Delitos de odio

Los Mossos buscan a los autores de la "brutal" agresión homófoba de Somorrostro

Durante la noche del sábado hubo otros dos ataques a personas homosexuales que, de momento, han desistido de denunciarlo a la policía

El Observatorio Contra la Homofobia advierte de una "espiral violenta de odio" y ya ha registrado 76 incidentes discriminatorios con 80 víctimas

El Ayuntamiento de Barcelona reforzará la vigilancia en las playas y en las zonas de ocio para proteger al colectivo LGTBI

Eugeni Rodríguez y Marc Serra

Eugeni Rodríguez y Marc Serra / ACN / ELI DON

Guillem Sánchez
Elisenda Colell
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos d'Esquadra investigan la agresión "brutal", en palabras del portavoz del cuerpo Joan Carles Molinero, que sufrieron personas homosexuales que se encontraban el sábado por la noche en la playa del Somorrostro, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. Según describieron varios de los testimonios que vieron lo sucedido, una de las víctimas fue derribada de un puñetazo y cuando ya se encontraba en el suelo sufrió patadas en la cara que le han fracturado la mandíbula y destrozado parte de la dentadura. A pesar de tratarse de un caso "excepcional" por la violencia aplicada, este año el consistorio ya a registrado 28 ataques contra personas LGTBI, y en Catalunya las entidades ya cuentan 80 víctimas.

El ataque más más grave registrado este fin de semana fue a las 22.30 horas en la arena de la playa. Las víctimas formaban parte de un grupo de seis personas, entre las que había una pareja heterosexual. Esta última pareja no fue atacada por el grupo de agresores que se ensañó contra los otros cuatro, un hecho relevante que refuerza la tesis de que el resto fueron golpeados por su condición sexual. El que padeció la fractura en la mandíbula ha tenido que ser operado en el Hospital Vall d'Hebrón. Los testimonios no han facilitado a los policías ninguna descripción que pueda circunscribir a los atacantes dentro de un colectivo en concreto. Todos han subrayado que los hombres fueron objeto de una "violencia gratuita", es decir, sin que mediara provocación alguna por parte de las víctimas. Molinero ha detallado que los agresores actuaron en grupo y que tenían entre 28 y 35 años. La investigación se centra ahora en tratar de identificarlos y detenerlos.

Esa misma noche del sábado hubo además otras dos agresiones que sufrieron homosexuales en la capital catalana. La segunda sucedió en la plaza de Lesseps del distrito de Gràcia durante la mañana y la tercera cerca del Auditori, en el distrito del Eixample. Ambas víctimas fueron asaltadas con insultos homófobos y posteriormente recibieron golpes por parte de los atacantes, aunque las lesiones son muy leves. Las seis víctimas de los tres ataques han sido atendidos por psicólogos tanto del Observatorio Contra la Homofóbia como del propio Ayuntamiento de Barcelona, que hace ya dos años trabajan conjuntamente.

Espiral de violencia contra la diversidad

"La violencia contra las personas homosexuales es estructural. Estamos ante una espriral LGTBIfòbica y hay que responder con contundencia", ha dicho esta mañana Eugeni Rodríguez, presidente del Observatorio acompañado por el concejal de derechos de ciudadanía de Barcelona, Marc Serra. "No habrá impunidad ninguna en esta ciudad para aquellos que atacan a la diversidad", ha advertido el concejal. De momento, el ayuntamiento no se plantea presentarse como acusación popular en este caso, pero ya ha prestado todos sus abogados y psicólogos para atender y ayudar a las víctimas.

80 víctimas en un año

En realidad, la violencia contra el colectivo LGTBI no es nueva. Este año, el Observatori ya ha detectado 80 víctimas de agresiones y ataques de distinta tipología motivados por la orientación sexual o identidad sexual. Prácticamente el mismo número de casos registrados en 2020, cuando la mayoría de actos discriminatorios o ataques ocurrieron dentro de las escaleras de vecinos o espacios comunitarios debido al confinamiento. Por ello la entidad sigue insistiendo en que es esencial denunciar –la mayoría de ellas no denuncian– y pide a la Generalitat que redacte un protocolo con sanciones aplicables contra la discriminación al colectivo LGTBI en Catalunya.

Un plan de seguridad nocturna

En Barcelona se cuentan una cifra importante del total de ataques al colectivo LGTBI. Este año se han registrado 28. En 2020 fueron 60 y en 2019, 50. Las cifras apenas han variado, aunque al consistorio le preocupa la "virulencia ejercida". Antes de la pandemia, la mayoría de agresiones ocurrían de madrugada, a la salida de discotecas o espacios nocturnos, especialmente en los distritos de Sant Martí, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc. Con las restricciones parece que ahora los ataques podrían trasladarse hasta las playas o los lugares de botellones. "Ya estábamos trabajando en un plan de prevención para que las personas LGTBI se sientan seguras", ha explicado Serra. Este plan prevé reforzar la seguridad en estas zonas calientes, incluir mediadores o educadores y formar a todo el personal que trabaja de noches en estos lugares para que puedan detectar y dar la alarma ante casos similares.

Llamamiento a denunciar

Desde los Mossos, Molinero ha pedido a las víctimas de estas dos últimas agresiones que denuncien lo sucedido porque todavía no lo han hecho y saben, porque han mantenido con este una conversación telefónica, que el agredido en Lesseps no desea hacerlo. "Es muy importante que siempre que un ciudadano sufra un delito de odio lo denuncie". Los Mossos han creado una unidad especializada en combatir este tipo de delitos, tal como avanzó El PERIÓDICO, para contener el auge de este tipo de ataques: en 2010 se denunciaron 169 hechos y en 2019, 524. Un ascenso que sigue sin reflejar la gravedad de la lacra. Rodríguez ha explicado que la entidad está trabajando con la policía catalana para compartir datos de agresiones o discriminaciones sufridas. Además, la fiscalía especializada en los delitos de odio en Barcelona está también al tanto de lo ocurrido.

Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el 80% de las personas o colectivos que sufren agresiones, amenazas o insultos por sus convicciones políticas, orientación sexual, creencias religiosas o etnia, no denuncian estos delitos. Como ha vuelto a suceder ahora. La renuencia a activar a los policías se debe a que las víctimas no consideran lo sufrido lo bastante grave, o a que no desean someterse a un proceso judicial o, también, a que no confían en el sistema para que juzgue a los agresores.