En 2017

Un año de prisión para los acusados por la muerte de una niña en una piscina de Ripoll

Cuatro monitoras y el director de la instalación, acusados de homicidio imprudente

Piscina municipal de Ripoll, donde murió ahogada una niña  de 4 años

Piscina municipal de Ripoll, donde murió ahogada una niña de 4 años / ACN / Gemma Tubert

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El juzgado penal número 5 de Girona ha condenado a un año de prisión para cada una de las cuatro monitoras y al director de la piscina de Ripoll acusados de homicidio imprudente por la muerte de la niña de cuatro años el 19 de mayo de 2017.

La menor, alumna de educación infantil de la escuela pública Pirineu de Campdevànol (Ripollès), participaba en un cursillo de natación con otros 26 niños de su clase. La fiscalía, acusaciones y defensas han llegado a un acuerdo que ha evitado el juicio. Los acusados han reconocido que la pequeña murió ahogada porque "desatendieron" sus funciones. Ellos eran los responsables de vigilar a la menor y a sus compañeros mientras realizaban el curso de natación con la escuela.

No habrá ingreso en prisión

Como ninguno de ellos tiene antecedentes, no tendrán que entrar en prisión. Tampoco les inhabilitarán para trabajar como monitores y socorristas ni para dirigir las instalaciones deportivas. La familia de la niña fallecida fue indemnizada en su momento.

El padre de la pequeña, Francisco Medina, ha remarcado que para ellos era muy importante que los acusados reconocieran la negligencia. Además ha remarcado que él no quería que los implicados tuvieran que cumplir ninguna pena de prisión. "Todo el mundo ha estado de acuerdo con la condena", ha afirmado, a la vez que hizo un llamamiento a la obligatoriedad presencial de socorristas en equipamientos de este tipo en instalaciones cuando son privadas, ya sean en hoteles, apartamentos y campings, como sucede en los públicos.

Accidente trágico

"Ha sido una sentencia ajustada a la realidad de lo que pasó y nos hemos ahorrado un juicio que era muy duro para todo el mundo. Los padres han perdido a una hija, y esto es irremediablemente irreparable, pero las personas acusadas tampoco querían que pasara esto", ha afirmado el abogado del padre de la niña, Carles Monguilod, que ha subrayado que la situación "es muy triste para todo el mundo". 

El abogado remarca que la familia quería que los tribunales "dejaran claro" que hubo una conducta negligente, y que esto es lo que se ha conseguido con la conformidad. El abogado de la madre, que también ha ejercido la acusación particular, Víctor Coch, sostiene que la sentencia plasma que fue un "accidente trágico": "Al final, valía más llegar a un acuerdo para poder cerrar el tema definitivamente e intentar pasar página".

Por su parte el abogado de la defensa de tres de las monitoras, Francesc Jufresa, también ha destacado que celebrar el juicio "hubiera sido un mal peor": "Reconocemos todos que hubo una negligencia, es una decisión judicial globalmente satisfactoria porque lo ha pasado mal todo el mundo y era la mejor manera de acabarlo".