En Barcelona

Un jubilado estafó a tres mujeres fingiendo ser un médico de Vall d'Hebron

José Luís Almudi Breto ostentó un cargo de responsabilidad en el Ayuntamiento de la capital catalana y al retirarse comenzó a timar

Lo han denunciado un total de seis personas a las que ha sacado casi 160.000 euros: cuatro mujeres y dos hombres, a quienes además conocía

Barcelona. 10.11.2021. Sociedad. Testimonio anónimo ( ruega que no se le reconozca), víctima de un estafador sentimental. Fotografía de Jordi Cotrina

Barcelona. 10.11.2021. Sociedad. Testimonio anónimo ( ruega que no se le reconozca), víctima de un estafador sentimental. Fotografía de Jordi Cotrina / Jordi Cotrina

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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José Luís Almudi Breto (1952, Teruel) contactó con Irene (nombre falso) a través de una aplicación de citas, Meetic, a finales de 2020. Chatearon algunos días y en Navidad, José Luís le dejó caer que no tenía planes y que iba a pasar las fiestas en casa, sin compañía. A Irene le dio pena y le invitó a comer el 26 de diciembre, día de Sant Esteve. Trajo bombones de chocolate. Irene no había entrado a Meetic a buscar una pareja, quería un amigo para quedar de vez en cuando, alguien que la acompañara en uno de los paseos que a menudo daba sola por la playa. Y José Luís era "educado, de buenos modales, un buen conversador”, lo describe Irene en una entrevista para EL PERIÓDICO.

Al poco tiempo, José Luís, que afirmaba ser un jubilado que había ostentado durante muchos años un cargo relevante en el Ayuntamiento de Barcelona, le explicó que gracias a los contactos que había hecho en esa etapa –presumía de conocer a alcaldes como Xavier Trias o a la presidenta Laura Borràs– ganaba dinero comerciando con azúcar a través de cargamentos del puerto de Valencia. Sin embargo, con el último negocio, habían surgido problemas. Necesitaba sacar un barco averiado y se había quedado sin dinero. Si no pagaba enseguida, lo perdería todo, más de cien mil euros. Irene le preguntó cuánto necesitaba y dijo que bastarían 1.500 euros. Si accedía a dejárselos, le dijo además, podría devolverle el doble en pocos días porque el azúcar daba beneficios. “Le di el dinero. Pero después vino con más problemas y pedía más dinero. Seguí dándole porque decía que si no lo hacía, lo perderíamos todo. Me sacó al final 12.100 euros”.

Irene presentó una denuncia a los Mossos d’Esquadra, que enviaron el caso a un juzgado de Blanes que ha decidido su archivo provisional porque el delito de estafa no ha quedado suficientemente acreditado. La noticia ha contrariado a Irene, que ha sumado a la vergüenza que siente por haber sido engañada la sensación de haber sido abandonada por parte de la Justicia. Esta víctima ha contactado recientemente con EL PERIÓDICO porque sospechaba que habría enredado a más víctimas.

Más víctimas

Según las fuentes consultadas por este diario, Almudi Breto acumula seis denuncias por estafa. La de Irene ha sido la sexta. Entre 2017 i 2018, enredó a tres mujeres distintas. Lo más llamativo del pasado que esconde el estafador, según las citadas denuncias de víctimas que no se conocen, es que en estos tres casos anteriores a los de Irene, para ganarse la confianza de ellas, fingió que era un médico en activo del Hospital de la Vall d’Hebron. En sus declaraciones las tres remarcaron que demostraba conocimientos sanitarios. También, como recuerda Irene, subrayaron que era muy educado. A la primera le sacó 1.500 euros ofreciéndole ganar dinero en bolsa en una inversión segura gracias a supuestos contactos granjeados con su oficio de doctor en el hospital barcelonés. Con la segunda, a la que conoció en la discoteca La Quadra de Calella –un local de ocio nocturno que frecuenta la gente de más edad–, entabló una relación sentimental y repitió el engaño de invertir en la bolsa. La víctima perdió 2.000 euros. A la tercera, a quien se aproximó de nuevo en la discoteca La Quadra, le quitó 8.250 euros. Insistió con éxito en la charlatanería de las acciones que subirían como la espuma, para este caso concretó que eran de la empresa Repsol.

A finales de 2018, estafó al cuarto denunciante, un viejo conocido. A esta víctima, Almudi Breto le planteó hacer un negocio muy parecido al de Irene. Tenía en marcha un cargamento de aceite de girasol. Si ponía dinero podría doblar pronto la inversión inicial. Pero aparecieron problemas sucesivos y le fue pidiendo más dinero bajo la coacción de perderlo todo. El denunciante acabó poniendo, y perdiendo, unos 4.000 euros. El quinto denunciante es un excompañero de trabajo del consistorio barcelonés y también es a quien más ha sacado. A este excompañero de trabajo llevaba desangrándolo desde 2013, cuando comenzó a pedirle dinero para cobrar una herencia multimillonaria atascada hasta que abonara el pago de unas tasas. Cuando presentó la denuncia, a finales de 2018, había entregado a Almudi Breto 130.000 euros.

Irene estaba en lo cierto. Había más víctimas. Por lo menos son seis. En total han perdido 157.000 euros. Solo una de las denuncias llegó a juicio, la tercera. La sentencia, dictada en marzo de 2021, condena a Almudi Breto a un año de cárcel por estafa. El resto de denuncias se han archivado o están pendientes de juicio. Irene pide al resto de afectados que se pongan en contacto con ella si leen esta noticia. “Si vamos juntos, podremos reabrir los casos y evitar que siga haciéndolo”, resume. Si Irene vuelve a estar en lo cierto, este grupo de seis no representa la cifra real de víctimas que se ha cobrado Almudi Breto, un hombre que mientras trabajó en el Ayuntamiento de Barcelona se comportó. Según fuentes municipales, no constan incidentes a lo largo de su trayectoria en la que ejerció cargos como el de responsable del programa de patrocinios, según el web del consistorio. Sin embargo, al jubilarse, en lugar de limitarse a cobrar la pensión, comenzó a inventarse profesiones como la de médico y a timar.

Actualmente el estafador se encuentra en paradero desconocido, según su abogado de oficio, y la semana pasada no se presentó a la vista ante el único juez de Arenys que lo ha condenado.

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