniel J. López, que actualmente trabaja en la asociación Papageno, publicó en 2017 el libro '¿Todo por la patria?' que aborda a fondo el suicidio en la Guardia Civil, preguntado por este diario, señala también la cuestión del estigma. "Actualmente el estigma social –que rodea al suicidio– provoca que las personas con problemas no pidan ayuda por miedo a ser rechazadas o por otro tipo de consecuencias", explica.

En una presentación del libro –disponible en Youtube– Daniel J. López alude también a la falta de transparencia que abunda en la gestión de estas muertes y señala que las respuestas que da el instituto armado están lejos de ser suficientes. "Dicen que el 90% de los suicidios de sus agentes se deben a motivos personales. No es verdad: es el 100%", ironiza antes de argumentar que nadie se quitaría la vida por motivos que no fueran personales.

"Los policías compartimos los 20 peores minutos de la gente y nadie los nuestros". Así titulaba una entrevista el diario 'El Correo Vasco' a Alberto Martín, un agente de la Ertzaintza durante 21 años que ha montado otra de las asociaciones para prevenir el suicidio policial. Una manera de resumir por qué este tipo de trabajos relacionados con la seguridad o las emergencias pueden pasar una factura emocional más elevada. Martín firmó un acuerdo recientemente con el sindicato Jupol de la la Policía Nacional para colaborar en la reducción de estas muertes.

Los sindicatos de los Mossos piden prevención

Fuentes de los Mossos d’Esquadra señalan que el protocolo vigente se resume en que si algún agente pide ayuda o se detecta que la necesita, se retira su arma y se le ofrece el apoyo psicológico existente. Remarcan asimismo que no pueden forzar a nadie a recibir ese apoyo y admiten que la medida de retirar el arma tiene una utilidad reducida dado que si la persona está decidida a quitarse la vida lo hará por otra vía. Para los sindicatos, los recursos que destina la Conselleria d'Interior para prevenir estas muertes resultan insuficientes.  

Toni Castejón, portavoz de SAP-Fepol, recuerda que el de policía es un trabajo "complicado". Los propios agentes creen que "pueden manejarlo todo": un accidente, un crimen, una actuación violenta. Y la realidad es que aunque no sea cierto que puedan con todo tampoco cuentan con alguien que les pregunte "cómo se encuentran", razona. "Debe hablarse de los suicidios, porque el estigma lo complica todo, también para las familias", remarca. "Es un tema que ha de estudiarse a fondo para mejorar la prevención y también para cuidar de las familias cuando no pueda evitarse", concluye. 

El portavoz del SME, Nacho Álvarez, por su parte, coincide en que a los policías les cuesta pedir ayuda. "Como siempre es la gente la que les pide ayuda a ellos pueden creer erróneamente que si son ellos quienes la piden ya no serán válidos". Álvarez detecta lagunas preocupantes sobre este aspecto en la formación que ofrece el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC) y critica que únicamente se reaccione desde la administración cuando ya ha pasado. "Entonces envían a los psicólogos para que atiendan a los agentes a los que ha tocado vivir de cerca el suicidio de un compañero, pero eso es insuficiente. No basta con esa reacción, hace falta prevención", subraya. 

Albert Palacio, portavoz de USPAC, asegura que los delegados sindicales están más pendientes que la Conselleria de Interior en detectar casos de agentes que necesiten apoyo psicológico. "No están invirtiendo nada y el grupo de trabajo que se creó para tratar el asunto lleva tiempo parado", denuncia. 

"Cada vez hay más coincidencia en señalar que hablar de estas muertes ayudaría", explica por su parte, David Miquel, portavoz del SPC. "Creemos que debe invertirse mucho más porque es muy insuficiente lo que se está haciendo. Pero claro, esto no da votos y parecer ser que algunas barquitas, sí". 

Suscríbete para seguir leyendo